Entrevista a Ainhöa Lizarbe, directora de RR. II. y Comunicación de SIGAUS y GENCI

Ainhöa Lizarbe es la directora de Relaciones Institucionalees y Comunicación de SIGAUS y GENCI.

Todo ello, además, con la vista puesta en la inminente entrada en vigor de un nuevo real decreto de aceites usados, que consolidará el modelo de RAP y aumentará las exigencias para los sistemas colectivos. De 2025 y del futuro nos habla Ainhöa Lizarbe, directora de Relaciones Institucionales y Comunicación de SIGAUS y GENCI.

El aceite usado es un residuo bien controlado en España, gracias a un modelo de gestión maduro y estable. Además, nuestros mecanismos de ajuste de la financiación han demostrado ser muy valiosos para lograr la máxima eficiencia

La verdad es que podemos estar muy satisfechos. Cumplimos casi dos décadas garantizando que cada gota de aceite industrial usado que se genera en nuestro país no supone un riesgo para el entorno y puede aprovecharse como nuevo recurso.

Además, la implicación de todos los agentes de la cadena de valor del aceite industrial (desde las empresas productoras de lubricantes, a los consumidores profesionales o particulares, las empresas de gestión del residuo y las Administraciones Públicas) nos ha permitido, un año más, cumplir con los objetivos ecológicos de recuperación, valorización y regeneración de aceites usados, tal y como comunicamos a las autoridades competentes.

El aceite usado es un residuo bien controlado en España, gracias a un modelo de gestión maduro y estable que nos sitúa como un SCRAP referente en el ámbito internacional. Un sistema que ha venido dando una solución eficaz y sostenible en el tiempo a un residuo que, si no se gestiona correctamente, podría tener un gran impacto ambiental.

Además, los mecanismos de ajuste de la financiación implantados por SIGAUS, ligados a la evolución de los mercados internacionales de los productos petrolíferos, han demostrado ser muy valiosos para hacer frente a distintas coyunturas, tanto en momentos de caída de los mercados (como durante la pandemia), como cuando los precios se han disparado en diversas fases de nuestra historia. Precisamente, el alto precio del petróleo en los últimos años nos ha permitido mantener la aportación por tonelada de puesta en el mercado en mínimos históricos.

Desde GENCI ofrecemos nuestra dilatada experiencia en la gestión de un residuo industrial para ayudar a las empresas a cumplir con la RAP en el ámbito de los envases profesionales

Efectivamente, la gestión del aceite usado es la razón de ser de SIGAUS, pero queremos aportar a la sociedad un valor que vaya más allá de las operaciones de gestión. Una de estas iniciativas es capacitar y formar a los profesionales que, en el futuro, van a estar ligados, de una u otra manera, con la gestión del aceite industrial usado, principalmente en los sectores de la automoción, la ingeniería y la industria. Llevamos ya 7 años con nuestro proyecto formativo Aula Ambiental, proporcionando a los alumnos conocimientos y sensibilidad para afrontar los retos que se encontrarán profesionalmente. Gracias a este programa en continuo crecimiento hemos podido formar a más de 3.300 alumnos de 19 universidades y centros de Formación Profesional de toda España.

También vinculamos la divulgación sobre la importancia de gestionar este residuo peligroso con la creación de espacios verdes, a través de nuestro proyecto Bosques SIGAUS, que iniciamos en 2012 y con el que ya hemos plantado 13.000 árboles gracias a los acuerdos alcanzados con ayuntamientos de diferentes municipios. Contribuimos a compensar emisiones de CO2, ofreciendo al mismo tiempo a los vecinos zonas para el ocio y el deporte al aire libre.

Nuestro compromiso social también se traduce en un apoyo directo a distintas entidades con las que colaboramos económicamente, como son la Fundación Síndrome de Dravet, la Fundación Porque Viven y la asociación APADIS, que promueven la investigación en enfermedades raras, los cuidados paliativos pediátricos y la inclusión social y laboral de personas con discapacidad intelectual, respectivamente.

SIGAUS ha formado a más de 3.300 alumnos de 19 universidades y centros de Formación Profesional de toda España, destaca la directora de RR. II. y Comunicación de SIGAUS y GENCI.

Las exigencias del nuevo real decreto avalan el modelo de SIGAUS, donde siempre hemos apostado por el libre mercado y la igualdad entre todos los operadores, sean productores o gestores

En este aspecto, la gran novedad regulatoria de este 2025 ha sido la aplicación de la RAP a los envases industriales y comerciales, haciendo que –por primera vez– todos los envases queden incorporados a este régimen.

Desde el pasado 1 de enero miles de empresas de todos los sectores que ponen en el mercado productos envasados en entornos profesionales están obligadas a asumir la gestión de estos residuos de envases. Esto afecta a un sinfín de envases, desde una garrafa de plástico hasta un bidón metálico, pasando por cajas de cartón, palés, plásticos de protección o film retráctil, entre otros.

Para responder a este reto, desde GENCI ofrecemos nuestra experiencia de 19 años en SIGAUS aplicando con éxito la RAP al aceite usado, cuya generación –en entornos profesionales– y gestión –mediante acuerdos privados entre los poseedores y los gestores de residuos– son muy similares a lo que ocurre con los residuos de envases comerciales e industriales. Esta experiencia nos ha permitido replicar un modelo de éxito en términos de universalidad del servicio, de respeto por el libre mercado y de eficiencia al ámbito de los residuos de este tipo de envases. Precisamente por ello pudimos responder de forma rápida a la normativa autonómica de Illes Balears (que se adelantó a la nacional) y hoy GENCI es el único sistema que lleva ya 4 años gestionando residuos de envases comerciales e industriales.

Al margen de los envases, la RAP está cobrando protagonismo como mecanismo eficaz para la gestión de distintos residuos. Por ejemplo, estamos en la fase final para tener un real decreto que aplique la RAP en el sector textil y del calzado. Una aplicación que en España está avanzada y que ahora se ha establecido como obligatoria para los Estados Miembros en la reciente modificación de la directiva marco de residuos.

Y próximamente se aplicará también la RAP, según el mandato dado por la ley 7/22 de residuos y suelos contaminados para una economía circular, a los muebles y enseres, a los plásticos de uso agrario y a los productos de tabaco y artes de pesca que contengan plástico.

En nuestro ámbito de los aceites usados, también estamos a la espera de la aprobación de un nuevo real decreto que consolidará el régimen de la RAP en la gestión de este residuo.

El nuevo real decreto sustituirá al actual RD 679/2006, que durante 20 años ha sido un marco regulatorio muy útil y que ha propiciado que –como decía al inicio– el aceite usado sea un residuo muy controlado y con una gestión muy fiable en nuestro país. La gran novedad que esperamos tiene que ver con el incremento del objetivo de regeneración, el tratamiento por el que el aceite usado se trasforma en bases lubricantes aptas para formular nuevos aceites. A la espera del texto definitivo, en la última versión sometida a consulta pública se preveía elevar 10 puntos, al 75%, el objetivo de regeneración para 2028, y aumentarlo progresivamente hasta el 90% en 2035. Aunque en la práctica ese objetivo ya lo estamos cumpliendo (en 2024 regeneramos el 74,5%), supone una mayor exigencia, que podría impactar en el coste del sistema, ya que la regeneración absorbe las mayores cuantías de financiación.

Por otro lado, se dejarán de financiar las operaciones de tratamiento del residuo para su utilización como combustible, que es actualmente la alternativa al tratamiento mediante regeneración, pero que deberá minimizarse progresivamente. Además, los objetivos ecológicos serán exigibles a nivel autonómico, lo que supondrá un reto de logística y trazabilidad.

En efecto, el nuevo real decreto renueva y refuerza la apuesta por la responsabilidad ampliada del productor, lo cual es una buena noticia porque respalda la gestión realizada todos estos años y la eficacia de este modelo en este residuo. Además, y en la línea de otras normas recientes de RAP, se introducen elementos para aumentar la transparencia y asegurar la libre competencia en los diferentes mercados implicados. Unas premisas que avalan el modelo de SIGAUS, donde transparencia y competencia han sido dos pilares de nuestra actuación.

En el primer caso, haciendo un esfuerzo importante por auditar nuestros datos, divulgarlos mediante una intensa actividad comunicativa y poner a disposición del público herramientas como el Observatorio del Aceite Usado. Respecto a la competencia, nuestra máxima ha sido siempre dejar actuar al libre mercado en la gestión del aceite usado.

También habrá nuevas obligaciones para las empresas productoras, que deberán darse de alta en el Registro de Productores de Producto (RPP), indicando el sistema de RAP al que están suscritos (sea colectivo o individual) y declarar anualmente las cantidades de aceites industriales comercializados.

En definitiva, nuevos requerimientos que vienen y para los que en SIGAUS, con dos décadas de experiencia a nuestras espaldas, estamos preparados. Disponemos de un sistema tecnológico muy robusto, que nos aporta una trazabilidad total del aceite usado que se genera y gestiona en España, incluyendo la geolocalización de cada instalación que produce o trata este residuo. Afrontamos el reto de adaptarnos a la nueva normativa con la garantía de hacerlo sobre la base de un modelo solvente, que ha funcionado bien para gestionar el aceite industrial usado, para ofrecer un servicio universal y para disponer de un nivel de información que es una referencia en el sector.