Tecnalia inicia las obras de su nuevo edificio para movilidad sostenible e inteligente
Tecnalia, centro de investigación y desarrollo tecnológico, inició el 8 de julio de 2025 las obras de un nuevo edificio dedicado a la movilidad sostenible e inteligente, ubicado en el polígono Eskuzaitzeta de Donostia-San Sebastián, con una inversión de 14 millones de euros y el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Esta infraestructura, que estará operativa a finales de 2026, formará parte del Polo Mubil y se convertirá en un referente en tecnologías limpias de propulsión, movilidad aérea y soluciones de transición energética, con una superficie de 7.000 metros cuadrados y tres laboratorios especializados.
Como parte del Polo Mubil, esta nueva infraestructura tendrá como objetivo posicionar a Gipuzkoa como referente internacional en el ámbito de la electromovilidad. Para ello, fomentará la colaboración con agentes y empresas del entorno.
Tres laboratorios para tecnologías limpias e innovación avanzada
Las instalaciones albergarán tres laboratorios especializados: el Urban Mobility Lab, orientado a la movilidad aérea, y los H2 Technologies Labs, dos laboratorios centrados en tecnologías limpias de propulsión, generación, distribución y almacenamiento, como el hidrógeno. Estos espacios estarán destinados al desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas, así como al testeo y validación de prototipos, “desde nuevos materiales, hasta sistemas y soluciones digitales basados en tecnologías avanzadas”.
Un equipo compuesto por alrededor de 80 profesionales liderará las actividades del nuevo edificio, que también actuará como polo de atracción de talento especializado en movilidad, transición energética, digitalización y sostenibilidad.
Construcción sostenible y eficiencia energética
La nueva infraestructura será construida conforme a criterios de edificación inteligente e incorporará una estrategia bioclimática diseñada para reducir el consumo energético. En esta línea, se utilizarán “soluciones y materiales que minimicen la huella de carbono, tanto en la fase de ejecución como durante todo su ciclo de vida”, y contará con “una fachada móvil, para reducir el consumo energético”.
Este enfoque sitúa al edificio como un modelo en sostenibilidad aplicada a infraestructuras tecnológicas, alineado con los objetivos europeos de descarbonización y eficiencia energética.




















