Ambas empresas presentan la primera plataforma de e-movilidad para servicios urbanos

FCC Medio Ambiente e Irizar han desarrollado 'e-mobility', la primera plataforma de e-movilidad para vehículos de servicios urbanos. La tendencia hacia ciudades cada vez más sostenibles, ‘amables’ con el ciudadano y medioambientalmente más responsables empuja a las empresas que prestan servicio en dichas urbes a desarrollar soluciones que cumplan con estas exigencias. Y FCC Medio Ambiente apostó por evolucionar los vehículos que prestan este tipo de servicios hacia un modelo eléctrico que satisfaga a los responsables de las ciudades, tanto por ofrecer un servicio óptimo como por su apuesta por la sostenibilidad.

FCC Medio Ambiente e Irizar aprovecharon su participación en la feria Smart City Expo World Congress 2018 celebrada en Barcelona para presentar 'e-mobility', la primera plataforma con cabina para vehículos pesados 100% eléctrica creada específicamente para servicios urbanos, con autonomía para prestar servicio de forma continuada. Una solución que reduce la energía consumida en más del 50% con respecto a un vehículo convencional y también drásticamente las emisiones contaminantes, entre ellas las de CO₂.

El vehículo es el resultado del proyecto de innovación tecnológica Vemtesu (‘Plataformas VEhiculares, Modulares y Autoportantes de Tracción Eléctrica de Alta Eficiencia para servicios urbanos’) desarrollado durante los últimos cuatro años dentro de un consorcio liderado por FCC, con la participación de otras cuatro empresas de importante relevancia y presencia en el mercado español y otras dos colaboradoras externas, todas ellas de gran relevancia en el sector de la automoción y en las áreas científico-técnica y de tecnología eléctrica-electrónica.

En palabras de Alfonso García, director de Servicios Técnicos de FCC Medio Ambiente, esta plataforma “cambia la filosofía de camión convencional. Con una cabina baja que responde a las necesidades de los componentes eléctricos que incorpora”. Además, añadió, “evitará también muchos de los accidentes que vienen produciéndose al reducir la altura que los conductores deben superar para subir y bajar de la cabina”.

La altura de la cabina, a sólo 30 cm del suelo, es uno de los factores diferenciales de este vehículo.

Basándose en la experiencia de la propia empresa, en FCC Medio Ambiente se plantearon la necesidad de mejorar aspectos relacionados tanto con la seguridad como con la energía; esto es, potenciar el ahorro energético, reducir las emisiones y mantener, e incluso mejorar, los rendimientos. Y, además, aumentar la vida útil del vehículo urbano. Con estas tres premisas, concluyeron que “era necesario hacer un nuevo diseño de chasis para avanzar hacia el vehículo eléctrico del futuro”.

La nueva estructura del chasis supuso trabajar en una nueva cabina de apertura al interior y plegable, una estructura polivalente del chasis para 2, 3 y 4 ejes y cualquier carrozado urbano, nuevos sistemas de frenos, suspensión y dirección, nuevos ejes de más capacidad para solucionar el problema de reparto de cargas y una nueva estructura de bastidor para la ubicación de baterías, depósitos de combustible, torre eléctrica y sistemas específicos de refrigeración. Concretamente, en la cabina destaca la altura ultra-baja a 30 cm del suelo, la puerta tipo ‘libro’ que abre hacia adentro de la cabina, la capacidad para conductor y tres personas más y que está diseñada sin escalones interiores. En este sentido, se ha diseñado un puesto de conducción con parabrisas de gran visibilidad y visión lateral y frontal amplias, con cámaras de ayuda a la visión para puntos muertos.

En cuanto la eficiencia energética del 'e-mobility', destacar que es un vehículo 100% eléctrico, con baterías de larga duración, profundidad de descarga y potencia. Asimismo, en FCC Medio Ambiente analizaron las baterías disponibles en el mercado (de gran volumen y peso, lo que implica menos carga; o pequeñas, pero destinadas a pequeños itinerarios) por lo que optaron por baterías autorecargables —a la vez que se desplaza se recarga, manteniéndose siempre en tracción eléctrica—. Alfonso García lo explicaba así: “Hay que tener en cuenta que este camión debe arrancar y parar constantemente, son muy poco eficientes y además pesan mucho, por lo que es necesaria mucha potencia para moverlos. Ello nos ha llevado a pensar un sistema que proporciona la energía justa y necesaria, proporcionando la potencia óptima, evitando un consumo innecesario y, en resumen, mejorando su eficiencia”. Lo que se traduce en una batería inteligente que ‘sabe’ el momento adecuado para recibir energía y el momento en que debe proporcionarla.

Haciendo historia desde 1974

FCC Medio Ambiente lleva desde 1974 apostando por la movilidad medioambientalmente responsable. Ese año se puso en marcha el primer camión recolector 100% eléctrico en Barcelona, equipado con baterías de plomo y de tracción electromecánica. Entre 1985 y 1994 funcionaron también 10 unidades de este tipo, sin compactación, en Toledo, “vehículos ya de tracción eléctrica”, puntualizó Alfonso García. Y en 2005 apostaron por las baterías de H-Me en un modelo de recolector/compactador con capacidad de auto recarga de baterías. Ya en 2012 se introduce un camión de mayores dimensiones, hasta 31 toneladas de MMA, con sistema de recuperación del 60% de la energía de frenada y con baterías de larga duración, de litio.

Alfonso García apuntaba que “el factor primordial en estos camiones es que deben rendir más que uno de tracción diésel, con baterías que, además, duren a lo largo de todo el servicio. Si no, no tiene sentido que las administraciones apuesten por estos modelos”. En poco tiempo, en 2013, desarrollaron el recolector eléctrico de carga lateral, con electrónica de potencia y baterías de litio, logrando un ahorro del 50% respecto a un modelo convencional. “Y toda esta experiencia es la que nos ha llevado a la plataforma 'e-mobility', a pensar el camión que presentamos”, concluyó.

Los detalles técnicos de la carrocería los presentó Hector Olabegogeaskoetxea, director general de Irizar e-mobility, quién explicó que “la visión global de electrificación de las ciudades del Grupo Irizar nos permite presentar hoy este innovador camión que incorpora soluciones de vanguardia en cuanto a diseño, seguridad y tecnología eléctrica, que va a circular por ciudades y entornos urbanos sin generar contaminación atmosférica ni acústica. Incorpora tecnologías del grupo en tracción eléctrica, almacenamiento de energía y electrónica de control, así como el resto de sistemas suministrados. Sin duda, un proyecto con un gran futuro por delante”.

Olabegogeaskoetxea apuntó también que esta innovación coincide con la inauguración, en 2018, de la nueva planta de Irizar dedicada a la e-movilidad, dedicada exclusivamente al desarrollo de vehículos 100% eléctricos y cero emisiones, con un circuito propio para pruebas. En dicho centro trabajan en la actualidad 180 personas y el ritmo productivo de la instalación es de un vehículo por día.

En cuanto al vehículo desarrollado para Irizar, Olabegogeaskoetxea expuso que el sistema electrónico unificado controla la energía y potencia del chasis y de la carrocería, con una central de control unificada, ECU, que -con su correspondiente programación específica- permite disponer de un vehículo con optimización energética máxima. Y añadió: “uno de los puntos diferenciales radica en la nueva cabina, totalmente ergonómica para el conductor”, fruto de la experiencia del grupo en la construcción de autobuses y autocares, puesta al servicio del 'iTruck', el concepto desarrollado para vehículos eléctricos concebidos para aplicaciones urbanas. “Queremos estar en las ciudades inteligentes y el ieTruck es una manera de lograrlo”, concluyó.

El vehículo presentado va equipado con carrocería de carga lateral para recolección de residuos. Con tecnología 100% eléctrica y ‘plug-in’, el camión sale de su base de operaciones con las baterías a plena carga y lleva a cabo su servicio completo en modo 100% eléctrico, siendo, por tanto, un vehículo ZEV (Vehículo con Emisiones Cero).

En caso de necesitar extender su autonomía, utiliza un sistema motor térmico/generador de gas natural comprimido (GNC) cuya finalidad exclusiva es la auto-recarga de las baterías. Este motor auxiliar funciona a un régimen constante en el punto de máxima eficiencia, con lo cual se sitúa en el mínimo consumo de energía y nivel de emisiones posible. De este modo, en el trayecto de ida y vuelta a la planta de tratamiento de residuos urbanos las baterías quedan de nuevo recargadas, pudiendo, si así se requiere, comenzar un nuevo turno de trabajo. Alternativamente, el vehículo se puede diseñar para ser full-electric o incluso para ser propulsado por pila de combustible (hidrógeno).

Las baterías que incorpora son de última generación de Ión Litio, su diseño es exclusivo para esta aplicación y pueden ser recargadas en un periodo de tiempo muy breve, con alta potencia y larga duración.

El sistema de tracción es eléctrico permanente, esto es, el vehículo va propulsado por un motor eléctrico que se alimenta de la energía acumulada en las baterías. Esta tecnología tiene como principal premisa obtener el mínimo consumo de energía posible para la realización de los servicios urbanos. En el caso de la recogida de residuos, el vehículo recolector representa la configuración de servicio con las mayores necesidades de energía. Las paradas y arranques son continuos para cargar los contenedores de residuos y la posterior compatación de los desechos, de forma que la inercia y frenada siempre son aprovechadas como energía regenerativa, la cual es almacenada en las baterías. El resultado obtenido permite llevar a cabo los mismos servicios que hoy realiza el recolector convencional con iguales prestaciones, pero reduciendo la energía consumida en más del 50% y también y drásticamente las emisiones contaminentes.

Tanto por su modularidad como por el nuevo diseño de la cabina (ultra-baja, adelantada y con acceso al interior de piso bajo y plano, sin escalones intermedios), la tecnología presentada supone disponer del modelo de vehículo urbano de futuro y para cualquier aplicación en dicho ámbito. Además de las ya expuestas razones de ahorro energético y de menores emisiones, el nuevo vehículo también presenta mucho menores costes de explotación y su vida útil se prolonga de forma considerable. Por otra parte, chasis, carrocería y todos sus componentes se pueden reutilizar fácilmente, lo que en definitiva supone una contribución de alcance y consolidada a la economía circular en las ciudades inteligentes.

El vehículo eléctrico tiene una vida útil muy superior al vehículo con motor de combustión y dispone de ayudas y desgravaciones que abaratan su coste real. El desarrollo de esta plataforma común hace posible empezar a producirlo de forma industrial, lo que podrá abaratar su coste.

El proyecto ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo de Crecimiento Inteligente 2014-2020, al amparo del Ministerio de Economía y Competitividad a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).