¿Cáncer en las fábricas de Samsung?
La fábrica en cuestión no es una cualquiera, nada menos que de Samsung, la tercera empresa tecnológica más valorada del mundo. De hecho, ha sido la única capaz de hacerle la competencia a Apple. Como gigante tecnológico que es, estas semanas no se ha podido librar de estar en boca de todos. A nosotros, salvando las distancias, nos recuerda a un caso que se dió en los años 30, cuando una empresa llamada US Radium permitió que sus trabajadoras enfermasen manejando una sustancia radiactiva, pagando en vidas humanas la falta de prevención.
Las denuncias no cesan
Hace ya unos años que se tramitan centenares de denuncias por parte de trabajadores de la compañía y sus familiares. Estas denuncias comenzaron a crecer después de hacerse pública en 2007 la historia de la muerte de una operaria de 23 años, Hwang Yu-Mi.
La muerte de Hwang fue tan sonada que se llevó al cine en forma de documental (Another Promise, 2014), llamando la atención de la opinión pública, y, por lo tanto, consiguiendo la presión social suficiente para que Samsung no pudiera hacer la vista gorda ante esta situación.Vicepresidente de Samsung. Imagen de El País
A finales de 2012, la asociación que defiende a los afectados cifraba en 160 el número de víctimas directas, 60 de las cuales habrían muerto. El año pasado se comenzó a negociar con Samsung el posible pago de indemnizaciones, a lo que, según fuentes de El País, la compañía se negó al considerar que no existía relación entre el cáncer y las condiciones laborales.
Aunque sigue sin admitir la relación, hace unas semanas la compañía surcoreana presentó oficialmente sus disculpas y prometió pagar una indemnización a las familias de las víctimas, así como ayudas para los tratamientos.
Sea como sea que acabe el litigio y sea cierto o no, recordemos que el refranero popular no suele fallar, y cuando dice que más vale prevenir que curar, no se equivoca. Seguiremos luchando para que la prevención y la responsabilidad social corporativa dejen de ser metas inalcanzables y se conviertan en nuestra realidad.