Saint-Gobain impulsa la economía circular en el sector del Vidrio Plano
Saint-Gobain, firma especializada y referente en soluciones de desarrollo sostenible, emplea su gran conocimiento de la industria para limitar la producción de residuos y promover la economía circular. Para ello, es crucial recuperar y reciclar materiales con el fin de crear ciudades más responsables en el ámbito medioambiental. Estos son algunos de los mayores retos para el sector de la construcción, así como para la industria del vidrio plano.
El vidrio plano se encuentra en plena evolución por los nuevos usos y necesidades tanto de la industria como para la protección del planeta. De esta manera, uno de los métodos más utilizados para recuperar vidrio y darle una segunda vida es el uso del calcín (vidrio reciclado) o cullet (desperdicios de vidrio), gracias a los cuales se reducen considerablemente las emisiones de CO2, se preservan los recursos y se renueva un material innumerables veces, lo que contribuye a favorecer la economía circular dentro de la Compañía.
Este proceso es una práctica de largo recorrido en Saint-Gobain. El calcín comienza al extraer el vidrio, triturarlo e incluirlo como parte de los nuevos materiales al ser fundido de nuevo. Se emplea con gran frecuencia en la creación de vidrio flotante. En Francia, por ejemplo, el reciclaje de vidrio ofrece un ciclo cerrado de soluciones para volver a utilizar este material al final de su vida útil, con el objetivo de integrar la mayor cantidad de cullet. Así, reduce el contenido de carbón que se necesita para fabricar este material de construcción y, además, contribuye a una mejor eficiencia energética del edificio, reduciendo el consumo de calefacción, aire acondicionado y luz, así como proporcionando mayor confort térmico y de iluminación.
Con la utilización de vidrio, Saint-Gobain ha logrado reducir la huella de carbono en un 10% desde 2010 y reducir el consumo energético en un 40%. Estos compromisos van en línea con el Roadmap de Sostenibilidad de la Compañía que tiene como fin último conseguir la neutralidad de emisiones de cara a 2050. Para ello, contribuye a reducir la cantidad de recursos utilizados en sus soluciones en todo su ciclo de vida, minimiza la extracción de materias primas, diseña soluciones teniendo en cuenta su vida útil desde el principio, extiende su período de uso y maximiza el valor de las soluciones a largo plazo para fomentar la reutilización o el reciclaje de circuito cerrado para otros fines.