Fecsa dota a la Dirección General de Tráfico de 4.661 chalecos equipados con airbag de activación electrónica
Fecsa, compañía española estratégica en el desarrollo global tecnológico de productos de protección y seguridad, ha resultado adjudicataria de la licitación de la Dirección General de Tráfico (DGT) para el suministro de 4.661 chalecos airbag de activación electrónica para el personal motorista de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC).
El chaleco desarrollado por Fecsa está destinado a aportar una protección adecuada frente a caídas o accidentes, con sus riesgos derivados de impacto y abrasión con la superficie del terreno, impactos de la propia motocicleta y choques con otros vehículos y objetos.
Tras detectarse una caída o accidente, se infla automáticamente en una fracción de segundo, permitiendo proteger zonas vitales como tórax, abdomen, cuello, espalda, caderas y sacro, absorbiendo eficazmente los impactos y limitando el riesgo de hiperflexión de la columna vertebral gracias a su forma estabiliza el busto.
Este dispositivo cumple con dos características fundamentales para la ATGC: la necesidad de contar con un sistema de activación autónoma sin necesidad de cableado; y que el conjunto del chaleco airbag tuviese un peso contenido, para no suponer una carga demasiada pesada para el motorista, así como, que éste vaya sobre la cazadora del motorista, manteniéndose la estética de las prendas usadas en la Agrupación de Tráfico.
Con la incorporación de este nuevo elemento de seguridad, la Guardia Civil se equipara a otros cuerpos policiales nacionales o extranjeros, quienes ya cuentan con dispositivos de protección personal de dotación formados por un sistema airbag.
Salvar vidas, una prioridad para la Guardia Civil
Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT), el porcentaje de lesiones de columna en accidentes de motocicleta fue menor en aquellos que usaron chaqueta con airbag (14%) frente a los que solo llevaban ropa protectora normal (27%), casos estos últimos en los que las probabilidades de sufrir lesiones medulares graves se triplican. La evolución de accidentalidad de este tipo de usuarios sigue una tendencia ascendente desde 2014, por lo que su seguridad es prioridad para la DGT.