El Govern y la UPC impulsan la investigación sobre inertización y reciclaje del amianto en Cataluña
El Govern de la Generalitat de Cataluña y la Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech (UPC) firmaron en Barcelona un convenio para desarrollar nuevas vías de inertización y reciclaje del amianto como alternativa al vertido en depósitos de residuos peligrosos. El acuerdo, que tendrá una duración inicial de cuatro años y será prorrogable, forma parte de una de las líneas estratégicas del Plan Nacional para la Erradicación del Amianto en Cataluña 2023-2032 y se alinea con la resolución del Parlamento Europeo que promueve la inertización de este material tóxico, dejando su depósito como “último recurso”.
El convenio fue suscrito a través del departamento de la Presidencia de la Generalitat y establece una colaboración directa entre la Administración autonómica y el Laboratorio de Materiales y el Taller de Cartografía y Teledetección de la Escuela Politécnica Superior de Edificación de Barcelona (EPSEB) de la UPC. Esta unidad cuenta con un equipo multidisciplinar de investigadores e investigadoras y una red internacional centrada en el estudio de materiales de construcción, incluido el amianto.
Uno de los objetivos principales del acuerdo es “compartir conocimientos entre las dos organizaciones en materia de detección, inspección y análisis de materiales con amianto, con la finalidad de obtener un mapa cartográfico de alta resolución que identifique con precisión la existencia de elementos que contengan amianto y que permita establecer su grado de degradación”. Esta herramienta facilitará la planificación de actuaciones de seguimiento, mantenimiento y retirada segura.
Uno de los objetivos del acuerdo será identificar buenas prácticas, fomentar colaboraciones y abrir nuevas líneas de investigación que contribuyan a minimizar el impacto ambiental y sanitario del amianto.
Exploración de iniciativas globales y búsqueda de tratamientos paliativos
El acuerdo contempla también la recopilación y valoración de “las iniciativas existentes en el ámbito de empresas y de investigación en el entorno local, europeo y mundial orientadas en la geolocalización, las tecnologías de inertización y los procesos de reciclaje de materiales con contenido de amianto”. El objetivo será identificar buenas prácticas, fomentar colaboraciones y abrir nuevas líneas de investigación que contribuyan a minimizar el impacto ambiental y sanitario del amianto.
Otra línea de actuación será la búsqueda de “tratamientos superficiales fiables para estabilizar el avance de alteración de los elementos que se estén degradando y que, por causas técnicas, no se puedan retirar inmediatamente”. Estas intervenciones tendrían carácter paliativo y temporal hasta que los elementos puedan ser sustituidos de manera definitiva.
Reaprovechamiento del residuo y marco de aplicación en Cataluña
Además, el convenio prevé analizar la aplicabilidad de estas metodologías en el entorno jurídico, socioeconómico y tecnológico de Cataluña. A largo plazo, se fomentarán “programas de investigación para conseguir una transformación de la composición de los elementos que contengan amianto, para obtener unos nuevos compuestos que se puedan reaprovechar y que no sean nocivos para la salud”. Esta solución permitiría evitar el entierro de residuos tóxicos, generando nuevos materiales reutilizables para la construcción.
El acuerdo incluye la creación de una comisión de seguimiento que “se reunirá al menos una vez al año” para evaluar el progreso de las acciones. Con esta colaboración, Cataluña da un paso más en la lucha contra el amianto, apostando por la investigación aplicada y la economía circular como pilares para su erradicación.

































