Eurecat impulsa la recuperación de litio, níquel y cobalto mediante nuevas tecnologías sostenibles y circulares
Las materias primas críticas, conocidas como CRM (por sus siglas en inglés Critical Raw Materials), “son materiales vitales para el desarrollo de la actividad económica, ya que se utilizan en la producción de una gran variedad de bienes y nuevas tecnologías en sectores como la automoción o las energías renovables”, según destacó el director del Área de Sostenibilidad de Eurecat, Miquel Rovira.
“Estas materias se consideran críticas porque su suministro no siempre está garantizado, dado que son materiales escasos y es estratégico para Europa poder disponer más allá de su extracción, recuperándolos con tecnologías que contribuyan a la economía circular y la autonomía industrial”, añadió Rovira.
El último Circularity Gap Report alerta de que la economía mundial únicamente es circular en un 7,2%.
Aprovechamiento de residuos y subproductos como fuente de materiales valiosos
Uno de los ejemplos que demuestra el potencial de estas tecnologías es el proyecto europeo Sea4Value, en el que Eurecat participa activamente desarrollando un nuevo proceso para recuperar materiales y minerales de alto valor —como el litio o el magnesio— presentes en los efluentes generados por las plantas desalinizadoras de agua de mar.
Estas soluciones tecnológicas permiten que la desalinización sea más sostenible al reducir el impacto del concentrado hipersalino que generan dichas instalaciones, utilizando parte de esta salmuera como fuente alternativa y sostenible de minerales presentes en los océanos, contribuyendo así a la obtención de materias primas valiosas.
En paralelo, Eurecat coordinó el proyecto europeo Salema, destinado a implementar un modelo de economía circular centrado en el aprovechamiento de restos y chatarra como fuente alternativa de materias primas críticas. Este proyecto también exploró la sustitución de dichos materiales por elementos de aleación de aluminio para su aplicación en vehículos eléctricos.
Innovación para el reciclaje de baterías y residuos electrónicos
Otra línea de acción relevante fue la participación de Eurecat en el proyecto Free4LIB, orientado a desarrollar procesos tecnológicos sostenibles y eficientes para el reciclaje de baterías de iones de litio al final de su vida útil. Este proyecto abarcó el desmantelamiento, pretratamiento y recuperación de materiales, alineado con los principios de sostenibilidad y reutilización de recursos.
Además, el centro tecnológico testó y desarrolló nuevos procesos de hidrometalurgia sostenible. Estos procesos, basados en el uso de reactivos de menor impacto ambiental y en metodologías más rentables económicamente, permiten recuperar productos de valor y materias primas estratégicas —como litio, manganeso, níquel y cobalto— presentes en residuos electrónicos y baterías.
Tecnologías de plasma y producción de polvo metálico reutilizable
Eurecat ha diseñado también un sistema de esferoidización mediante plasma de microondas, orientado a recuperar material en polvo o rechazo generado en procesos industriales de fabricación, con el objetivo de reincorporarlos a la actividad productiva. Esta innovación permite cerrar el ciclo de materiales, reforzando la eficiencia y sostenibilidad de los procesos industriales.
El centro dispone, además, de una planta piloto destinada a la producción de polvo metálico personalizado bajo demanda, ya sea utilizando materia prima de elevada pureza o residuos metálicos, con el fin de valorizar estos últimos y darles una nueva vida útil en la industria.
Un crecimiento exponencial en la demanda de minerales clave
Según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), entre los años 2017 y 2022 la demanda de litio se triplicó, la de cobalto aumentó un 70% y la del níquel creció un 40%. A este respecto, diversos estudios señalan que para el año 2040 la demanda de litio será 15 veces superior a la de 2020, mientras que la del níquel será 2,5 veces mayor. Esta tendencia también se espera para minerales como el cobre, el neodimio y otros materiales clave para la transición energética.
Por otro lado, el último Circularity Gap Report alerta de que la economía mundial únicamente es circular en un 7,2%. Este dato se agrava con el incremento sostenido de la extracción y el uso de materiales. De hecho, dicho informe calcula que en los últimos seis años se ha consumido más de medio billón de toneladas de materiales, lo que equivale a casi tanto como lo consumido durante todo el siglo XX.

































