Vuelve el mítico Pirelli Stella Bianca, el neumático que revolucionó la industria
Tras más de un siglo fabricando, en exclusiva, neumáticos radiales, Pirelli ha iniciado la fabricación de cubiertas de construcción diagonal específicamente para amantes de los vehículos clásicos que desean unas gomas con apariencia original, pero que aun así gocen de algunas ventajas de la tecnología actual.
Una denominación histórica
Regresan los neumáticos diagonales
El Pirelli Stella Bianca retorna, muchos años después, al mercado con un look idéntico al original pero con una importante carga tecnológica en su interior. Los compuestos utilizados en esta nueva versión son un reflejo de la máxima tecnología de Pirelli, y garantizan eficiencia, seguridad –incluso en condiciones de piso mojado– y respeto por el medio ambiente. Con todo, su construcción implica un regreso al pasado, ya que, tras más de medio siglo, Pirelli volverá a fabricar cubiertas de construcción diagonal. Esta elección se debe a la necesidad de salvaguardar el comportamiento dinámico original de los coches a los que se destinará el nuevo Stella Bianca. Esta decisión implicaba un importante desafío para los empleados de la factoría Pirelli en Izmit, Turquía, en la que se fabrican los neumáticos motorsport y Collezione, ya que han debido reaprender las técnicas utilizadas en el pasado.
El dibujo del nuevo Pirelli Stella Bianca es idéntico al del modelo original, trabajo realizado con la inestimable ayuda de los documentos preservados en la Fundación Pirelli, que custodia el archivo histórico de la compañía. Los marcajes en el flanco, que incluyen el logo Pirelli, han sido también recreados a partir de una importante labor de documentación. Las medidas escogidas para el Pirelli Collezione Stella Bianca es la más común en los deportivos clásicos (6.00-16), mientras que el dibujo de la banda de rodadura evoca el original de la variante Corsa, dotada de unas características específicas para asegurar un grip óptimo y una gran resistencia al estrés, lo que, en su tiempo, permitía también utilizarla en competición.
En 1927, Europa se encontraba en plena recuperación tras la I Guerra Mundial, y la investigación y tecnología iniciaban una nueva era, animada por la recuperación económica de los ‘Felices 20’. En aquel tiempo no rodaban demasiados automóviles por las carreteras europeas, y la gran mayoría de los que lo hacían eran modelos de lujo o deportivos que todavía hoy forman parte de importantes colecciones particulares. Hablamos de unidades de 1929 como el Alfa Romeo 20-30, el Diatto Tipo 30, Itala 61, Lancia Lambda, OM Superba, Fiat 525SS, por nombrar sólo algunos ejemplos de la ingente industria automovilística italiana de la época. Todos ellos precisaban de unos neumáticos capaces de resistir unas elevadas prestaciones: he aquí el objetivo fundacional de los Pirelli Stella Bianca. En su salida al mercado, este producto estaba muy adelantado a su tiempo, y sirva como prueba que aunque fue creado para los coches de los años 20, unidades de la talla del Ferrari 166 o el Jaguar XK120 todavía los equipaban en plenos años cincuenta.
Los mismos neumáticos Stella Bianca se utilizaban, también, en exigentes competiciones automovilísticas, las mismas que servían de banco de prueba para mejorar el rendimiento de las cubiertas de calle. En este campo, el primer Pirelli de la era moderna, dotado del patrón de banda de rodadura más longevo de la historia de la compañía, demostró un rendimiento igualmente efectivo tanto en los coches del día a día, los deportivos e incluso en unidades de transporte ligero. Hoy vuelven a calzar a los modelos clásicos más deseados del mundo.