Jim Stokes Workshops Limited está especializada en restaurar, reconstruir y renovar coches antiguos de valor incalculable, sobre todo Alfa Romeos 8C de la década de 1930
Máquinas como las de antes
Cuando Jim Stokes fundó la compañía, seguro que muchos le consideraron un excéntrico. Fue en una época en que los millonarios todavía no coleccionaban coches clásicos, que hoy se han convertido en un modo seguro de invertir para el capital internacional, de forma similar a las obras de arte de los grandes maestros. Por entonces, la obsesión particular de Jim era el Alfa Romeo 8C, que la marca de Milán fabricó de 1931 a 1939. A lo largo de los años, su motor de ocho cilindros en línea y el chasis fueron configurados de distintas maneras para circular en carretera y en pista, por la entonces principiante escudería Ferrari y por el propio equipo de Alfa. Algunos de los pilotos más renombrados de la época, como Tazio Nuvolari, condujeron estos Alfa Romeo en carreras famosas como la de Le Mans.
Lo que nadie sabía cuando el joven Jim empezó a restaurar este coche es que la escasez del 8C y su ilustre historia acabarían por convertirlo en uno de los coches clásicos más buscados del mundo. (Las casas de subastas los adoran por las cifras de siete y ocho ceros que alcanzan). Desde entonces, JSW Group se ha labrado una reputación excelente por su conocimiento exhaustivo de los 8C y de otros coches “vintage” exclusivos, como Aston Martins, Ferraris, Jaguars, Lancias, Mercedes y Rolls-Royce, que pasan por sus instalaciones para que la plantilla los repare, los ponga a punto antes y después de participar en carreras y a veces incluso para que los renueven por completo.
La empresa también es conocida por haber fabricado seis recreaciones meticulosas del Lancia D50 y una del pequeño Ferrari 156 Sharknose amarillo, monoplazas clásicos de la F1 de los años cincuenta y sesenta, respectivamente. El grado de detalle y la autenticidad de los coches es tal, que están homologados por la FIA para competir en competiciones controladas muy estrictamente y reservadas para vehículos clásicos.
En la actualidad, JSW Group tiene cuatro divisiones: Triple M, dedicada a la fabricación de piezas; South Shore, especializada en carrocería y fabricación; Classics by JSW, que se ocupa de vehículos más “cotidianos”; y Jim Stokes Workshops Ltd, que es el negocio más conocido de la empresa.
Triple M tiene tres centros de mecanizado vertical CNC de Haas: un VF-2, un VF-5 y un VF-6. Con las ‘V8’, como Jim llama a las máquinas Haas, Triple M puede producir piezas sueltas o lotes de componentes mejores que nuevos, como culatas, bloques de cilindros, válvulas, cárters, carburadores, bombas de aceite y agua, entre muchos otros. “Me gusta la ingeniería estadounidense y la manera como funcionan los equipos Haas”, dice. “Han demostrado ser máquinas productivas y fiables, que nos han permitido volver a realizar nosotros mismos gran parte de la producción”.
Es interesante saber cómo la empresa se decantó por las máquinas Haas. Tony Fairbairn, uno de los maquinistas que más tiempo llevaba en JSW Group, había dejado la empresa para aprovechar una oportunidad en una empresa de otro sector totalmente diferente en la que manejaba varias máquinas Haas. JSW lo echaba de menos, así que ideó un plan para convencerlo de que volviera.
“Sabía que tenía que renovar las máquinas que teníamos”, rememora Jim, “y sabía que si invertía en equipos Haas, Tony se plantearía la posibilidad de regresar. Ya conocía a muchas personas que usaban máquinas Haas, así que no tenía ninguna duda respecto a invertir en ellas”. Su plan a largo plazo era realizar todo el mecanizado posible dentro de la empresa. “En los primeros tiempos de la empresa, mi filosofía era hacerlo todo yo mismo”, cuenta. “Pero después de cinco años trabajando dieciocho horas al día, siete días a la semana, me di cuenta de que era imposible. Aun así, externalizas el trabajo a subcontratistas y enseguida ves que no hacen lo que les has pedido”.
Motores recreados
Cualquier día de la semana, uno puede encontrar varios Alfa Romeos 8C en el garaje de JSW Group, que suelen ser propiedad de conocidos ‒y discretos‒ coleccionistas o de directivos o empresarios de mucho éxito. Un coche habitual del taller es el vehículo que ganó las 24 horas de Le Mans de 1932. “El dueño de ese coche, como muchos otros, no competiría en una carrera con el motor original: es demasiado valioso desde un punto de vista histórico. Por eso fabricamos un motor sustituto según las especificaciones del cliente. Podemos hacerlo con motores, cajas de engranajes, ejes, lo que sea. Así, si el cliente quiere exprimir al máximo el coche en una carrera, puede hacerlo sin dañar el motor original. Todos los componentes de estas recreaciones los mecanizamos con máquinas Haas”.
De las tres máquinas herramienta CNC de Haas que tiene JSW, la VF-5 tiene un husillo a 10.000 rpm, mientras que la VF-2 y la VF-6 cuentan con uno a 7.500 rpm. Dos de las máquinas tienen una mesa rotativa Haas de cuarto eje.
“Ahora disponemos de casi todo el rendimiento y la capacidad que necesitamos. Tenemos que mecanizar cárters muy grandes para motores de CA, por lo que necesitamos una máquina que tenga un recorrido de 1,6 m, así que la VF-6 es perfecta. Tiene muchas herramientas [24+1] y le hemos añadido una mesa para el cuarto eje, que usamos cuando utilizamos la máquina por la noche para mecanizar piezas como ejes con mangueta. Durante el día, empleamos el resto de la bancada para otros trabajos. Por ejemplo, ahora mismo estamos fabricando bloques de cilindros, que hacemos en dos mitades idénticas. Podemos fabricar el 95% de las piezas de motor con cuatro ejes, ya que este tipo de trabajo no es muy sofisticado”.
Una parte muy pequeña de los encargos de JSW Group consiste en piezas para productoras de cine. Por ejemplo, la empresa hace poco recreó la sección trasera del Ford Mustang que aparece en Fast & Furious 6, una película que ha recaudado 788 millones de dólares en taquilla. “Nos pidieron que hiciéramos la cola de aluminio porque la productora quería que se aplastara como una lata de cerveza cuando recibiera el impacto”, cuenta Jim. “Al final les hicimos cinco versiones”.
“También recibimos muchos pedidos y proyectos de particulares con gran poder adquisitivo de todo el mundo. No es raro que los clientes nos pregunten si hay algún sitio cercano donde puedan aterrizar en helicóptero. A veces tenemos que ir hasta el coche si el coche no puede venir a nosotros, así que no tenemos ningún inconveniente en enviar a trabajadores a cualquier lugar del mundo”.
Las máquinas Haas también producen piezas para la división Classics by JSW del grupo, donde la empresa restaura, repara y reconstruye coches clásicos más ‘asequibles’, como Porsches 911, MG e incluso humildes Morris Minors. Las máquinas Haas sirven para producir componentes que sencillamente ya no pueden conseguirse.
Jim Stokes habla alto y claro sobre la utilidad y la versatilidad de las máquinas herramienta Haas: “Puedo coger un trabajo, ponerlo en cualquiera de las máquinas Haas y obtendré el mismo resultado en materia de calidad y repetibilidad”. “El CNC de todas las máquinas es idéntico. La ventaja añadida es que, si sabes usar una Haas, sabes usarlas todas”.
La insistencia de Tony Fairbairn para que JSW invirtiera en máquinas Haas estaba justificada. “Volvió con nosotros y ahora es el responsable del taller de mecanizado”, dice Jim. “Con el tiempo, nuestra intención es sustituir todas las máquinas por equipos Haas, incluidas algunas de 5 ejes tal vez. Al fin y al cabo, el potencial de nuestro negocio está en el taller de mecanizado. Tenemos varios proyectos en el aire y, si se concretan, los próximos dos o tres años pueden ser increíbles”.
Para recrear los motores y los componentes de estos –y que parezcan tan auténticos como los originales–, la empresa ha invertido en tres centros de mecanizado vertical CNC de Haas