Aimplas lidera un proyecto europeo para crear suelas de calzado y materiales de construcción a partir de residuos de madera
El Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) coordina el proyecto europeo ‘NEXT-STEP’, en el que participan doce socios de ocho países de la Unión Europea, con el objetivo de desarrollar suelas de calzado y materiales aislantes para la construcción a partir de residuos procedentes de la industria maderera. La iniciativa se desarrolla en el ámbito europeo, cuenta con el respaldo de Circular Bio-based Europe y sus miembros, y se pondrá en práctica con la colaboración del fabricante deportivo adidas, que determinará las especificaciones técnicas y probará los nuevos materiales en un prototipo de calzado de montaña.
El uso de materias primas sostenibles y biodegradables es uno de los pilares sobre los que se asienta el proyecto, cuyo desarrollo se considera esencial para garantizar el futuro de una industria europea competitiva, innovadora y respetuosa con el medio ambiente. Según explicó la investigadora en descarbonización en Aimplas, María Romero, “supone un paso decisivo hacia la adopción de materiales biodegradables y reciclables, puesto que la producción y el uso de materiales plásticos de origen fósil siguen siendo esenciales en muchas aplicaciones, como espumas utilizadas en suelas de calzado o materiales para la construcción”.
Nuevas rutas de producción con residuos de serrín y astillas
El proyecto ‘NEXT-STEP’ plantea una cadena de producción sostenible, eficiente en recursos y energía, que utiliza como materia prima residuos derivados del proceso de transformación de la madera, como serrín y astillas. Estos subproductos son tratados con agua y enzimas para extraer sus azúcares, lo que permite descomponer la madera en sus componentes básicos mediante la aplicación de calor, presión y energía mecánica.
Posteriormente, los componentes extraídos se transforman en espumas, bioplásticos y productos finales a través de procesos con microorganismos e intermediarios químicos. Aimplas ha señalado que “la ambición del consorcio es clara: crear productos competitivos y seguros para el consumidor, el planeta y la economía, minimizando los impactos medioambientales y garantizando su reciclabilidad y potencial biodegradabilidad”.
Para asegurar estos resultados, el proyecto contempla un análisis riguroso de aspectos clave como la huella de carbono, la trazabilidad, la aceptabilidad social y la viabilidad económica de los nuevos materiales desarrollados.
Seis objetivos estratégicos para avanzar en la bioeconomía europea
El proyecto se estructura en torno a seis objetivos estratégicos con los que se pretende impulsar la bioeconomía circular en Europa:
1.- Asegurar el aprovisionamiento y la optimización de materias primas sostenibles procedentes de la Unión Europea.
2.- Escalar y demostrar un proceso de producción innovador y eficiente para generar el compuesto químico intermedio denominado aMVL.
3.- Desarrollar procesos catalíticos avanzados que permitan aprovechar 3MdVL y 3MPD como plataformas químicas de base biológica.
4.- Diseñar bloques químicos seguros, sostenibles y comercialmente viables.
5.- Demostrar la aplicabilidad de aMVL, 3MdVL y 3MPD en productos finales como suelas exteriores de calzado basadas en PLA, espumas NIPU reciclables para suelas de zapatos y materiales aislantes para la construcción.
6.- Elaborar un plan de negocio competitivo, socialmente aceptable y alineado con los requisitos de sostenibilidad.
Un consorcio internacional con participación española
El consorcio de ‘NEXT-STEP’ reúne a doce socios de ocho países de la Unión Europea que cubren toda la cadena de valor, desde la materia prima hasta el producto final. Además de Aimplas, único representante español, el consorcio está integrado por las siguientes entidades: adidas, Fibenol, DBFZ, Quantis, Sapienza Università di Roma, Mevaldi, PDC Research Foundation, Ghent University, Bio Base Europe Pilot Plant, Certech y Lesaffre.
El respaldo de Circular Bio-based Europe y sus miembros refuerza el enfoque integrador de un proyecto que busca acelerar la transición hacia una industria europea más sostenible y tecnológicamente avanzada, capaz de sustituir materiales de origen fósil por alternativas biodegradables y reciclables a partir de residuos madereros.
