El proyecto oPEN Lab aplica algoritmos de visión en la vía pública para contar personas y anticipar emergencias
El Ayuntamiento de Pamplona puso en marcha en mayo de 2025 un experimento con sus propias cámaras de seguridad para explorar nuevas funciones basadas en inteligencia artificial. La iniciativa, desarrollada en el marco europeo de oPEN Lab, se centra en dos aplicaciones: el conteo anónimo de personas para gestionar aforos en espacios concurridos y la detección de caídas en la vía pública con aviso temprano a los servicios de emergencias.
Un piloto municipal enmarcado en la red europea oPEN Lab
Pamplona se convirtió en una de las tres ciudades europeas que participan en el proyecto oPEN Lab, financiado por el programa Horizonte 2020. Este consorcio, formado por más de treinta entidades de siete países, se centra en experimentar soluciones replicables en barrios de energía positiva. En el caso de la capital navarra, el Ayuntamiento abrió el programa Smart Iruña Lab para que empresas locales pudieran validar propuestas de innovación en infraestructuras municipales.
En la edición de 2025 se seleccionaron cuatro proyectos, entre ellos el que presentó la empresa Copysan Comunicaciones. Su propuesta consistía en aplicar algoritmos de visión por computador a las cámaras de seguridad ya instaladas en la ciudad, con el fin de analizar flujos de personas y mejorar la respuesta ante emergencias. El consistorio facilitó espacios y recursos para probar la solución en condiciones reales y comprobar su viabilidad técnica.
El experimento se anunció oficialmente el 28 de mayo de 2025. La nota municipal explicó que las pruebas se realizarían en dos entornos urbanos, siendo el Estadio El Sadar, sede del Club Atlético Osasuna, uno de ellos. Allí se evaluó la capacidad del sistema para registrar aforos elevados en acontecimientos deportivos y ajustar los algoritmos a patrones de aglomeración.
Gestión de aforos sin límite de recuento
El primer uso planteado por el piloto es el conteo de personas en espacios públicos. A diferencia de otras soluciones que limitan el registro a unas pocas decenas de individuos, el sistema desarrollado en Pamplona no establece un techo en la cifra total. Los algoritmos procesan la señal de vídeo en tiempo real y generan estadísticas de ocupación, con alertas cuando se alcanzan umbrales definidos de aforo mínimo, medio o máximo.
Esta capacidad permite que las autoridades municipales dispongan de información instantánea para decidir actuaciones en escenarios de alta concurrencia, como partidos de fútbol, conciertos o festividades. El recuento no identifica a las personas, lo que reduce el riesgo de tratamiento de datos personales. La función se centra exclusivamente en la cuantificación de presencia y movimiento colectivo.
Durante la validación en el Sadar, los técnicos ajustaron la predicción de aglomeraciones. El objetivo era que la herramienta no solo cuantificara en el momento, sino que pudiera anticipar evoluciones probables de los flujos de asistentes. Con ello se buscaba dotar al sistema de un valor preventivo en la gestión de la seguridad.
El estadio El Sadar ha participado en las pruebas piloto del proyecto oPEN Lab. Fuente: Club Atlético Osasuna.
Detección automática de caídas y aviso temprano al 112
El segundo caso de uso aborda una situación crítica en la vía pública: la caída repentina de una persona. El algoritmo reconoce el patrón característico de un desplome y envía de forma inmediata una señal de alerta al centro de emergencias 112. De este modo se acorta el tiempo de respuesta en incidentes asociados a ictus, infartos u otros eventos médicos que requieren atención urgente.
La detección se probó en dos escenarios distintos para comprobar su fiabilidad en entornos abiertos. El sistema se diseñó para minimizar falsos positivos, diferenciando entre caídas reales y movimientos cotidianos, como agacharse o sentarse. Una vez verificada la alerta, los servicios sanitarios pueden movilizar recursos sin depender de llamadas de terceros, lo que incrementa la probabilidad de una asistencia más rápida.
El Ayuntamiento presentó esta función como una herramienta complementaria para reforzar la atención en emergencias urbanas. En combinación con el conteo de personas, el piloto ofrecía una panorámica doble: control de grandes concentraciones y apoyo en situaciones individuales que requieren inmediatez.
Evaluación, resultados y continuidad de la experiencia
El 25 de junio de 2025 se celebró en el Palacio del Condestable la sesión pública de resultados de la tercera edición de Smart Iruña Lab. Allí se confirmó que el piloto había logrado validar en entorno real lo que previamente se había probado en laboratorio. Copysan explicó cómo la experiencia en el estadio El Sadar sirvió para perfeccionar los algoritmos de predicción y afinar las métricas de conteo masivo.
La evaluación de todos los proyectos de la edición alcanzó una nota media de 8,3 sobre 10, con doce recomendaciones formuladas para futuras convocatorias. Entre ellas figuraban la necesidad de acortar los plazos de selección, reforzar la comunicación entre áreas municipales y facilitar mayor acompañamiento en la tramitación de permisos. El piloto de aforos y caídas fue valorado como un ejemplo de cooperación efectiva entre empresa tecnológica y administración local.
Pamplona, al integrarse en el consorcio europeo oPEN Lab, ha situado este experimento en un marco internacional de innovación urbana. El aprendizaje obtenido en la capital navarra se compartirá con los demás laboratorios europeos de Genk (Bélgica) y Tartu (Estonia), con el fin de identificar soluciones que puedan reproducirse en otros entornos urbanos.
Perspectivas de una ciudad que ensaya seguridad inteligente
Los resultados de la edición de 2025 confirman que la experimentación en entornos reales es un recurso útil para contrastar nuevas tecnologías de seguridad. Pamplona ha ofrecido su infraestructura urbana como banco de pruebas y, con ello, ha permitido que una empresa local evaluara en condiciones auténticas un desarrollo orientado a mejorar la protección en espacios públicos.
El proyecto refuerza la función de los laboratorios urbanos como espacios de colaboración entre administraciones y tejido tecnológico. La combinación de inteligencia artificial, cámaras existentes y cooperación institucional constituye un modelo de experimentación que podría inspirar a otras ciudades europeas.
El futuro inmediato dependerá de las decisiones municipales y del marco de financiación europea. Lo probado en Pamplona constituye, en todo caso, un paso relevante en la aplicación de la inteligencia artificial a la seguridad urbana, concebida desde una perspectiva experimental y compartida con la red de oPEN Lab.















