Logística inversa, qué es y cuáles son sus características principales
La logística inversa, o como se denomina internacionalmente reverse supplyChain, cubre todo el amplio abanico del flujo de productos y complementos que se inicia después de la entrega del suministro primario y que, conocido tradicionalmente por el nombre de “devoluciones”, ampara la optimización de este flujo inverso de productos, embalajes analizando todas las posibilidades: reutilización en la supplyChain, reparación, restauración, re-manufactura parcial, reciclado de materias primas o eliminación definitiva y decidiendo en cada caso que es lo que hay que aplicar, y cómo y cuándo aplicarlo.
En el resto de los procesos que incluye la logística inversa, los ciclos de vida de los productos, cada vez más cortos, el exceso de oferta y la demanda caprichosa que ello provoca y la ya citada legislación medioambiental que hemos generado han incrementado y complicado en el último decenio este flujo ‘inverso’. Actualmente la crisis económica ha incrementado exponencialmente este flujo por eso en la mayoría de los casos, como se ha indicado, este flujo ha dejado de ser un ‘enojo’ para constituir un ‘problema’ de importancia creciente.
Las circunstancias y características que presenta el flujo en la logística inversa son completamente diferentes a las que presenta la logística directa o primaria y consecuentemente las estrategias y técnicas a implantar para optimizar el flujo inverso poco o nada tienen que ver con las convencionales.
La problemática que presenta la 'reverse supplyChain' la podríamos definir como de economía de escala con volúmenes mucho más pequeños que surgen de orígenes dispersos por lo que conseguir costes semejantes a la 'SupplyChain' directa parece imposible y el importe económico que supone para las empresas ya es considerable.
Curiosamente, sin embargo, la necesidad de reducir el coste en la casuística de la logística inversa ha sido una de las circunstancias que han provocado más fuerza el surgimiento de las estrategias que hoy son fundamentales para competir en la logística directa. Se trata de la colaboración con los integrantes de la propia cadena de suministro, con prestatarios de nuevos servicios logísticos, con terceros y hasta con la las empresa de la competencia que es donde la sinergia que crea la colaboración es más ventajosa.
De la importancia creciente de la Logística Inversa baste señalar el enfoque que desde las Aulas de formación en los programas Máster y Post-grado que se desarrollan en la Fundación ICIL se da de la misma:
‘Logística inversa como motor en las ventas”’
O dicho de otro modo, cómo la logística inversa puede y debe ser un factor de competitividad empresarial. Cómo la gestión de la obsolescencia puede pasar de ser un factor de coste en la Cuenta de Pérdidas y Ganancias a convertirse en un factor de incremento de las ventas.
¿Qué es la logística inversa?
La logística inversa es el conjunto de actividades logística de recogida, desmontaje, desmembramiento de productos ya usados o sus componentes así como materiales de distinto tipo y naturaleza con el objeto de maximizar el aprovechamiento de su valor, en sentido amplio de su uso sostenible y en último caso su destrucción.
Palabras clave:
- Recogida
- Maximización del valor
- Uso sostenible
Ciclo de vida de un producto. Paradigma de la logística inversa
Detengámonos aquí un momento y analicemos en detalle el esquema que aparece en la figura siguiente referente al ciclo de vida de un producto:
Figura 2
Aquí es donde aparece el nuevo paradigma que no es otro que: “Quien produce el artículo es quién es responsable en los impactos del ciclo de vida”. Esto lo ha cambiado todo, y lo ha cambiado de forma tan profunda que ha hecho que cada uno de los eslabones del ciclo de vida del producto tenga muy en cuenta el impacto que en términos medioambientales infringe, y que por extensión es la empresa productora el último responsable.
En una simplificación no exenta de sentido último, podríamos decir que:
“Quien contamina paga”
Veamos en detalle los cambios que este nuevo paradigma ha propiciado en cada uno de los eslabones fundamentales del ciclo de vida de un producto:
El diseño ahora tiene que ir más allá de lo antes mencionado, debe contemplar en su naturaleza elementos menos contaminantes o directamente no contaminantes, reciclables, reducción de la variación de materiales, simplificar el número de composiciones y facilidad de desmontaje, así como un diseño dirigido a la reutilización del producto. Las materias primas ahora deben focalizarse en reducir el impacto en el medioambiente, incorporar en su base materiales procedentes del reciclado de los mismos, su simplificación y estandarización. La fase de producción debe ahora hacer hincapié no sólo en la utilidad del producto en sí, sino muy especialmente en el envase y embalaje que lo acompaña. Es notorio el impacto medioambiental de dichos envases y embalajes sobretodo los de difícil eliminación y/o reciclaje.
Ahora el marketing y la distribución deben tener muy en cuenta, primero el impacto positivo que sobre la sociedad tiene el que un producto sea no contaminante o impacte en grado mínimo sobre el medioambiente, segundo a la vez se deben tener en cuenta los nuevos estándares de embalajes así como su optimización. La fase de adquisición y uso en la que como antes mencionábamos es la fase donde el producto interactúa con el consumidor, está afectada por la concienciación creciente del respeto por el medio ambiente en todos sus aspectos facilitando su clasificación cuando llegue el final de vida. Llegando a la fase de final de vida es notable destacar el cambio extraordinario que toda la sociedad así como la empresa en particular ha tenido y tiene que realizar si lo comparamos con digamos 30 años atrás en España y en general en el mundo occidental. Es precisamente en esta fase donde la logística inversa ha entrado de lleno para gestionar eficazmente dichos productos llegados a dicho punto de finalización de su vida útil como tal.
Han aparecido empresas que operan como operadores de logística inversa tanto para los residuos sólidos urbanos (RSU) como para los residuos industriales, recicladores, etc., que no sólo solucionan un problema ecológico sino también y muy importante aportan valor e incrementan nuestro Producto Interior Bruto (PIB) como país con su actividad empresarial.
Los 6 caminos de la logística inversa
Camino # 1. Reutilización y/o reventa en outlet
Reutilización: consiste en recuperar el producto en sí para darle un nuevo uso, dado que el mismo mantiene su forma y posee un nulo o escaso deterioro. En este caso el producto es sometido a operaciones de limpieza y mantenimiento con lo cual el mismo es aprovechado en su totalidad aunque existan mínimas diferencias con los productos similares pero nuevos.
En este camino # 1 en donde se concentran los cada vez más números sistemas de reventa en outlet que aprovechan “aguas abajo” productos que por cualquier circunstancia no se vendieron en el tiempo y formato comercial previsto y que continúan añadiendo valor como productos reutilizables en sentido logístico.
Es interesante añadir que este sistema outlet permite aumentar las ventas al dar salida ordenada y estructurada comercialmente a dichos productos al tiempo que aumenta la rentabilidad intrínseca de la empresa en tanto reduce los stocks, es espacio destinado a su almacenaje así como aumentando la rentabilidad de los puntos de ventas. Ejemplos muy conocidos de este formato los tenemos en el sector textil, editorial, etc.
Camino # 2. Reparación
Reparación: en este caso la opción es colocar de nuevo en funcionamiento el producto usado. Estas operaciones son llevadas a cabo en el domicilio del cliente o en los servicios técnicos de reparaciones. Nace generalmente de la necesidad de sustituir alguna pieza o componente que haya alcanzado su vida útil. Un ejemplo de este tipo de productos son los pequeños electrodomésticos, lavadoras, secadoras, etc.
Camino # 3. Restauración
Restauración: se trata de devolver el valor al producto usado mediante la utilización de nuevas tecnologías que permitan ampliar su vida útil. Este tipo de alternativa la podemos observar en el caso de la aviación civil y militar, por ejemplo.
Camino # 4. Refabricación y canibalización
Remanufactura: los productos sometidos a este tipo de recuperación tienen un grado de descomposición medio-alto y ofrecen a la empresa un beneficio importante dado que se consigue un coste de fabricación en muchos casos cercano al 50% de un producto nuevo. En otras palabras la compañía emplea sus componentes en la re manufactura de un producto original. De esto son ejemplo la industria automotriz, la electrónica, la de telefonía móvil, etc.
Canibalización: se les llama a aquellas operaciones de gestión de los productos fuera de uso (Final de Vida) donde sólo se recupera una parte mínima de los componentes que posteriormente podrán ser utilizados en un proceso de fabricación. Estas partes serán destinadas a las operaciones de reparación, restauración y re-fabricación. Encontramos ejemplos clásicos en los componentes electrónicos.
Camino # 5. Reciclaje
Reciclaje: en este caso se busca una recuperación del material que es un residuo de otro producto para ser utilizado posteriormente como materia prima en la elaboración de uno siguiente que puede alcanzar niveles de calidad de un producto original debido al uso de nuevas tecnologías cada vez más avanzadas. Es un tratamiento que permite no solo el aprovechamiento de residuos con lo cual se reduce el volumen de basura, disminuye la utilización de otras materias primas logrando un ahorro de energía y de recursos naturales. Además contribuye directamente de forma efectiva al incremento del PIB (Producto Interior Bruto) y por extensión del empleo. Un estudio presentado por la Asociación de Recicladores de Plástico Europeos determina que se podrían crear 50.000 puestos de trabajo en toda la Unión Europea si de las actuales dos terceras partes de los residuos plásticos generados en el seno de la Unión, no se exportasen directamente fuera de las fronteras de la Unión y se tratasen adecuadamente por operadores logísticos europeos. (Revista Plásticos y Caucho nº 658 página 6).
Camino # 6. Incineración y vertedero
Vertido controlado: es la alternativa final para recuperación y pone punto final al ciclo de vida de un producto. Se emplea en el caso que el producto no pueda ser acondicionado o utilizado de ninguna otra forma. Se realiza en grandes terrenos donde se excava y se rellena alternando capas de basura y de tierra que son compactadas. En todo momento se trata de elegir una zona geológica y topográficamente adecuada para evitar la contaminación en la superficie o las aguas subterráneas. Debido a que la descomposición anaeróbica de los desechos orgánicos genera gases, el relleno sanitario debe tener buena ventilación para evitar explosiones. También cabe destacar el aprovechamiento propio de los residuos (biomasa) como gas combustible.
Incineración: es un proceso de combustión controlada a altas temperaturas, que transforma la fracción orgánica de los residuos en materiales inertes (cenizas) y gases. A lo largo del proceso se obtiene gran cantidad de calor que puede aprovecharse para calefacción en ciudades o para generar energía eléctrica. No es un sistema de eliminación total, ya que genera cenizas, escorias y gases, pero determina una importante reducción de peso (70%) y volumen (80-90%) de las basuras originales.