Especialmente en el sector residencial, el mercado español mantiene su tasa de crecimiento hasta 2028, según el informe de invierno de Euroconstruct
España, uno de los motores del sector de la construcción en Europa
La presentación del informe de Invierno 2025 de Euroconstruct, en las instalaciones del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas en Madrid (CEDEX) reunió a representantes del Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ITeC), en colaboración con la Federación de Gremios de la Construcción (Gremios). Durante la jornada, se desveló un horizonte esperanzador, especialmente en nuestro país, que cierra 2025 con una tasa de crecimiento superior a la media europea en torno al 4% en el sector de la construcción.
El sector de la construcción español crece más que la mayoría de países europeos y prevé cerrar 2025 con uno de sus mejores datos desde la crisis de 2008 alcanzando el 4%. Esta es una de las conclusiones del Informe de Invierno 2025 de Euroconstruct.
Como expuso Francisco Diéguez, director general del ITeC, los índices de confianza se mantienen en máximos históricos y la estabilidad de los costes de construcción, junto con los recortes de tipos de interés, han favorecido el desarrollo del sector que, pese a esta tendencia positiva, no manifiesta una evolución disruptiva, pero sí le permite ser motor económico . “En España se partía de valores muy bajos y se ha conseguido mantener unos buenos índices con una tasa de crecimiento superior al PIB”, reconocía Diéguez.
El informe señala que 2025 será uno de los mejores años para el sector desde la crisis de 2008, aunque persisten retos como el acceso a la vivienda. Asimismo, la rehabilitación, impulsada por fondos europeos, no ha avanzado como se tenía previsto, aunque se espera que nuevas promociones públicas y la obra civil asociadas a promesas electorales aporten estabilidad futura. Con esto, el sector de la construcción cierra el año con un crecimiento del 4%.
Sin embargo, según las previsiones, la ingeniería civil será la que se resentirá más a partir de 2026, tras el fin de los estímulos, pero la rehabilitación también quedará tocada y provocará que el crecimiento se desacelere en 2026, con una tasa del 3,6%, que se extenderá también a 2027, con un 3,2% y 2028, con un 2,2%. “Pese a que los fondos Next Generation han tenido un comportamiento errático durante los primeros años de implementación, existe el convencimiento que no se han aprovechado lo suficiente. Ha sido a partir de 2024 cuando se ha notado un ligero repunte en rehabilitación, favorecido por las buenas perspectivas”.
Ante esta coyuntura, sería interesante que desde la Administración Pública se pudiera valorar nuevos mecanismos de inyección aprovechando el creciente interés en la renovación y acercar el parque inmobiliario existente a las políticas medioambientales que se exigen desde Europa. De hecho, en España no alcanza ni el 25% de la cuota de mercado, mientras que en Europa el volumen es del 45%.
El mercado residencial despierta en el sector
El sector residencial de nueva planta es donde realmente se está poniendo el foco y el que manifiesta un comportamiento más alcista. Tras la salida de la reciente crisis provocada por la pandemia, el aumento de la demanda y, muy especialmente, el déficit acumulado de anteriores períodos está contribuyendo a dinamizar el sector de la construcción residencial, que se ve favorecido por el mantenimiento de precios de materiales de construcción y la concesión de crédito hipotecario.
Además, las promesas políticas en materia de vivienda asequible y social están creando certidumbre al sector, no obstante, en el horizonte se divisan varios obstáculos que se deben sortear como es el precio de la vivienda actual, la falta de mano de obra y la aceleración en industrialización, para dar respuesta de forma más rápida y efectiva a esta demanda latente.
En paralelo, se prevé que los proyectos públicos iniciados comiencen a dar resultados a partir de 2027. Las previsiones apuntan a un crecimiento del 6,9% en 2025 que puede mantener este crecimiento entre el 5,5 y el 6% durante 2026-2028.
En el ámbito no residencial la inversión se concentra en logística y comercio, mientras que las oficinas avanzan a un ritmo más lento. La previsión contempla sólo un mínimo crecimiento en 2025 (0,8%), que se situaría entre un el 2 y el 3% en el horizonte 2026-2028.
Por todo ello, pese a que el sector de la construcción español afronta retos importantes a medio plazo, como la retirada de los fondos europeos y la necesidad de fortalecer la disciplina fiscal, el impulso de la vivienda y la obra civil municipal aportarán estabilidad.
Asimismo, se espera que el sector español de la construcción cierre este año con un crecimiento de un 4%. La situación se complica en 2026, ya que se espera que el crecimiento disminuya y pase a ser de un 3,6%, y esa tendencia seguirá en los próximos años, con un 3,2% en 2027 y un 2,2% en 2028. Pese a esta moderación del crecimiento prevista para 2026-2028 se considera un repliegue controlado, sin señales de alarma inmediatas.
¿Y en Europa?
En Europa, en cambio, convergen distintos escenarios, pero, lo más remarcable, tal y como expuso Josep Ramon Fontana, responsable de análisis y diagnosis del mercado de la construcción del ITeC, la mayoría de países se encuentran en un momento clave que, si bien no representa grandes cambios, si se atisba una salida de la desaceleración, especialmente en regiones nórdicas y en Alemania, pero dista de ser el óptimo.
Los tipos de interés han retrocedido desde sus máximos de 2023 y la inflación se ha moderado, mientras que la inversión privada sigue frenada por la incertidumbre y los costes de construcción continúan siendo altos provocando que la brecha de asequibilidad se ensanche. En consecuencia, el sector de la construcción europeo ha optado por reducir su producción, después de haber alcanzado niveles récord en 2022.
No obstante, el informe apunta que el panorama podría cambiar a partir de 2026 y el sector podría entrar en una nueva fase de crecimiento, a un ritmo normal con oscilaciones entre el 2,4% previsto para 2026 al 1,9% de la proyección para 2028. Este cambio de ciclo no responde tanto a una mejora sustancial de la economía europea, sino más bien a que el propio sector de la construcción irá abandonando ciertas posturas defensivas que ha adoptado en los últimos años, como estrategia para sobrellevar el desconcierto provocado por el encarecimiento del crédito y de los materiales.
De este modo, sin bien en el anterior informe se hacía eco que en países como Alemania, Francia e Italia estaban entre los países con más dificultades para recuperarse de la recesión en materia de construcción, en el informe actual el único gran mercado que continuará en esta situación es Alemania. Por su parte, España, Reino Unido y Polonia siguen en la parte superior del ranking, con posibilidades de sacar más partido de la fase expansiva de los próximos años, ya que anteriormente se han visto menos afectados por las turbulencias sufridas en el resto de los países. Así, pese a las perspectivas económicas que son positivas y la existencia de demanda en vivienda, su precio sigue desorbitado creando una tensión social que se deberá resolver a nivel político.
Por sectores, el no residencial de nueva planta (15%) y la rehabilitación (45%) tienen un crecimiento casi lineal, mientras que la ingeniería civil 22% ha superado titubeos del período 2023-2024 desempeñando un papel contracícilico en momentos de duda y tensión. En cambio, el residencial de nueva planta ha reaccionado fatal al incremento de costos, se habían parado promociones residenciales por miedo, pero tras superar esta actitud más conservadora parece que empiezan a salir estos proyectos con más fluidez.
En conclusión, tras un período ‘not good’ en el que también se encuentra 2025, parece que existen brotes verdes y todo parece indicar cambios en positivo a partir del próximo año. Con esto, remarcar que en el conjunto de Europa existe un crecimiento acumulado que roza el 7% en los 4 subsectores que cierran en positivo, siendo España, Reino Unido y Polonia los países que tienen más posibilidades de aumentar su producción en materia de construcción de toda la Unión Europea durante los próximos años.
La próxima Conferencia Euroconstruct que, además, será la número 101, se celebrará en Helsinki (Finlandia) los días 4 y 5 de junio de 2026, donde se analizará si los datos aportados en el informe de invierno mantienen esta tendencia positiva tanto en España como en el resto de países de Europa.
Jornada de análisis y perspectivas de futuro
Tras la presentación del Informe de Invierno 2025 de Euroconstruct, se celebró una mesa redonda, moderada por el director del Área Construcción e Infraestructuras de Interempresas Media, David Muñoz, en torno a la ‘Visión general y análisis de las tendencias del sector’, que contó con la participación de Francisco Diéguez (ITEC), Estíbaliz González, presidenta del Clúster de Hábitat Eficiente (AEICE), Alejandro Moral, presidente de la Asociación de Consultores de Estructuras de Edificación (ACIES) y Jaume Alsina, presidente de la Asociación de Fabricantes de Encofrados y Cimbras (AFECI).
Para Estíbaliz González “nos encontramos en un momento clave para mejorar la imagen del sector y ser atracción para la captación de talento”. Sin duda, esta es una de las preocupaciones latentes del sector junto con la subida del precio de la vivienda y la ralentización de los trámites burocráticos. “Los procesos son muy lentos y la planificación urbanística no acaba en los 7-8 años, sino más bien en 10-15 años. Si queremos revertir el problema hay que ponerse a trabajar ya”, reconocía Francisco Diéguez.
La sostenibilidad también entra en la ecuación, pero especialmente la salud y la adopción de políticas medioambientales que beneficien a generaciones futuras, poniendo en valor no una recomendación, sino una obligación. Pero ¿cómo dar respuesta al déficit histórico de vivienda? “La automatización”, como reconocía Alejandro Moral, “nos permitirá que los desarrollos sean más eficientes. El BIM consigue una armonización en todos procesos, para que la construcción sea más eficiente”.
Sin embargo, como añadía Jaume Alsina, “nos encanta industrializar, pero lo que no puede ser es que queramos tener un sector industrializado y no sepamos con qué partners podemos contar. Hay demasiada diversidad y la Administración Pública nos debe ayudar en toda la cadena de valor porque daría transparencia y visibilidad al sector”.
Además, se suma que, si la industrialización va acelerar los planes de vivienda, ¿qué ocurrirá en 10 años cuando el ritmo constructivo en el sector residencial no sea tan urgente? “La industrialización es parte de la solución. Nos va a llevar mucho tiempo generar producción industrial. Pero, sin duda, la vivienda es un sector estratégico como el de la alimentación. ¿Pero de aquí a 10 años necesitaremos tanta vivienda? Deberíamos empezar a pensar en incorporar elementos para rehabilitación como industrializar baños…”, apuntaba Estíbaliz.
Hacia esta misma dirección también señalaba Diéguez y, tal y como ya se había expuesto en la presentación del informe Euroconstruct, “es necesaria la activación de planes de renovación, ya que las exigencias europeas nos marcan 2050 como fecha para la descarbonización del parque edificado actual. El número de viviendas a rehabilitar en 25 años es 10 veces más de lo que estamos rehabilitando. Por ello, la colaboración público-privada debe ser la solución para alcanzar este hito”.
Finalmente, José María García, viceconsejero de Vivienda, Transporte e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid fue el encargado de clausurar esta jornada que invita al optimismo en el sector de la construcción, sin perder de vista los importantes desafíos que debe afrontar en los próximos años.

























