La tercera encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes Esener 3 ha incluido una nueva sección sobre el impacto de la digitalización en la salud y la seguridad de los trabajadores

También, la tercera encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes Esener 3 ha incluido una nueva sección sobre el impacto de la digitalización en la salud y la seguridad de los trabajadores, y aunque existe una gran diversidad en cuanto a los tipos de tecnologías digitales reseñadas por las empresas o centros de trabajo y solamente el 6% de los encuestados en la UE28 declararon no utilizar ninguna de las tecnologías digitales señaladas en el cuestionario.

Hasta ahora, los riesgos laborales asociados a las TIC se clasificaban esencialmente como riesgos de tipo psicosocial, pero cuando las Tecnologías de la Información y Comunicación TIC son el soporte habilitador de otras tecnologías, como la Robótica y la Inteligencia Artificial, debe realizarse un análisis más amplio asociado a los retos y riesgos a la digitalización.

La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (European Agency for Safety and Health at Work, EU-OSHA), en el informe ‘Foresight on new and emerging occupational safety and health risks associated with digitalisation by 2025’, identifica dentro de los principales riesgos nuevos y emergentes los asociados al creciente uso de las TIC.

En la Comunicación de la Comisión Europea ‘Una Estrategia para el Mercado Único Digital de Europa’, COM (2015) 192 final, se incluye el Mercado Único Digital conectado entre sus prioridades esenciales. Dentro de la digitalización, se incluyen las tecnologías habilitadas por las tecnologías de la información y comunicación (TIC) como la robótica y la inteligencia artificial, las cuales repercutirán de manera muy profunda en la naturaleza y localización del trabajo a lo largo de los diez próximos años, en los que se producirán cambios fundamentales en el lugar de trabajo que afectarán a la forma de cómo trabajamos, de quién trabajará y de cómo se percibirá el trabajo.

En los documentos estratégicos de la Comunidad Europea, ‘Un marco estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo 2014-2020’, (CE, 2014), y ‘Trabajo más seguro y saludable para todos - Modernización de la legislación y las políticas de la UE de salud y seguridad en el trabajo’ (CE, 2017), se determina que la mejora de la prevención de las enfermedades vinculadas al ámbito laboral es una de las tres principales estrategias u objetivos, abordándolo bajo dos líneas que afectan no solo a los riesgos laborales nuevos y emergentes, sino también a los ya existentes y se señala la necesidad de adoptar un enfoque proactivo para identificar los riesgos futuros para la seguridad y salud de los trabajadores en un mundo laboral sujeto a constantes cambios. También, entre los objetivos específicos de ‘La Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015-2020’ se señala el estudio de los riesgos emergentes, sus causas e impacto en la seguridad y salud de los trabajadores, en particular los derivados de las nuevas tecnologías.

4.- Un tipo específico de tecnofatiga es el ‘Síndrome de Fatiga Informativa’, denominación que aparece por vez primera como ‘Information Fatigue Syndrome (IFS)’, en el informe Dying for information? de David Lewis difundido por la Agencia Reuters en octubre de 1996 tras estudiar a 1.300 directivos de Reino Unido, EE UU y Hong Kong.

Desde la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (European Agency for Safety and Health at Work, EU-OSHA), se dieron los primeros pasos para la definición e identificación de riesgos nuevos y emergentes específicos con la publicación de cuatro informes abordando los diez riesgos más importantes de cada uno de los siguientes grupos: físicos (Flaspöler et al., 2005), biológicos (Brun et al, 2007a), psicosociales (Brun et al.,2007b) y los químicos (Brun et al., 2009). Como definición básica de riesgo nuevo y emergente se acepta “cualquier riesgo nuevo que va en aumento” (Flaspöler et al, 2005; Brun et al, 2007a, 2007b, 2009), entendiendo por:

• Riesgo nuevo: el riesgo no existía anteriormente y está causado por nuevos procesos, nuevas tecnologías, nuevos tipos de lugar de trabajo; o por cambios sociales u organizativos; o que se trata de un problema persistentes que pasa a considerarse como un riesgo debido a un cambio en las percepciones sociales o públicas; o que un nuevo conocimiento científico da lugar a que una cuestión no novedosa se identifique como riesgos
• Que el riesgo va en aumento: cuando aumenta el número de peligros que dan lugar al mismo; o la probabilidad de exposición al peligro que da lugar al riesgo aumenta (nivel de exposición y número de personas expuestas o el efecto del peligro sobre la salud de los/as trabajadores/as empeora (gravedad de los efectos sobre la salud y número de personas afectadas).

En la ‘NTP 730: Tecnoestrés: concepto, medida e intervención psicosocial’, del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), se señala que los cambios tecnológicos ponen de manifiesto problemas técnicos, pero también problemas humanos y sociales objeto de profundo debate debido a sus consecuencias tanto para los trabajadores como para las empresas y organizaciones. En esta Nota Técnica de Prevención, se describe qué es el tecnoestrés entendido como un ‘daño psicosocial’ susceptible de poderse prevenir en las organizaciones, y así evitar sus consecuencias dañinas; también se detallan diferentes instrumentos generados mayoritariamente en Estados para la detección y medida del tecnoestrés, así como estrategias de intervención psicosocial para su prevención.

Desde finales de la década de los 90 y principios del 2000 se han publicado numerosos trabajos de investigación psicosocial que han estudiado la problemática de las consecuencias de la introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la salud de las personas en el trabajo, como son los problemas musculares, dolores de cabeza, fatiga mental y física, ansiedad, temor y aburrimiento. El concepto de tecnoestrés está directamente relacionado con los efectos psicosociales negativos del uso de las TIC. Fue acuñado por primera vez por el psiquiatra norteamericano Craig Brod en 1984 en su libro ‘Technostress: The Human Cost of the Computer Revolution’. Craig Brod realizó en Silicon Valley diversas investigaciones sobre las repercusiones de trabajar muchas horas delante de los ordenadores y comprobó en las más de 1.700 entrevistas realizadas en diversos puestos de trabajo y a diferente nivel organizacional, que pasar gran parte del tiempo laboral solo frente a una pantalla y un teclado provocaba dolores de cabeza imprevistos, alergias, etc. La existencia de esta nueva patología que denomina tecnoestrés que define como: “Una enfermedad de adaptación causada por la falta de habilidad para tratar con las nuevas tecnologías del ordenador de manera saludable”. En una conceptualización más amplia se puede considerar como la condición resultante de la falta de habilidad, individual y organizacional, para adaptarse a las nuevas tecnologías.

Otros autores como Michelle Weil y Larry Rosen en su libro ‘Technostress: coping with Technology @ work, @ home and @ play’ publicado en 1997, amplían la perspectiva de Brod al señalar que las repercusiones del tecnoestrés son compartidas tanto por los ‘tecnófobos’, que son los que se resisten al uso de la tecnología, como por los tecnoadictos, que son las personas que quieren estar al día de los últimos avances tecnológicos y acaban siendo ‘dependientes’ de la tecnología siendo el eje sobre el cual se estructuran sus vidas. También afirman que la creciente necesidad de tecnología crea dependencia, así como que el uso de la tecnología genera sobrecarga mental y dificultades para recordar, pensar con claridad y descansar debido a la sobreestimulación que se recibe. Según Well y Rosen puede considerarse como tecnoestrés: “Cualquier impacto negativo en las actitudes, los pensamientos, los comportamientos o la fisiología corporal causado directa o indirectamente por la tecnología”.

La profesora la Universidad Jaume I de Castellón Marisa Salanova entiende el tecnoestrés como: “Un estado psicológico negativo relacionado con el uso de TIC o amenaza de su uso en un futuro. Ese estado viene condicionado por la percepción de un desajuste entre las demandas y los recursos relacionados con el uso de las TIC que lleva a un alto nivel de activación psicofisiológica no placentera y al desarrollo de actitudes negativas hacia las TIC”. Esta definición refleja que el tecnoestrés es resultado de un proceso perceptivo de desajuste entre demandas y recursos disponibles, y está caracterizado por dos dimensiones centrales: síntomas afectivos o ansiedad relacionada con el alto nivel de activación psicofisiológica del organismo y el desarrollo de actitudes negativas hacia la TIC. Esta definición está restringida al tipo más conocido de tecnoestrés que es la tecnoansiedad, en donde la persona que lo padece experimenta altos niveles de activación fisiológica no placentera y siente tensión y malestar por el uso presente o futuro de algún tipo de TIC. Esta misma ansiedad lleva a tener actitudes escépticas respecto al uso de tecnologías, a la vez que pensamientos negativos sobre la propia capacidad y competencia con las TIC. Un tipo específico de tecnoansiedad es la tecnofobia, que se focaliza en la dimensión afectiva de miedo y ansiedad hacia las TIC. El profesor Larry Rosen de la Universidad Estatal de California la define como un persistente, anormal e injustificado miedo a la tecnología y la tipifica en base a tres dimensiones:

1. Resistencia a hablar sobre tecnología o incluso pensar en ella (usuarios incómodos).
2. Miedo o ansiedad hacia la tecnología (tecnófóbicos cognitivos).
3. Pensamientos hostiles y agresivos hacia la tecnología (tecnófóbicos ansiosos).

Otro tipo de patología de tecnoestrés es la tecnofatiga, que no tiene nada que ver con emociones o con una alta activación no placentera, como la fatiga y el cansancio mental que está motivado por el uso continuado de las TIC, y que se caracteriza por sentimientos de cansancio y agotamiento mental y cognitivo debidos al uso de tecnologías, que en ocasiones se acompaña también con actitudes escépticas y creencias de ineficacia con el uso de TIC. Un tipo específico de tecnofatiga es el conocido por ‘Síndrome de Fatiga Informativa’, denominación que aparece por vez primera como ‘Information Fatigue Syndrome (IFS)’, en el informe ‘Dying for information?’ elaborado por el psicólogo David Lewis en octubre de 1996 tras estudiar a 1.300 directivos de Reino Unido, USA y Hong Kong y difundido por la Agencia Reuters. El síndrome de fatiga informativa se deriva de los actuales requisitos de la Sociedad de la Información y que se concreta en la sobrecarga informativa cuando se utiliza Internet. El síndrome de fatiga informativa como consecuencia de la exposición, consumo y manejo excesivo de la información se caracteriza por los siguientes síntomas: falta de competencia para estructurar y asimilar la nueva información, con la consiguiente aparición de la fatiga mental de tipo informacional.

1. Gobernanza y actitud del público o los trabajadores, que comprende: el entorno en el que se explotarán las Tecnologías Habilitadas por las TIC; su aceptación y la demanda de sus desarrollos; y la forma en que se regula la innovación y la de la aplicación de las mismas. Los niveles podrían ser de apoyo, con elevados niveles de aceptación, o de resistencia, con bajos niveles de aceptación.
2. Crecimiento económico y aplicación tecnológica, que incluye: el nivel de crecimiento económico y la inversión en tecnología y capacidades; el nivel de aplicación de los desarrollos en las Tecnologías Habilitadas por las TIC; y el nivel de impacto sobre la naturaleza y localización del trabajo, así como los cambios relacionados en las estructuras empresariales. Todos ellos podrían ser altos o bajos.

Las tendencias y factores analizados en el ‘Estudio prospectivo sobre los riesgos nuevos y emergentes para la seguridad y salud en el trabajo asociados a las tecnologías de la información y la comunicación y la ubicación del trabajo en 2025’ indican que para el año 2025:

• En la mayoría de sectores ocupacionales, las Tecnologías Habilitadas por las TIC cambiarán los equipos, herramientas y sistemas que se empleen para organizar, administrar y entregar productos o servicios. Estos nuevos desarrollos y los avances continuados de estos nuevos desarrollos permitirán la automatización de procesos laborales cada vez más complejos, interconectados y autónomos en la medida en que se puedan organizan por sí mismos, aprender por sí mismos y se mantenerse a sí mismos.
• La impresión 3D y 4D y la bioimpresión, los vehículos autónomos, incluidos los drones, la robótica, incluida la robótica colaborativa, los algoritmos, la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada se aplicarán cada vez más con fines laborales, y la innovación en estas tecnologías continuará.
• Los robots serán autónomos, libres, móviles, hábiles, cercanos a los trabajadores, colaborativos y cada vez más inteligentes, y con ellos se automatizarán tareas que anteriormente eran imposibles de automatizar.
• En todos los trabajos, incluso los que no sean reemplazados por robots, se aplicarán una gran variedad de tecnologías digitales, lo que, unido a una clara tendencia a la miniaturización de las Tecnologías Habilitadas por las TIC, que cada vez son más ‘inteligentes’ y conectadas a Internet, lo que se denomina como el ‘Internet de las cosas’, cambiarán considerablemente, y en algunos casos radicalmente, la forma y los lugares en que los trabajadores realizan su trabajo.
• La combinación de las tecnologías digitales, con la biónica o los exoesqueletos, para potenciar o controlar el rendimiento humano, generará considerables volúmenes de datos (macrodatos).
• Habrá un desarrollo continuado de las interfaces hombre-máquina que permita a los humanos conectarse a distancia con las máquinas y entre sí, por medio de las Tecnologías Habilitadas por las TIC, de manera mucho más parecida a cómo interactúan los humanos cara a cara. Las tendencias indican que es posible que en 2025 hayan comenzado a aparecer interfaces directas cerebro-máquina, si bien no estarán especialmente extendidas.

En los cuatro escenarios analizados pueden presentarse los siguientes retos, si bien con distinto alcance y repercusión:

• La posibilidad de que la automatización retire a los humanos de los entornos peligrosos, pero que introduzca también nuevos riesgos, especialmente influenciados por la transparencia de los algoritmos subyacentes y las interfaces hombre-máquina.
• Los factores psicosociales y organizativos serán cada vez más importantes porque las Tecnologías Habilitadas por las TIC pueden promover cambios en los tipos de trabajos disponibles; el ritmo de trabajo, cómo, dónde y cuándo se realiza; y cómo se gestiona y supervisa.
• El aumento del estrés laboral, especialmente debido al impacto del creciente seguimiento de los trabajadores facilitado por los avances y la mayor ubicuidad de las Tecnologías Habilitadas por las TIC portables, la disponibilidad de 24 horas al día los siete días de la semana, la confusión de los límites entre la vida laboral y personal, y la economía de las plataformas de Internet.
• Crecientes riesgos ergonómicos debido al incremento del trabajo por Internet y al uso de dispositivos móviles en entornos distintos de la oficina.
• Riesgos asociados a las nuevas interfaces hombre-máquina, especialmente por la ergonomía y la carga cognitiva.

• El incremento del trabajo sedentario, un riesgo asociado a la obesidad y a enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares y la diabetes.
• Riesgos para la ciberseguridad debido al incremento de la interconexión de las cosas y las personas.
• El creciente número de trabajadores ‘falsos autónomos’ que podrían quedar fuera de la reglamentación vigente de la seguridad y salud en el trabajo.
• Cambios en los modelos de negocio y las jerarquías laborales debido al incremento del trabajo en internet y flexible y a la introducción de la gestión algorítmica y la Inteligencia Artificial, que pueden alterar los actuales mecanismos de gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo.
• La gestión algorítmica del trabajo y los trabajadores, la Inteligencia Artificial, las tecnologías de seguimiento, como los elementos portables, junto con el Internet de las cosas y los macrodatos, pueden ocasionar que los trabajadores pierdan el control de sus datos, así como problemas de protección de datos, problemas éticos, desigualdad en la información con respecto a la Seguridad y Salud en el Trabajo, y presión sobre el rendimiento de los trabajadores.
• La carencia de las capacidades necesarias en la fuerza de trabajo para utilizar las Tecnologías Habilitadas por las TIC, adaptarse a los cambios y gestionar el equilibrio entre su vida laboral y personal.
• Cambios de empleo más frecuentes y una vida laboral más larga.
• Los periodos de transición e incorporación a los procesos productivos de las nuevas tecnologías, en los que estas convivirán simultáneamente con las tecnologías desplazadas estando ambas tecnologías en servicio, requieren compatibilidad de las infraestructuras implantadas y medidas para evitar riesgos de confusión y de uso accidental de los procedimientos equivocados e incompatibles mientras estén vigentes al mismo tiempo.
• El ritmo acelerado de cambio tecnológico puede provocar riesgos que tengan su origen en los defectos de diseño, antes de poner el equipo de trabajo en servicio, de manera que produzcan fallos de manera impredecible y peligrosa. También durante este periodo de transición, un ritmo de cambio tecnológico avanzado puede agudizar el tecnoestrés.
• El acceso y disponibilidad de las nuevas tecnologías por microempresas o por falsos autónomos, que carezcan de los recursos y capacidades adecuadas para el manejo sustancias peligrosas con seguridad en procesos como la impresión 3D y 4D y la bioimpresión pueden incrementar la exposición de los trabajadores.
• Los componentes o repuestos falsificados a raíz de la creciente facilidad de manejo y disponibilidad de las impresoras 3D, pueden causar fallos peligrosos en los equipos de trabajo después de las tareas de mantenimiento o reparación.
• La exposición a campos electromagnéticos podría aumentar tanto en duración como en intensidad, cuando las redes wifi 5G y la carga sin contacto de las Tecnologías Habilitadas por las TIC móviles estén más extendidas.

En el este nuevo escenario el impacto combinado de estos cambios en la situación del empleo, de las jerarquías y de las relaciones laborales, podría poner en cuestión los mecanismos actuales para gestionar y regular la seguridad y salud en el trabajo. Algunas de las acciones, que surgieron de los debates mantenidos en los distintos talleres organizados en el marco de este proyecto y que podrían contribuir a mitigar los problemas de la seguridad y salud en el trabajo relacionados con la digitalización son las siguientes:

• El establecimiento de un marco ético para la digitalización y códigos de conducta.
• Un planteamiento firme de ‘prevención a través del diseño’ que integre un enfoque de diseño centrado en el usuario o trabajador.
• Promover los ámbitos de formación y de investigación con la colaboración entre el sector académico, la industria, los interlocutores sociales y las autoridades públicas en materia de investigación e innovación, para el desarrollo de tecnologías habilitadas por las TIC y tecnologías digitales, a fin de tomar debidamente en cuenta los aspectos humanos.
• La participación de los trabajadores en la aplicación de las estrategias de digitalización.
• La evaluación avanzada de los riesgos en el lugar de trabajo, aprovechando las oportunidades sin precedentes que ofrecen las tecnologías habilitadas por las TIC, considerando al mismo tiempo todas las distintas repercusiones que pueden tener en términos de problemas preventivos, de acuerdo con este proyecto prospectivo.
• Establecer un marco normativo para determinar las responsabilidades en materia de seguridad y salud en el trabajo en los nuevos sistemas y formas de trabajo.
• Un sistema educativo adaptado y formación de los trabajadores.
• La prestación de servicios de seguridad y salud en el trabajo efectivos a los trabajadores digitales.

Referencias

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