Aimplas alerta sobre el impacto del “cajón electrónico”
Con la llegada del Cyber Monday, Aimplas —el Instituto Tecnológico del Plástico— advierte qué riesgos genera el aumento de compras de dispositivos electrónicos, quién lanza las recomendaciones (el propio centro tecnológico y la investigadora líder Eva Verdejo), cuándo se produce este repunte (en el contexto del Cyber Monday de 2025), dónde se detecta el mayor incremento (en España, especialmente en compras a través de marketplaces), por qué la gestión inadecuada de RAEE multiplica la pérdida de materiales críticos y cómo deben actuar los consumidores para evitar el denominado “cajón electrónico”, entregando los aparatos en puntos limpios o tiendas autorizadas, apostando por productos duraderos y reparables y optando por la reutilización.
Un informe de Flowwow y Admitad Data indica que más del 65 % de las compras digitales del Cyber Monday se realizarán a través de marketplaces, con especial protagonismo de la electrónica, el hogar y la moda. Este repunte multiplica la generación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), un flujo particularmente complejo por su composición, su creciente volumen y la pérdida asociada de materiales estratégicos.
Riesgos ambientales y pérdida de materiales críticos
El centro tecnológico destaca que una gestión inadecuada de los RAEE supone no solo un problema ambiental, sino también la pérdida de materias críticas como litio, oro o silicio, esenciales para la transición digital y energética. Según alerta Aimplas, la persistencia del llamado “cajón electrónico” —ese espacio doméstico donde se acumulan dispositivos antiguos sin uso— continúa siendo una de las principales barreras para su reutilización, reparación o reciclaje.
Eva Verdejo, investigadora líder en Reciclado, Valorización y Biotecnología en Aimplas, afirma que “la tecnología forma parte de nuestra vida cotidiana, pero también genera una nueva clase de residuos que requieren soluciones innovadoras y responsables. El reto no solo es reciclar más, sino diseñar mejor, reutilizar y recuperar materiales estratégicos para reducir la dependencia exterior. Sin olvidar que el consumo no sostenible e irresponsable tiene graves consecuencias sobre la generación de este tipo de residuos complejos”.
Evaluación comunitaria de la Directiva RAEE
La Comisión Europea publicó la evaluación de la Directiva 2012/19/UE sobre RAEE, que establece que los Estados miembros deben recoger al menos el 65 % del peso medio de los aparatos comercializados en los tres años previos. Sin embargo, actualmente únicamente se recicla alrededor del 40 % de los RAEE generados en la Unión Europea, y la normativa no incluye disposiciones específicas sobre ecodiseño.
Ante esta situación, Bruselas estudia ampliar el alcance de la directiva para incorporar nuevos dispositivos tecnológicos y verdes; fijar estándares obligatorios de tratamiento; y promover el ecodiseño que facilite la reparación, la reutilización y la reciclabilidad desde la fase inicial del producto.
Proyectos estratégicos de Aimplas para la recuperación de materiales críticos
En paralelo, Aimplas refuerza su compromiso mediante diversos proyectos dedicados al reciclaje y recuperación de residuos electrónicos. Entre ellos, el proyecto RECRITIC, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) y fondos FEDER, centrado en la recuperación de materias primas críticas —litio, oro y silicio— presentes en placas base, baterías y otros componentes. Su objetivo consiste en desarrollar tecnologías que permitan procesos de reciclado más eficientes y económicamente viables.
El Instituto Tecnológico participa también en METALLON, un proyecto orientado al reciclaje y reacondicionamiento de baterías de ion litio procedentes de RAEE; la iniciativa busca dar una segunda vida útil a las baterías recuperadas o, cuando no sea posible, optimizar su reciclaje para obtener metales y minerales de alto valor.
Nuevos desarrollos en electrónica sostenible y acreditación RecyClass
Asimismo, Aimplas forma parte del proyecto europeo REFORM, centrado en el desarrollo de electrónica impresa sostenible mediante adhesivos naturales, tintas conductoras y sustratos flexibles. La iniciativa persigue crear una cadena de suministro europea basada en ecodiseño y en materiales biodegradables o reciclables, con prototipos como etiquetas inteligentes, sensores inalámbricos y microsupercapacitores.
El Instituto Tecnológico ha ampliado el reconocimiento de sus laboratorios para evaluar la reciclabilidad de materiales plásticos utilizados en automoción y en el sector eléctrico-electrónico. La acreditación, otorgada por la iniciativa europea RecyClass, permite validar la compatibilidad de las soluciones industriales con los procesos actuales de reciclaje, lo que contribuye a una gestión de recursos más eficiente.
Semana Europea de la Reducción de Residuos: foco en los RAEE
En el marco de la Semana Europea de la Reducción de Residuos, centrada este año en los residuos electrónicos, Aimplas enfatiza la necesidad de reducir, reutilizar y reciclar mediante hábitos de consumo más responsables. Su participación se orienta a aportar conocimiento técnico y soluciones que faciliten la correcta gestión de uno de los flujos de residuos más difíciles de tratar por volumen, complejidad y velocidad de generación.
Recomendaciones para romper con el ‘cajón electrónico’
El Instituto Tecnológico recuerda que la correcta gestión de los dispositivos electrónicos depende en gran medida de las decisiones individuales. Entregarlos en puntos limpios o establecimientos autorizados permite recuperar materiales valiosos; depositarlos en el contenedor convencional implica perder recursos estratégicos y agravar el impacto ambiental. Aimplas anima también a optar por productos duraderos y reparables; priorizar fabricantes alineados con la economía circular; y elegir la reparación, la reutilización o la donación antes de desechar.
“Cada gesto cuenta”, concluye Eva Verdejo. “Si todos actuamos con responsabilidad, podremos transformar un problema creciente en una oportunidad real para la economía circular. Los residuos electrónicos no deben verse como un desecho, sino como una fuente de recursos que podemos aprovechar de nuevo mediante la innovación y la colaboración entre ciudadanía, industria, centros tecnológicos, universidades y administraciones públicas”.
