Tendencias tecnológicas en el sector de la seguridad

La tecnología UHF (frecuencia ultra alta) está entrando en el territorio de los códigos de barras. Su largo alcance de lectura combinado con un coste de fabricación inferior lo convierten en un aspirante más avanzado, flexible y versátil en situaciones como el rastreo de equipaje y el control de los stocks en tiendas. También es muy robusta: se puede leer una etiqueta UHF a través del agua o cuando está adjuntada a metal.

Las tarjetas inteligentes ganan cada vez más peso en el sector de la seguridad.

La UHF existe desde hace bastante tiempo, pero el estándar internacional EPC Generación 2 ha hecho que la tecnología sea mucho más factible, no sólo en las cadenas de suministro, sino también para la identificación y el rastreo de personas.

Gen 2 permite el diseño de configuraciones de pequeñas antenas que se pueden encajar en los productos más pequeños, mientras los algoritmos contra colisiones implican que el escaneado de un gran abanico de productos no presente ningún problema. Evidentemente, aporta ventajas para las cadenas de suministro farmacéuticas, por ejemplo, ya que pueden utilizar la misma tecnología para toda la operación, de productos a paletas, para que todo el proceso sea más fluido y mucho más seguro.

En cuanto a las personas, la UHF ofrece gran potencial en las aplicaciones que requieren identificación a larga distancia. Por ejemplo, las pulseras UHF pasivas están permitiendo la identificación precisa de los pacientes que van a cirugía. También se utilizan para el seguimiento en tiempo real de las personas en los eventos, lo que garantiza que los números de los asistentes cumplen con las normativas de salud y seguridad. Pero más allá de las aplicaciones de seguridad, gracias a las mejoras en el diseño de los lectores, UHF ahora se está utilizando en los entornos comerciales de etiquetado y gestión de activos y pago. A medida que la utilización vaya creciendo, aparecerán aplicaciones cada vez más originales.

Pero el código de barras no va a desaparecer, al menos de momento. Su precio y el hecho de ser tan práctico, garantizan que seguirán en el mercado durante muchísimos años. Puede que la utilización de la UHF en las cadenas de suministro ya sea una posibilidad real, pero todavía queda bastante tiempo antes de que todos los usuarios adopten la nueva tecnología en vez del estándar existente.

Chip y antena contactless incrustados (tecnología iClass).

Tampoco van a desaparecer las tecnologías RF existentes. Todo lo contrario: la 125KHz de sólo lectura seguirá estando presente, ya que sus lectores son más económicos que los de UHF y el precio dictará la necesidad de estos productos. La 13,56MHz (Legic, NXP, etc.) de lectura/escritura está bien establecida en el mercado, con una amplia base de usuarios y una cantidad inmensa de productos complementarios.

En cuanto a las tarjetas con chip de contacto, los productos de alta calidad, como la Tarjeta Java (JCOP 21/31), seguirán siendo demandados para las aplicaciones seguras múltiples, mientras las tarjetas de doble interfaz darán un empujón a las aplicaciones de contacto combinado y NFC (comunicación a distancia corta).

El robo de identidades ha promovido una gran aceptación de las tecnologías biométricas. Como la resistencia hacia la biométrica y el miedo al fenómeno Gran Hermano están disminuyendo, la verificación biométrica se posiciona como uno de los métodos más seguros para la identificación. El reconocimiento facial, dactilar y del iris se está usando en muchos países para la identificación en los controles de inmigración en las fronteras y para aplicaciones con pasaportes.

Tarjetas NFC (near-field communications, que se suelen usar para pagos) empleadas para aplicaciones con móvil.

Los sistemas de huella dactilar se utilizan ampliamente y están ya muy aceptados, y están evolucionando a un nivel superior. Preocupaciones sobre las huellas dactilares falsas (hechas de látex o goma) ya se han tratado con los lectores y software que usan métodos como la detección infrarroja y la medición de la capacitancia de la piel, pulso, temperatura o presión arterial.

Sistemas de reconocimiento de la red vascular han tenido un éxito limitado, pero aún pueden aumentar su cuota de mercado. Son convenientes y seguros, y muy fáciles de usar ya que con un simple sacudido de la mano el usuario puede iniciar sesión en un ordenador u operar un sistema.

El reconocimiento facial y del iris son cada vez más sencillos de utilizar: simplemente hace falta colocarse en un punto concreto durante unos segundos. Esta tecnología ya existe en la prevención del crimen para identificar individuos en muchedumbres, por ejemplo, pero su uso se extenderá y será más del tipo uno-a-uno. De hecho, cada vez más se emplea el reconocimiento facial para el acceso seguro a edificios y almacenes de alta seguridad.

Huelga decir que la combinación de dos o más tecnologías biométricas (la biometría multimodo) es el aspecto más novedoso de la identificación segura.

Pero este incremento en la biométrica (y autenticación móvil) no implica que las tarjetas hayan muerto. Aunque podría parecer que sí, lo más probable es que cada tecnología impulsará la otra.

Las historias alarmantes de archivos perdidos y el robo de datos han hecho que mucha gente no esté dispuesta a guardar sus datos en un lugar que no pueden controlar. Con los sistemas ‘Match-on-card’ (coincidencia en la tarjeta) y otros similares, esto ya no es necesario.

Sistema de biometría basado en reconocimiento facial (Suprema Facestation, disponible de Databac).

Con estos sistemas, los datos biométricos y de cualquier otro tipo (como huellas dactilares, imprentas de palmas, fotos, datos personales y derechos de acceso) no se almacenan en una base de datos central sino en una tarjeta u otro dispositivo que el usuario lleva siempre consigo. Cuando los usuarios se acercan a un lector, por ejemplo, escanean su huella dactilar y su tarjeta. El lector compara la huella dactilar con la imagen incluida en la tarjeta. Si coinciden, permite el acceso. Incluso si se pierde una de estas tarjetas, o si la roban, sólo quiere decir que se ha comprometido un solo registro, y es muy fácil restaurarlo.

Cualquiera que sea la tecnología empleada para identificar a una persona, hay una tendencia ascendente. Los sistemas de seguridad están convergiendo y amalgamándose con otros sistemas. El control de accesos, acceso lógico, automación de edificios, control horario y de asistencia, el inicio de sesiones con redes, la seguridad y la PKI (infraestructura de clave pública) están todos uniéndose. No es ninguna sorpresa ya que, en esencia, todos sean muy parecidos. Cada aplicación requiere la identificación de una persona autorizada para activar una tarea preprogramada, como la apertura de una puerta, el registro de una fecha u hora, el inicio de un programa de software o la activación del aire-acondicionado.

Las tarjetas multi-aplicación de Databac Group y otros fabricantes existen desde hace mucho tiempo, en las que una sola tarjeta opera con varios sistemas para diferentes funciones. Las tarjetas de doble interfaz son las tarjetas inteligentes multi-aplicaciones más recientes.

Los sistemas basados en la web son ideales para las empresas con más de un local. Los sistemas de seguridad integrados pueden extender una intranet corporativa para que funcione en todo un país o incluso el mundo. Existen muchas maneras por las que los usuarios acceden a estos sistemas, pero una posibilidad es una mezcla de tarjetas inteligentes y la biométrica.

Las plataformas para la identificación de usuarios están pasando más allá de las tarjetas y etiquetas tradicionales o incluso los lectores biométricos de la actualidad. Con el auge de los sistemas móviles de pago, los teléfonos móviles ya incorporan aplicaciones de seguridad de reconocimiento facial y de huella digital. Este mercado se hará cada vez más grande, con nuevos métodos saliendo al mercado, como la tecnología ECG cardíaco y el reconocimiento del iris optimizado.

Pulseras genéricas de identificación.

Hoy en día, muchos sistemas de acceso se pueden utilizar con los teléfonos móviles, que se utilizan como cualquier otro credencial de identificación. Gracias a NFC (Near-Field Communication), una evolución de la tecnología RFID, el móvil se ha convertido en un dispositivo eficaz para acceder a sistemas de seguridad. Apple, Google y Samsung, todos tienen smartphones con NFC y no serán los únicos. Más allá de las aplicaciones personales como la mensajería instantánea y las cámaras de fotos, apertura de puertas de coches y el pago del transporte público, en el futuro incluirán funciones corporativas y de seguridad como la identificación, control de accesos, registro de entradas y salidas y mucho más.

Se puede guardar los datos de identificación en un móvil para un proceso de verificación denominado ‘match-on-phone’ (coincidencia en el teléfono). Imaginen la situación: el usuario activa su móvil de empresa por medio de su huella dactilar y, cuando llega al despacho, presenta su móvil a un lector, recita un código vocal y se para un segundo para un escaneado de la cara. El sistema compara la huella vocal y la imagen facial con las guardadas en el móvil y permite o deniega acceso según los resultados. No es una exageración. ¡Pero los usuarios sí que tendrán que procurar tener las baterías bien cargadas!

La biométrica multimodo, junto con la verificación en tiempo real de los datos contenidos en un chip integrado en una tarjeta, una etiqueta o un móvil será la nueva norma de los bancos y cárceles. En algún momento del futuro, hasta el ADN podría ser el identificador principal, y el proyector holográfico portátil es otro método para la verificación de identidades que las futuras generaciones podrían desarrollar.