Ainia desarrolla una metodología para detectar fraudes en especias como orégano y azafrán
La adulteración de especias sigue siendo una de las prácticas fraudulentas más frecuentes en la industria alimentaria, con especial incidencia en productos como el orégano y el azafrán, considerados de alto valor y vulnerables según la Comisión Europea. Para abordar este problema, Ainia ha desarrollado una metodología analítica avanzada que permite detectar adulteraciones en estos productos.
El fraude alimentario en especias supone un riesgo para la salud y afecta tanto a la calidad de los alimentos como a la competitividad de las empresas. Suele producirse en productos molidos o triturados, donde resulta difícil identificar visualmente ingredientes no autorizados. En el caso del orégano, se han detectado mezclas con hojas de olivo o mejorana, mientras que el azafrán puede adulterarse con colorantes o con flores secas de menor valor, como el cártamo o la caléndula.
Ainia ha analizado muestras reales procedentes de distintos países —Perú, Chile, Bolivia, China, Turquía, Afganistán, Irán y Grecia—, comparándolas con sus posibles adulterantes para identificar diferencias en sus perfiles aromáticos.
Tecnología analítica para garantizar la autenticidad
En el marco del proyecto FRAUDET, el centro ha validado una metodología que combina técnicas de microextracción en fase sólida (HS-SPME) con cromatografía de gases y espectrometría de masas (GC-MS). Este enfoque permite analizar los compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles de las especias e identificar marcadores específicos asociados a adulteraciones.
Además, se ha desarrollado un modelo estadístico quimiométrico que facilita la detección de fraudes y la diferenciación entre materias primas auténticas y adulteradas. La metodología ha sido validada con muestras reales en colaboración con empresas del sector agroalimentario de la Comunitat Valenciana.
Aplicaciones industriales
Los resultados de FRAUDET abren nuevas posibilidades para la industria alimentaria, entre ellas la identificación de productos con denominación de origen protegida (DOP), el estudio de la vida útil y condiciones de conservación, la detección de off-flavors que afectan a la calidad sensorial y la optimización de formulaciones aromáticas.

