Prescripción de materiales sostenibles: la nueva ventaja competitiva
Por Óscar Sánchez, CEO de Apliqa Consultoría Estratégica
15/10/2025La presión regulatoria, impulsada por el Pacto Verde Europeo y la Taxonomía Verde, se suma a una conciencia social cada vez más fuerte sobre el impacto ambiental de la edificación. En este nuevo contexto, prescribir materiales sostenibles ya no es una opción estratégica, sino una necesidad competitiva. Las empresas que sepan adaptarse con agilidad serán las que encuentren su lugar en un mercado que premia la transparencia, la trazabilidad y la innovación ambiental.
Una nueva mirada sobre lo que significa ‘buen material’
Durante mucho tiempo, hablar de un buen material era hablar de resistencia, durabilidad o eficiencia energética. Pero hoy, esa visión resulta incompleta.
Un producto no puede considerarse verdaderamente eficiente si genera grandes emisiones en su fabricación o si, al final de su vida útil, se convierte en un residuo sin valor. La sostenibilidad introduce una perspectiva más amplia, en la que el impacto ambiental —desde el origen hasta el final del ciclo de vida— forma parte inseparable de su desempeño técnico.
Esto está obligando a los fabricantes a redefinir su modelo de desarrollo y comunicación, integrando la sostenibilidad en el núcleo de su propuesta de valor. No basta con tener un producto competitivo; hay que demostrarlo con datos verificables, con procesos auditables y con una historia que explique de forma honesta el compromiso ambiental detrás de cada decisión técnica.
Normativas que están cambiando el juego
En los próximos años, la revisión del Reglamento de Productos de la Construcción (RPC) y la aplicación de la Taxonomía Verde transformarán por completo el marco operativo de las empresas del sector.
Estas regulaciones exigirán que los materiales cuenten con Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) verificadas, y que toda la información técnica y ambiental esté disponible de manera digital a través del Pasaporte Digital de Producto (DPP).
Esto no es solo un trámite burocrático. Es una manera de garantizar que los materiales puedan competir en igualdad de condiciones dentro de un mercado cada vez más transparente. Los proyectistas, que deben justificar sus decisiones con criterios medibles, priorizarán aquellos productos que ofrezcan datos ambientales claros, trazables y alineados con los estándares europeos.
En este sentido, la capacidad de un fabricante para ser prescrito dependerá directamente de la calidad y accesibilidad de su información ambiental.
La prescripción como nuevo espacio de relación
Prescribir ya no consiste únicamente en recomendar un material. Es una conversación técnica, sostenida en argumentos, evidencias y compromiso.
Los arquitectos, ingenieros y promotores buscan socios que comprendan los retos de la sostenibilidad y que sean capaces de traducirlos en soluciones reales. Por eso, los fabricantes que logren comunicar su desempeño ambiental de manera precisa y creíble estarán mejor posicionados en los procesos de selección.
Cada vez más, la prescripción se convierte en una estrategia de relación y confianza, no en una acción puntual de marketing o venta. Es un punto de encuentro donde la tecnología, la sostenibilidad y la ética industrial se alinean para generar valor a largo plazo.
De la obligación al liderazgo
Hay fabricantes que ya están recorriendo ese camino con decisión.
Knauf Insulation, por ejemplo, ha logrado incorporar un alto porcentaje de vidrio reciclado en su producción y ha reemplazado los aglutinantes tradicionales por fórmulas vegetales, eliminando los formaldehídos. En España, Cementos Molins ha desarrollado su gama Susterra, que reduce significativamente las emisiones de CO₂ gracias al uso de materias primas recicladas y procesos de valorización de residuos.
Estos ejemplos muestran que la sostenibilidad, cuando se aborda desde una visión estratégica, no solo mejora la huella ambiental de una empresa, sino que amplía su acceso a proyectos, licitaciones y oportunidades internacionales.
Un cambio de paradigma que va más allá de la normativa
Cumplir la ley es importante, pero quedarse ahí sería un error.
El verdadero salto competitivo llegará para aquellas empresas que sean capaces de convertir la sostenibilidad en una narrativa propia, en una herramienta de innovación y diferenciación. Esto implica formar equipos, revisar procesos, invertir en análisis de ciclo de vida y, sobre todo, comunicar con coherencia.
Porque la sostenibilidad, más que una tendencia, es un lenguaje común que une a todos los actores del sector: fabricantes, proyectistas, promotores e instituciones. Y quien no lo hable con fluidez, simplemente dejará de ser escuchado.
Prescribir sostenibilidad es proyectar futuro
La nueva competitividad industrial no se medirá únicamente en costes o prestaciones, sino en la capacidad de construir un legado sostenible y transparente.
Prescribir materiales sostenibles significa prescribir confianza, innovación y responsabilidad.
Y eso, en el fondo, es lo que da sentido al cambio que estamos viviendo: una oportunidad para que la industria de la construcción vuelva a ser motor de progreso, pero esta vez, con conciencia ambiental.
Más información y descarga del informe completo: Materiales de construcción sostenibles: la próxima ventaja competitiva
























