Las lamas con sistema corredero de Durmi, escudo de otoño
La estación de otoño no está más loca que el mundo, escenario de pandemias y guerras, pero casi. Se trata de una época del año con temperaturas realmente cambiantes. En este contexto, las lamas para ventanas con sistema corredero de Industrias Durmi ofrecen un abanico de soluciones para las diferentes necesidades del día y la semana.
Sol, lluvia, viento. Un día de otoño puede conllevar esta meteorología tan variable. Toca estar atentos, vigilar lo que uno tiene expuesto en el balcón, tanto en viviendas como en edificios comerciales y administrativos. La imagen de la portada, precisamente, ilustra las diferentes necesidades que puede afrontar un centro educativo a lo largo del día.
En este edificio del sur de Francia, se instalaron las lamas fijas Dufix 35t, un conjunto de celosías a medida fijadas a un bastidor de aluminio. Este centro educativo requería difuminar la luz exterior según el momento del día y las particularidades de la clase. Industrias Durmi ha recibido su feedback meses después de la obra: sus lamas bioclimáticas han satisfecho con creces sus expectativas.
Durante los meses de septiembre, octubre y noviembre se acentúa la necesidad de proteger fachadas y ventanas. Las lamas y celosías de Durmi aportan la protección solar de edificios y, además, garantizan una total estanqueidad a la lluvia y a las ráfagas de viento. De esta forma, la arquitectura bioclimática de Durmi resulta ser un eficaz escudo ante el inestable clima de otoño.
Las lamas bioclimáticas, una protección solar personalizable
Una prueba del consenso que generan sus lamas bioclimáticas es que tanto arquitect@s y diseñadores como propietarios de viviendas confían en ellas. Aún en bloques de viviendas, donde cada unidad familiar tiene sus preferencias y necesidades personales, existe una predilección por proteger la fachada y el balcón con las lamas y celosías de Durmi. Si incorporan el sistema corredero, tal como se aprecia en las imágenes, mucho mejor, ya que permite una mayor flexibilidad para que cada usuario regule la cantidad de luz solar y de ventilación natural que desea.
Las lamas bioclimáticas son un gran aliado de la eficiencia energética. Los usuarios pueden maximizar la luz natural y las corrientes de aire fresco según el momento del día y la temperatura, por lo que acostumbran a prescindir de la iluminación artificial hasta que llega la noche. Desde Durmi han dedicado más de un artículo exclusivamente al impacto de ahorro energético en el hogar que provocan sus lamas para ventanas.
Amplia gama de acabados en lamas para ventanas
Además del aspecto funcional, su catálogo de lamas para ventanas es un auténtico camaleón. El aluminio de las lamas se puede suministrar anodizado (color plata, bronce, inoxidable, etc.) y lacado en cualquier color de la carta RAL. Metalizado, moteado y de imitación de madera son algunas de las opciones.
Cabe destacar, también, el excelente rendimientos de sus lamas para ventanas en las cuatro estaciones del año. Ofrecen una gran resistencia a las inclemencias del tiempo. De hecho, es uno de los elementos de la fachada que menos desgaste sufre con el paso de los años. Este es el grano de arena de Industrias Durmi a la arquitectura bioclimática y a la construcción sostenible, con materiales duraderos y eficientes. Buen ejemplo de ello en su sistema de producción son las lamas bioclimáticas Dufix 40t ECO2, con materiales P.U.R. (plástico, urbano, reciclado).