La "cara B" de los minijobs
La precarización laboral no es exclusivamente española. En nuestro país los cerebros se fugan y se van principalmente a Alemania, pero parece que la capital del empleo joven y la retención de talento también tiene su lado oscuro.
Los famosos minijobs alemanes, que nacieron para convertirse en un complemento salarial para jubilados o como fórmula para acceder al mercado laboral, se han convertido en la baza de algunos empresarios para ahorrar en personal.
¿Qué es un minijob alemán?
Un minijob es un trabajo con un salario máximo de 450 euros mensuales y con un límite de 15 horas semanales. Para los empresarios tiene la ventaja de la tributación, ya que la aportación total por ese trabajador al estado es del 30%.. Por otro lado, los trabajadores no pagan impuestos. En su mayoría son trabajos como empleados del hogar, camareros, cuidadores de niños y ancianos, repartidores, dependientes, etc. Los colectivos que más se acogen a esta fórmula son jóvenes, mujeres que buscan conciliar trabajo y familia y parados de larga duración.
El problema es que este tipo de trabajo se creó para cubrir una necesidad puntual (cortos períodos de paro) o como complemento mensual de ingresos mientras se estudia. Pero no como empleo de larga duración, ya que las prestaciones sociales que ofrece un contrato regular mediante las cotizaciones no se dan en este caso. El problema es que, con la situación de crisis actual, los minijobs se están convirtiendo en una herramienta de lo más útil para personal cualificado que se ha quedado sin empleo o no ha logrado encontrarlo al finalizar los estudios. Por ello, se pervierte la función de los minijobs, que se convierten en un recurso para precarizar empleos y sueldos.
Workapp today, contratado mediante una app
En España no se legisla sobre minijobs, pero de facto están igual de presentes que en Alemania. De hecho se están hasta perfeccionando. En España puedes buscar y encontrar trabajo en pocos minutos: no hay entrevistas, no hay procesos y no hay contratos, luego casi no hay sueldo. Como Uber, WorkAppToday permite a cualquier ciudadano optar para cubrir un pico de demanda, una baja o una necesidad eventual de las compañías, sobre todo en los sectores de limpieza y hostelería.
Como los minijobs, esta salida laboral momentánea podría no suponer ningún peligro en época de estabilidad y bonanza. En una época donde la tasa de paro no superase el 25% o donde el talento local se demandara, se pagara y se valorara. Pero actualmente no es el caso, y este tipo de contratos o acuerdos se pueden convertir para muchos en su única salida.
Una salida que te tiene esclavizado, ligado a una notificación emergente en tu móvil que no te permite tener tiempo para nada más. Cualquier momento es válido para que el camarero fijo del mejor hotel de la ciudad se ponga enfermo y el jefe de turno mande un aviso a todos los usuarios de la app. Ellos lo saben y eso les obliga a sacrificar su tiempo, su ocio, su descanso y su tranquilidad. Siempre a su disposición.
Nos gustaría hacer hincapié en el hecho de que, según creemos, el problema no en la existencia de esta app, o de un minijob como tal, sino del peligro del todo vale, con situaciones peligrosamente cercanas al esclavismo frente a la imposibilidad de encontrar otras oportunidades.
