La patronal alerta de la obsolescencia del parque inmobiliario y estima que el 94% de los hogares del país tendrá más de 18 años a partir de 2026
Más de diez millones de viviendas superarán los 60 años en 2030
La Asociación que representa a la distribución profesional de materiales para la edificación y rehabilitación (Andimac) advierte que la obsolescencia amenaza a más de la mitad de los hogares españoles. A partir de 2030, más de diez millones de viviendas (10.086.222) cumplirá entre sesenta y noventa años en nuestro país.
Se trata por tanto de un ritmo de envejecimiento acelerado agravado por el empuje insuficiente de los fondos NextGenerationEU, cuya recepción termina en agosto de 2026 y que preveían rehabilitar hasta 410. 000 viviendas entre los años 2021 y 2026, unas cifras muy alejadas de la realidad de acuerdo con los datos oficiales de rehabilitación.
El ritmo rehabilitador apenas alcanza una media de 27. 000 unidades por año, unas 275. 000 viviendas en la última década, muy lejos de alrededor de 160. 000 unidades al año comprometidas en la primera versión del plan de recuperación, transformación y resiliencia. Lo que va a provocar que casi el 30% (28,7%) de los hogares a partir de 2030 alcance una vida útil de setenta años. El 11% de las viviendas tendrá ochenta o más años la próxima década.
Una senectud inmobiliaria que debería provocar señales de alarma en materia de rehabilitación. Según el Observatorio 360 de Andimac correspondiente a junio, el número de viviendas de más de dieciocho años se sitúa en el 92% y llegará al 94% en 2026. Durante este 2025 cerca de 535.000 viviendas pasarán a tener más de dieciocho años y son candidatas a la renovación.
En 2024, el gasto medio en reforma se ha mantenido prácticamente estable, situándose en 866 euros, una cifra ligeramente inferior a la registrada en 2023, con un total de 869 euros. Para el ejercicio 2025, se prevé un incremento hasta aproximadamente 916 euros, lo que representaría el valor más elevado hasta la fecha, aunque aún por debajo de los niveles necesarios para cubrir la demanda estructural del sector.
Las nuevas exigencias en materia de eficiencia energética podrían impulsar reformas centradas en el aislamiento térmico y la instalación de sistemas más eficientes y sostenibles. No obstante, tal como se ha observado, persisten diversas barreras que limitan y condicionan el crecimiento sostenido de esta actividad.
El principal factor que limita el desarrollo sostenido del sector se encuentra en la escasez de mano de obra, lo que condiciona su comportamiento y dificulta alcanzar un ritmo de crecimiento más sólido. Entre enero de 2021 y diciembre de 2024, el número de hogares en España aumentó un total de 970.000 unidades, mientras que en el mismo periodo se iniciaron 454.000 viviendas, según datos de CaixaBank Research a partir del INE y del ministerio de vivienda.
Esta diferencia de 516.000 unidades entre la creación de hogares y la vivienda nueva, evidencia un desajuste estructural entre oferta y demanda, lo que pone de manifiesto la necesidad de activar mecanismos públicos y privados que contribuyan a mitigar la actual escasez de vivienda.
Andimac señala que aproximadamente el 80 % de los edificios y viviendas en España cuentan con una calificación energética E, F o G, considerada insuficiente. En este contexto, la patronal plantea que las deducciones por rehabilitar beneficiarían a 200.000 hogares. Asimismo, recuerda que, en 2021, cuando se introdujeron las primeras deducciones fiscales vinculadas a la eficiencia energética, se presentaron 2.535 declaraciones. En 2023, esta cifra superó las 110.000 solicitudes, lo que pone de manifiesto el potencial de las medidas fiscales como instrumento para impulsar la rehabilitación energética.
Sin embargo, se advierte que estas líneas de deducción podrían desaparecer en 2026, al estar vinculadas a la financiación europea del programa Next Generation EU, lo que genera incertidumbre sobre su continuidad a medio plazo.

























