Recomendaciones de Tecnifuego para evitar que las decoraciones navideñas se conviertan en un peligro
La Navidad es un periodo en el que los incendios aumentan de forma significativa. Velas, estufas, chimeneas, árboles de Navidad, luces y adornos son fuentes habituales de riesgo que, combinadas con descuidos, pueden provocar tragedias, por lo que requieren una atención constante. La Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego) recuerda que, con precauciones sencillas, es posible disfrutar de la Navidad sin poner en peligro la seguridad.
El riesgo se hace más evidente con tragedias recientes, como el incendio ocurrido esta semana en Palas de Rei, Lugo, donde un incendio en una vivienda causó la muerte de una mujer y dejó heridas a otras seis personas. Las primeras investigaciones apuntan a que el fuego se pudo originar por un cortocircuito en el árbol de Navidad y los adornos situados en un porche de madera, propagándose rápidamente por la vivienda y generando inhalación de humo entre los residentes.
Como explican desde Tecnifuego, la combinación de elementos inflamables, electricidad defectuosa y estructuras de madera convierte cualquier descuido en un peligro real. Sin embargo, advierten, esta amenaza puede minimizarse adoptando medidas sencillas y responsables.
Riesgos en el hogar
Entre los puntos críticos durante estas fechas se encuentran los árboles de Navidad. Los árboles naturales, como abetos, pinos o abetos de Douglas, cortados sin raíces se secan rápidamente y sus ramas y agujas se vuelven extremadamente inflamables. Un árbol seco puede arder en menos de 30 segundos. Para reducir el riesgo, es fundamental mantener el tronco sumergido en agua y colocarlo lejos de fuentes de calor como chimeneas, estufas o radiadores. También conviene revisar la base del tronco, un exceso de agujas caídas indica que el árbol ha envejecido demasiado y debe reemplazarse. Además, conviene limitar el tiempo que el árbol permanece en el hogar a un máximo de cuatro semanas.
Por su parte, los árboles artificiales, aunque suelen ser menos inflamables, pueden contener plásticos combustibles en modelos de baja calidad. Es recomendable que sean ignífugos o cuenten con certificaciones europeas (EN 71-2 o EN 13501) que garantice resistencia al fuego. Las luces, integradas o externas, deben estar en buen estado, sin cables pelados ni sobrecarga de enchufes, y cumplir con la normativa CE de seguridad eléctrica. Contar con un extintor accesible en salones y zonas cercanas al árbol es otra medida que puede marcar la diferencia en caso de incendio.
Las decoraciones, desde velas hasta adornos colgados de las ramas de los árboles o coronas, pueden incrementar la peligrosidad si se colocan cerca de materiales inflamables. Tecnifuego aconseja evitar aerosoles decorativos o nieve artificial cerca de fuentes de calor, no colocar adornos sobre ramas secas o muy cerca de velas y chimeneas y mantener las salidas de las viviendas libres de elementos decorativos para facilitar la evacuación en caso de emergencia. Además, el uso de velas debe ser siempre supervisado y nunca dejarlas encendidas sin vigilancia.
La iluminación es otra fuente frecuente de riesgo durante la Navidad. Para minimizarlo, Tecnifuego recomienda utilizar luces de bajo voltaje certificadas para uso en interiores, revisar diariamente que no haya cables dañados o pelados, apagar todas las luces al salir de casa o al ir a dormir, evitar sobrecargar enchufes y regletas y optar por bombillas LED y baterías frente a luces incandescentes, que generan más calor y aumentan la probabilidad de ignición.
Materiales seguros en espacios públicos interiores
Tecnifuego recuerda que la seguridad contra incendios no solo depende de la protección activa (detectores, rociadores o extintores) ni de la resistencia al fuego de estructuras y sectorizaciones, sino también de un aspecto menos visible pero igual de determinante: la reacción al fuego de los materiales decorativos y de revestimiento.
El Código Técnico de la Edificación (CTE) y el Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Establecimientos Industriales (RSCIEI) establecen requisitos concretos para estos materiales, especialmente en espacios sensibles como restaurantes, hoteles, centros administrativos o entornos hospitalarios. Sin embargo, tendencias actuales como la tematización de locales, el uso de materiales escenográficos o el empleo creciente de madera constructiva sin tratamiento adecuado han incrementado la presencia de elementos altamente combustibles en interiores.
En los últimos años se han registrado incendios con víctimas mortales en locales de pública concurrencia en España, en los que la rápida propagación del fuego estuvo directamente relacionada con los materiales decorativos empleados.
Ante la cercanía de cenas de empresa, eventos y celebraciones con gran afluencia en espacios cerrados, la Asociación hace un llamamiento a propietarios, proyectistas e instaladores para que verifiquen el cumplimiento de la normativa y garanticen que los revestimientos y decoraciones utilizados cuentan con la clasificación de reacción al fuego exigida.
“La Navidad es un periodo para disfrutar, pero también para extremar la prudencia. La elección de materiales seguros, el buen estado de las instalaciones eléctricas y la supervisión de velas, luces y adornos marcan la diferencia entre una celebración tranquila y una tragedia”, señala Llorenç Domingo, miembro del Comité Sectorial de Ingeniería, Instalación y Mantenimiento de Sistemas de Protección Pasiva de Tecnifuego. “Solo desde una visión completa de la seguridad, que incluya protección activa, resistencia al fuego y una adecuada reacción al fuego de los materiales, podremos garantizar espacios realmente seguros”, concluye.
La prevención y el cumplimiento de la normativa son claves para reducir los incendios durante estas fechas. Con pequeñas medidas en el hogar y decisiones responsables en los espacios públicos, es posible disfrutar de una Navidad segura para todos.















