Entrevista a Víctor Paluzíe, CEO de RMS Iberia
Informe del sector de la impresión 3D / fabricación aditiva 2025
¿Cuáles son sus predicciones respecto al desarrollo y la evolución de la industria de la fabricación aditiva en el transcurso del presente año?
El desarrollo de la fabricación aditiva solo será viable si se aborda como parte de un ecosistema industrial más amplio. No puede pensarse en impresión 3D de forma aislada. Su valor reside en su integración con otras tecnologías habilitadoras —automatización, conectividad, simulación, análisis de datos— dentro de una estrategia de fabricación avanzada. En este sentido, tal como estamos trabajando en RMS, la utilización de agentes de IA y orquestadores IA representa un salto cualitativo: permitirán evolucionar hacia soluciones que las ingenierías puedan garantizar trazabilidad, fiabilidad y verificación técnica, especialmente en sectores regulados y de muy alta exigencia donde la credibilidad del dato es esencial.
¿A qué retos y oportunidades se enfrenta el sector a corto plazo?
El verdadero desafío no está solo en la tecnología, sino en aprender a innovar en los modelos de negocio. La fabricación aditiva, conjuntamente con el resto de tecnologías de Industria 5.0 permite transformar la forma en que se capta, crea y entrega valor. El camino está en digitalizar toda la cadena, y permitir que entre en mayor medida, la digitalización en la industria manufacturera, donde se transforman y fabrican “cosas” como ya ha sucedido en industrias de servicios ahora plenamente digitales. Además, el rigor en los procesos de certificación no debe entenderse como una barrera, sino como un mecanismo que ordena y profesionaliza el sector, depurando tecnologías inmaduras y consolidando soluciones industriales reales como las que ofrecemos nosotros.
En un mercado tan competitivo, ¿cuál es su valor añadido?
El valor añadido real emerge al combinar sostenibilidad, productividad y sistemas abiertos (además de un innovador modelo de negocio). La sostenibilidad no es solo una exigencia ética o reputacional, sino una fuente de eficiencia y resiliencia operativa. La productividad debe entenderse de forma global, midiendo el impacto en todo el ciclo de vida. Y, como es en nuestro caso sobre todo, los sistemas con parámetros abiertos permiten desarrollar soluciones propias, proteger el conocimiento y construir ventajas competitivas duraderas. Esta capacidad de personalización será clave en los modelos industriales del futuro.



