Con la lucha contra el Cambio Climático en el punto de mira, cada vez son más los edificios y viviendas que se suman al reto de la sostenibilidad. Y es que solo los edificios son responsables del 28% de las emisiones de CO2. Una de las medidas para concienciar sobre el cambio pasa, justamente, por políticas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, la nueva normativa europea de edificación obliga a todos los nuevos edificios y a los que se rehabilitan a tener un consumo de energía casi nulo antes de que termine 2020. Muchos inmuebles han empezado a rehabilitarse o construirse según estos parámetros durante 2019 y eso les ha permitido obtener certificaciones reconocidas internacionalmente como el estándar Passivhaus.
En España, existen un total de 115 proyectos que cuentan con este sello. Estos edificios son premiados por reducir al máximo las necesidades de calefacción y refrigeración, convirtiéndose en construcciones con un coste de energía muy bajo. Consiguen el ahorro optimizando los recursos existentes mediante técnicas pasivas, como el uso de un buen aislamiento.
Rehabilitación de una vivienda histórica en Vigo
La rehabilitación es clave para que el parque residencial se ponga al día en materia de sostenibilidad. Este es, por ejemplo, el caso de un apartamento en un bloque plurifamiliar de Vigo, con fachada histórica de 1948. La reforma, que ha contado con la instalación de la solución REDDry, un sistema de aislamiento por el interior a base de lana de roca, ha permitido que la vivienda particular haya conseguido alcanzar los niveles de rehabilitación arquitectónica EnerPHit, norma de eficiencia energética que se otorga a las construcciones rehabilitadas. “El sistema REDDry es la mejor opción para este tipo de proyectos, donde solo se aísla un piso en toda la finca. Se trata de un aislamiento realizado por el interior que garantiza las máximas prestaciones térmicas y acústicas y, a su vez, proporciona un gran ahorro en tiempo y costes de instalación”, asegura Miguel Ángel Gallardo, business unit director de Rockwool Peninsular, empresa líder en aislamiento a base de lana de roca. El resultado es un hogar con la máxima eficiencia energética, más seguro y confortable, que cumple con creces cualquier normativa.
En Rafaelbunyol se ubican las dos primeras viviendas Passivhaus Plus de Valencia
Las dos primeras viviendas con el sello Passivhaus Plus de Valencia, la segunda categoría dentro de la certificación, están diseñadas por sus propietarios: una pareja de arquitectos que viven en el pueblo de Rafaelbunyol. Los inmuebles están aislados térmicamente por el exterior con lana de roca, un material que también ejerce de barrera acústica y ofrece confort y seguridad a sus habitantes. Al mismo tiempo, los edificios se aproximan a la autosuficiencia energética, ya que apuestan por el consumo nulo. Gracias a sus características, se han convertido en un espacio de innovación en materiales y técnicas de construcción.
Adelfas 98, el edificio residencial con mejor porcentaje de evaluación BREEAM
Situado en el céntrico distrito del Retiro de Madrid, Adelfas 98 es el edificio residencial con mejor porcentaje de evaluación BREEAM, un certificado que premia la sostenibilidad y eficiencia de una construcción. El inmueble se caracteriza por su grieta interior, que divide el edificio en dos partes y permite recibir luz solar directa; y por su aislamiento a base de lana de roca, que evita puentes térmicos. Este material permite un ahorro energético significativo y es respetuoso con el medio ambiente. También, ofrece una mayor comodidad para los usuarios: son viviendas luminosas donde apenas interfiere el ruido, a pesar de la proximidad de la M30, y en las que se disfruta de confort térmico y de una gran calidad del aire.
Un centro sostenible para pacientes de Alzheimer en Tarragona
Con el objetivo de ser un espacio de confort y bienestar, el centro de día para pacientes de Alzheimer de Reus (Tarragona) se ha construido con productos de aislamiento a base de lana de roca. Este material garantiza los estándares más elevados de comodidad, habitabilidad y seguridad para los pacientes y los empleados. En este sentido, los productos utilizados ofrecen prestaciones térmicas y acústicas, además de protección contra el fuego, convirtiendo la construcción en un espacio agradable, saludable y seguro para los pacientes.
El primer proyecto de vivienda social Passivhaus de Madrid
La mejora del aislamiento en la fachada de un edificio de viviendas sociales ha ayudado a que sus residentes obtengan un mayor confort térmico y un ahorro sustancial en la factura energética. Situado en el barrio de Carabanchel de Madrid, esta finca residencial con 25 viviendas de alquiler social ha sido certificado con el sello Passivhaus, consiguiendo ser el primer edificio de vivienda social de Madrid en obtenerlo. El proyecto, impulsado por el Ayuntamiento, se caracteriza por la construcción de las viviendas bajo criterios bioclimáticos, de ahorro de energía, eco-construcción, gestión y eficiencia hídrica y seguridad contra el fuego.
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Hoy en día los acabados van más en la línea de la ecología, con normativas que limitan la emisión de VOCS (compuestos orgánicos volátiles), y cuyos residuos son más fáciles de eliminar
