Entrevista a José Gil, director general de España y Portugal de Prosegur Security
El sector de la seguridad privada vive un proceso de transformación en el que conviven innovación tecnológica y profesionalización. José Gil, director general de España y Portugal de Prosegur Security, analiza cómo la figura del vigilante sigue siendo determinante en un modelo que incorpora inteligencia artificial, analítica predictiva, iSOC y drones, pero que mantiene al capital humano como referencia insustituible. La entrevista aborda también las expectativas sobre el nuevo Reglamento de Seguridad Privada, los perfiles profesionales que demanda la compañía y el papel de la colaboración institucional en la protección de infraestructuras y grandes eventos
¿Cómo describirían el momento actual que atraviesa el sector de la seguridad privada en España?
El sector de la seguridad privada en España atraviesa una etapa de transición marcada por el impulso de la tecnología, la reconfiguración de los riesgos y una creciente demanda de servicios más integrales y especializados. Hemos pasado de un modelo centrado en la vigilancia presencial a otro mucho más complejo, donde la tecnología, la anticipación y la especialización son claves. Sin embargo, en este proceso de transformación, el vigilante sigue siendo el eje central. Su experiencia, capacidad de reacción y conocimiento del terreno aportan un valor insustituible, especialmente en situaciones críticas. Un claro ejemplo fue el apagón que sufrió parte del territorio español hace unos meses, donde muchas herramientas tecnológicas quedaron inoperativas y fueron los vigilantes quienes mantuvieron la seguridad y garantizaron la continuidad operativa de numerosos servicios.
En este sentido, el actual paradigma está definido por un entorno de amenazas cada vez más híbridas —físicas y digitales— y por una mayor exigencia de los clientes en términos de eficiencia, resiliencia y profesionalidad. Esto obliga a las compañías del sector a evolucionar, apostando por la innovación, la formación continua y el fortalecimiento de los mecanismos de coordinación con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. En Prosegur Security creemos que estamos ante una gran oportunidad para redefinir el valor estratégico que aportamos a la sociedad y a las organizaciones, y ese valor sigue teniendo como protagonista al vigilante.
¿Qué elementos cree Prosegur que marcarán la transformación del sector en los próximos años?
Desde nuestra compañía identificamos tres grandes palancas de cambio: el talento de las personas, la tecnología y la colaboración institucional. En cuanto a la más comentada, la tecnología; la incorporación de herramientas como la inteligencia artificial, la analítica predictiva, los sistemas de visión artificial, los drones o los centros de operaciones de seguridad (iSOC) está redefiniendo por completo el enfoque operativo.
Pero nada de esto es posible sin el factor humano. La transformación del sector requiere reforzar el papel del vigilante como profesional altamente cualificado, capaz de trabajar en entornos híbridos y asumir responsabilidades cada vez más complejas. Casos como el despliegue de dispositivos con alta carga tecnológica en grandes eventos deportivos reflejan cómo estos avances ya están siendo aplicados en la actividad diaria de Prosegur, pero siempre con el vigilante como figura clave que opera, supervisa e interpreta la tecnología.
También es necesario que esta evolución se vea acompañada de una profesionalización creciente, con formación continua, actualización constante y una visión más estratégica del rol del profesional de la seguridad. Por último, el marco normativo y la colaboración con las administraciones deben facilitar esta evolución hacia modelos más ágiles, interconectados y orientados a la prevención.
¿Qué espera Prosegur del nuevo Reglamento de Seguridad Privada actualmente en tramitación?
Esperamos que el nuevo Reglamento de Seguridad Privada sea un instrumento que consolide y actualice la seguridad privada como un servicio esencial, que dignifique la profesión del vigilante y que actualice el marco normativo a la realidad actual. Creemos que esta regulación debe visibilizar la labor diaria de miles de profesionales que trabajan en primera línea y que, en muchos casos, son la primera barrera ante diferentes amenazas, la figura del vigilante ha sido fundamental en situaciones críticas como se ha demostrados en pandemia o DANAS realizando control de aforos, seguridad en infraestructuras críticas, vigilancia de activos sin sistemas, etc.
Resulta imprescindible que se reconozca el papel del sector como colaborador clave en la protección de infraestructuras, eventos y espacios públicos y privados, y que se impulse un modelo de Seguridad Híbrida más eficiente, ágil y tecnológicamente avanzado. Desde Prosegur también confiamos en que el reglamento fomente la formación y especialización del personal operativo, refuerce los mecanismos de colaboración con las fuerzas de seguridad y mejore la coordinación en situaciones de emergencia o amenaza híbrida. Dispositivos como el de la final de la Copa del Rey, donde participaron más de 1.000 profesionales de seguridad privada, demuestran el rol estratégico que puede desempeñar el sector.
¿Qué mecanismos de control y seguimiento aplica Prosegur para garantizar que sus servicios se prestan conforme a los más altos estándares de profesionalidad y cumplimiento normativo?
Contamos con un sistema integral de aseguramiento de la calidad que incluye protocolos operativos, auditorías internas y externas, indicadores de servicio (KPIs) y evaluaciones periódicas de desempeño. Todos nuestros dispositivos están supervisados desde centros de control y iSOC que permiten una monitorización continua y en tiempo real, lo que mejora nuestra capacidad de respuesta ante cualquier eventualidad.
Contamos con iSOC propios en España y Portugal, entre otros países, que actúan como centro neurálgico de nuestras operaciones. Estos centros locales se refuerzan con una red global de 14 iSOC en todo el mundo, lo que nos permite ofrecer una gestión inteligente y coordinada a escala internacional.
Ante la evolución constante de los riesgos de seguridad, apostamos por una estrategia de seguridad adaptable, evolutiva y predictiva. En el contexto de grandes eventos, implementamos un dispositivo de seguridad estructurado en tres fases: antes, durante y después del evento.
Cada una de estas etapas se desarrolla en estrecha coordinación con las fuerzas de seguridad, el cliente y los servicios de emergencia, con el objetivo de garantizar en todo momento la protección de las personas y la integridad de las instalaciones. Y en todos esos contextos, la figura del vigilante sigue siendo indispensable. Su capacidad de reacción, su conocimiento del entorno y su presencia física marcan la diferencia cuando cada segundo cuenta.
¿Qué tecnologías están implementando actualmente en sus operaciones y qué valor añadido aportan a los servicios que presta Prosegur en España?
En Prosegur Security trabajamos bajo un modelo de Seguridad Híbrida que integra la tecnología y el factor humano. Contamos con iSOCs de última generación, sistemas de videovigilancia inteligente, herramientas de análisis predictivo, vigilancia mediante drones y soluciones de control de accesos biométricos, entre otras. Estas tecnologías nos permiten anticipar riesgos, mejorar la eficiencia operativa y ofrecer a nuestros clientes una respuesta personalizada y más eficaz.
Pero la tecnología no desplaza al vigilante, lo potencia. Gracias a estos avances, nuestros profesionales están mejor equipados para tomar decisiones, interpretar datos y ofrecer una protección más proactiva.
Este enfoque se ha consolidado en eventos de gran escala donde la combinación de tecnología y capital humano ha demostrado su efectividad para garantizar la seguridad en escenarios de alta exigencia. Gracias a esta integración, podemos ofrecer servicios más flexibles, escalables y alineados con los retos del presente.
¿Qué perfil profesional está demandando actualmente Prosegur para responder a la evolución tecnológica del sector? ¿Cómo articula la formación continua para capacitar a sus equipos en nuevas herramientas y entornos operativos?
Buscamos profesionales con una base sólida en seguridad, pero también con inquietud tecnológica, capacidad de análisis, habilidades digitales y orientación al cliente. El vigilante actual debe ser un profesional capaz de operar en un entorno digital, que entienda cómo interactuar con sistemas inteligentes y que mantenga su rol como garante de la seguridad física.
Contamos con itinerarios formativos adaptados a cada perfil, simuladores operativos, programas de recualificación y contenidos especializados en nuevas tecnologías. Gracias a esta estrategia, nuestros equipos pueden adaptarse con agilidad a distintos entornos, incluyendo aquellos que requieren un despliegue humano y técnico de gran complejidad, como la protección de eventos multitudinarios, donde la preparación y el perfil profesional de nuestros colaboradores resultan determinantes para alcanzar los estándares de seguridad esperados.
¿Cómo está abordando Prosegur el relevo generacional y la atracción de talento joven?
Afrontamos el reto del relevo generacional con una mirada transformadora, que reconoce que el futuro del sector pasa por incorporar talento joven y, también, por atraer a más mujeres a un ámbito históricamente masculinizado. La profesión del vigilante necesita perfiles diversos, con nuevas habilidades y perspectivas, para responder a los desafíos actuales y futuros.
Estamos trabajando para derribar barreras y estereotipos, tanto en los procesos de selección como en el desarrollo profesional. Apostamos por políticas activas de igualdad, programas de formación inclusivos y planes de carrera que valoren el talento sin sesgos. La participación de nuestras profesionales en dispositivos de alto perfil es ya una realidad cada vez más visible, y un ejemplo del camino que queremos seguir consolidando.
Impulsamos la atracción de talento joven a través de acuerdos con centros formativos, ferias de empleo, programas de onboarding específicos y una propuesta de valor como empleador que combina propósito, estabilidad y evolución profesional. El objetivo es claro, construir una nueva generación de vigilantes y profesionales de seguridad plural, preparada y plenamente integrada en los desafíos futuros.
¿Qué sectores representan hoy una oportunidad de crecimiento para Prosegur en el mercado español?
En el mercado español seguimos observando un crecimiento sostenido en sectores como el logístico, el industrial, el de infraestructuras críticas, el sanitario y el educativo, todos ellos especialmente sensibles a riesgos tanto físicos como digitales. Asimismo, los grandes eventos se consolidan como una oportunidad para desplegar dispositivos de seguridad complejos que combinan tecnología, análisis y capital humano.
Nuestra red de operaciones en España se apoya en dos iSOCs, ubicados en Madrid y A Coruña, que funcionan como espejo entre sí y nos permiten actuar con rapidez, inmediatez y conocimiento del entorno. Todo ello se complementa con la labor de nuestros vigilantes, que constituyen un punto de referencia esencial para ofrecer a los clientes un servicio de seguridad integral y de confianza.
¿Hay algún otro aspecto que deseen destacar desde Prosegur en relación con los retos, prioridades o compromisos estratégicos del grupo en el ámbito de la seguridad privada?
Queremos destacar el firme compromiso de Prosegur con la dignificación del trabajo del vigilante. Son los verdaderos protagonistas del cambio que está viviendo el sector, y merecen un reconocimiento que vaya más allá del discurso. Su labor resulta imprescindible para reforzar la seguridad y apoyar la continuidad de los servicios esenciales en cualquier circunstancia.
Apostamos por una seguridad en la que el profesional está empoderado, formado y respaldado por tecnología. Asimismo, seguiremos trabajando para consolidar un modelo de Seguridad Híbrida, basada en datos, anticipación y excelencia operativa, que aporte valor real a nuestros clientes y a la sociedad.
En este camino, hemos demostrado que es posible innovar y crecer sin perder de vista lo esencial; proteger con eficacia y dignidad. La profesionalización, la inversión tecnológica y la expansión estratégica son herramientas al servicio de ese objetivo. En definitiva, se trata de estar donde más se necesita, con la solución adecuada y el mejor equipo posible para ayudar a crear, cada día, un mundo más seguro.
"Estamos ante una gran oportunidad para redefinir el valor estratégico que aportamos a la sociedad y a las organizaciones, y ese valor sigue teniendo como protagonista al vigilante"
"En Prosegur Security trabajamos bajo un modelo de Seguridad Híbrida que integra la tecnología y el factor humano"
