Entrevista a Jacob Harpaz, presidente y CEO de IMC
En octubre Iscar organizó unas jornadas técnicas para presentar a sus clientes las más recientes innovaciones bajo el lema 'Mecanizando inteligentemente'. Durante la visita a las instalaciones, Jacob Harpaz, presidente y CEO del Grupo IMC al que pertenece Iscar, nos explicó con más detalle el secreto del éxito de Iscar. Hombre que dedica el 99,9 % de su tiempo a la compañía, la conoce desde todos los ángulos: empezó hace 40 años tras graduarse y después de pasar por toda la estructura, ahora la dirige con espíritu de empresa familiar pero con la firmeza que requiere una facturación de 3.500 millones de dólares anuales el grupo IMC y 2.000 Iscar. Tal y como él mismo explica “en Iscar somos una familia, nuestra particular filosofía es parte del éxito de la compañía. Tenemos un equipo muy importante de investigadores que trabajan para mejorar los productos que se apoya en un competitivo equipo comercial”.
Harpaz se muestra especialmente orgulloso de la capacidad de innovación de la firma: “Fabricamos plaquitas de todos los materiales pero lo que nos hace particularmente aventajados es el sistema de sujeción, totalmente innovador, y que somos capaces de dar una solución eficaz a nuestros clientes, para los cuales podemos hacer desarrollos especiales”.
Como era de esperar, la industria aeronáutica es uno de los principales clientes de Iscar, pero “existen otras industrias importantes para nosotros como el petrolífero o el gas, mientras que la automoción se mantiene regular, aunque varía según el país” —añade— “EE UU y China son, hoy por hoy, nuestros principales clientes, pero parece que Europa se está reactivando gracias al mercado alemán”.
Cuando hablamos de España, Jacob Harpaz frunce el ceño y admite que en 2009 “se produjo un gran descenso. Pero hoy podemos decir que la industria vasca está volviendo a presentar datos positivos, gracias principalmente a la fabricación especial, no a la fabricación seriada”. Y añade: “El mundo de la máquina-herramienta debe exportar si quiere sobrevivir. Asia es una buena oportunidad, tienen producción de máquina-herramienta y muy local, y si las empresas se especializan encontrarán una buena oportunidad”, afirma rotundo, sabiendo que conoce perfectamente el mundo de las herramientas de primera mano por haberlo recorrido muchas veces a lo largo de su carrera. Por ello puede afirmar sin titubeos que sin exportar ni especializarse, no hay demasiadas posibilidades para los fabricantes de maquinaria, analizar el entorno y las oportunidades, mecanizar inteligentemente, el concepto que querían dar a conocer a sus clientes y por el cual han organizado de nuevo estas jornadas. “Queríamos transmitirles nuestra filosofía y mostrarles nuestra capacidad de producción y alta tecnología porque una imagen vale más que el trabajo de todo un equipo de marketing. Presentarnos como su socio en todo su proceso de producción. Enseñarles qué es y cómo trabaja una empresa innovadora como Iscar”, concluye.