Hanwha Vision lanza Wisenet 9, su nuevo chipset con inteligencia artificial integrada para videovigilancia avanzada
Hanwha Vision ha presentado Wisenet 9, la nueva generación de su familia de procesadores System on Chip (SoC), diseñada íntegramente para cámaras de videovigilancia. Este lanzamiento supone un salto técnico en el tratamiento de vídeo en el edge, gracias a la integración de capacidades de inferencia con Inteligencia Artificial (IA) directamente en el dispositivo. La compañía refuerza así su estrategia basada en el desarrollo interno de hardware especializado, una línea que mantiene desde hace más de dos décadas.
Wisenet 9 incorpora Unidades de Procesamiento Neural (NPU) que triplican la capacidad de inferencia respecto a su predecesor, Wisenet 7. Esta mejora permite ejecutar analíticas de vídeo avanzadas en tiempo real con menor latencia, optimizando el rendimiento del sistema y reduciendo significativamente la carga de red y almacenamiento. Entre las funcionalidades integradas se encuentran algoritmos de clasificación de sonido, técnicas de reducción de ruido basadas en IA, la función RE-ID para la búsqueda y seguimiento de personas en diferentes cámaras y un sistema de enmascaramiento dinámico que refuerza la privacidad de los datos capturados.
Wisenet 9 representa un salto cualitativo en rendimiento, precisión y seguridad, respondiendo a las exigencias actuales del mercado de soluciones más inteligentes, eficientes y seguras.
El nuevo chip cuenta con un sistema de seguridad validado según la norma FIPS 140-3 Nivel 3, lo que refuerza la protección criptográfica de la información gestionada por las cámaras. Este nivel de certificación acredita el cumplimiento de exigencias de alta seguridad por parte de entidades gubernamentales y sectores regulados, una característica crítica en entornos sensibles como infraestructuras críticas, defensa o transporte.
El lanzamiento de Wisenet 9 responde a la necesidad creciente del mercado por soluciones más eficientes y adaptables a nuevos entornos operativos. La capacidad de procesar vídeo directamente en el dispositivo mejora la escalabilidad de los sistemas, evita cuellos de botella en redes de datos y permite una respuesta más rápida ante eventos críticos, al reducir la dependencia de servidores centrales o almacenamiento en la nube.
El nuevo SoC es fruto de un proceso de desarrollo interno de casi cuatro años y se enmarca en una estrategia de innovación tecnológica que Hanwha Vision inició con sus primeros ISPs analógicos en 2004. A lo largo de este recorrido, la compañía ha evolucionado desde los chips W3 y W5 para cámaras analógicas hasta los SoC Wisenet S, 3, 5 y 7, cada uno incorporando mejoras progresivas en calidad de imagen, analíticas y ciberseguridad.
Desde el primer SoC completo para cámaras IP lanzado en 2011, Hanwha Vision ha apostado por mantener el control total del diseño de sus chips, con el objetivo de garantizar compatibilidad total entre hardware y software, acelerar los ciclos de innovación y facilitar la integración de funciones adaptadas a cada necesidad operativa.
Control completo sobre el diseño para mayor eficiencia y seguridad
La estrategia de Hanwha Vision se distingue por evitar soluciones de terceros, lo que permite optimizar recursos y tiempos de procesamiento en función de los requisitos del cliente. Este enfoque facilita la personalización de algoritmos, mejora la eficiencia energética del sistema y garantiza un mayor control sobre las actualizaciones de seguridad.
Con la presentación de Wisenet 9, la compañía no solo amplía las capacidades técnicas de su catálogo de cámaras, sino que también responde a las demandas de un sector que avanza hacia sistemas distribuidos, gobernados por inteligencia en el borde de red. El nuevo chip potencia el uso de analíticas locales para casos de uso como control de accesos, vigilancia perimetral o análisis de flujo de personas, sin necesidad de infraestructuras adicionales.
La compañía prevé que el nuevo Wisenet 9 desempeñe un papel decisivo en la transición del sector hacia modelos de vigilancia más autónomos, descentralizados y seguros, sin comprometer la calidad del análisis ni la protección de los datos.















