FEINDEF y la Seguridad: motores de innovación para proteger nuestro futuro

El sector de la seguridad es un pilar fundamental del entramado industrial y tecnológico de España. Su evolución constante y su capacidad de adaptación a las nuevas tendencias, innovaciones y tecnologías lo convierten en un elemento clave no solo para la protección del territorio, sino también para el mantenimiento del bienestar de la sociedad. En un mundo interconectado y en constante cambio, garantizar la seguridad nacional requiere una industria robusta y preparada para responder a los retos emergentes.

María de la Malla, vicepresidenta de Seguridad de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE).

Según el informe 'Impacto económico y social de la Industria de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio', elaborado por PwC para TEDAE, la actividad económica del sector seguridad siguió consolidando su importancia durante el pasado ejercicio, poniendo de manifiesto su capacidad de generar empleo y de desarrollar tecnología de vanguardia para España. También evidencia la creciente demanda de soluciones avanzadas en seguridad, tanto en el ámbito público como privado, y confirma que es un sector en pleno desarrollo con importantes expectativas de crecimiento en los próximos años.

Uno de los eventos más relevantes para visibilizar la importancia de la seguridad es FEINDEF. Esta feria se ha consolidado como un espacio esencial para mostrar los últimos avances tecnológicos en materia de seguridad y defensa, así como para fomentar la cooperación entre empresas, administraciones públicas y organismos internacionales. En este foro se generan alianzas estratégicas y se comparten las mejores prácticas con el objetivo de fortalecer la seguridad nacional y enfrentarse a las nuevas amenazas. También busca acercar la cultura de la defensa y seguridad a la sociedad, a las cadenas de suministro, a los centros de investigación o al ámbito universitario.

FEINDEF es un gran escaparate para proyectar las capacidades tecnológicas del sector y afianzar su papel como principal suministrador de soluciones de protección de infraestructuras críticas y ciberseguridad para las instituciones.

No obstante, la innovación tecnológica no es suficiente, por lo que es fundamental reforzar la colaboración entre la esfera pública y la privada para garantizar estrategias de seguridad eficaces y adaptables al contexto geopolítico actual. La cooperación de la Administración y el Ministerio del Interior con las empresas del sector es esencial para realizar inversiones continuas y desarrollar estrategias de seguridad nacional eficaces que permitan una respuesta ágil ante las nuevas amenazas. En este sentido, será clave revisar y actualizar documentos como la Estrategia de Seguridad Nacional de 2021, asegurando que sus directrices sean coherentes con la realidad y los riesgos actuales.

Uno de los mayores desafíos que enfrenta el mundo en la actualidad es la ciberseguridad. La creciente digitalización de todos los sectores económicos o en ámbitos como los servicios públicos, han incrementado la exposición a amenazas cibernéticas que pueden comprometer la infraestructura crítica del país y afectar tanto a empresas como a ciudadanos. La prevención de ataques digitales es una prioridad que requiere inversión en tecnologías de vanguardia, capacitación especializada y una estrecha colaboración entre los diferentes actores del sector.

En este contexto, la industria de la seguridad juega un papel determinante en la transformación digital. La implementación de soluciones avanzas de ciberseguridad permite no solo proteger sistemas e infraestructuras, sino también garantizar un uso seguro de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial. La IA tiene un enorme potencial para mejorar la seguridad en diferentes ámbitos, desde la vigilancia y el análisis de datos hasta la automatización de procesos de detección de amenazas. Sin embargo, su uso también plantea desafíos éticos y de privacidad que deben ser abordados con responsabilidad y una regulación adecuada.

“En un mundo interconectado y en constante cambio, garantizar la seguridad nacional requiere una industria robusta y preparada para responder a los retos emergentes”.

El uso seguro de la inteligencia artificial en materia de seguridad implica crear marcos normativos que garanticen la transparencia y la protección de los derechos fundamentales. Además, es necesario invertir en el desarrollo de tecnologías de IA que aseguren la efectividad de las soluciones de seguridad. En este sentido, la cooperación entre empresas tecnológicas, organismos de regulación y expertos en ética digital es fundamental para establecer un equilibrio entre innovación y seguridad. 

Otro aspecto crucial es la protección de infraestructuras críticas. Desde núcleos energéticos y de telecomunicaciones hasta vigilancia de fronteras, redes de transporte y abastecimiento de agua, la seguridad de estos servicios esenciales depende en gran medida de la capacidad del sector para prevenir ataques y garantizar su operatividad. La implementación de tecnologías avanzadas y estrategias de prevención refuerzan la seguridad de estas infraestructuras y minimizan el riesgo de ciberataques.

El panorama global actual acentúa significativamente la importancia de fortalecer la seguridad en el ámbito europeo. Las alianzas con socios y organismos europeos son esenciales para compartir información, desarrollar estrategias conjuntas y mejorar la capacidad de respuesta ante amenazas internacionales.

A medida que la tecnología avanza, lo hacen las amenazas a la seguridad. El auge de la desinformación, los ciberataques dirigidos y el uso malintencionado de la inteligencia artificial representan desafíos crecientes que requieren una respuesta coordinada y efectiva. La educación y la concienciación juegan un papel clave en este sentido. Es necesario promover la formación en ciberseguridad tanto en el ámbito empresarial como en el público, fomentando una cultura en materia de seguridad que permita a los ciudadanos y las organizaciones identificar y prevenir amenazas. 

En conclusión, el sector de la seguridad es una pieza clave para la estabilidad y el progreso de España. Su constante innovación y desarrollo es fundamental para enfrentar los desafíos del mundo moderno, desde la ciberseguridad y la protección de infraestructuras críticas, hasta el uso seguro de la inteligencia artificial. La colaboración público-privada, el fortalecimiento de alianzas internacionales y la inversión en tecnologías avanzadas son factores determinantes para garantizar una seguridad eficaz y sostenible en el tiempo. Solo a través de un enfoque colaborativo, integral y proactivo podremos construir un futuro más seguro para todos.