Las Obras Públicas en la reconstrucción de La Palma
Se han cumplido ya más de dos meses desde que el volcán de La Palma, el conocido popularmente como Cumbre Vieja, comenzó a expulsar lava. Durante este tiempo, con fecha de inicio de 19 de septiembre, se han expulsado más de 60 millones de metros cúbicos de lava, (que han generado coladas con una superficie de 1.073,22 hectáreas), se han visto afectadas 1.467 edificaciones (incluidas agrícolas) y se han experimentado 616 terremotos (con una intensidad máxima de cinco) en una semana, según los datos aportados por el Cabildo de La Palma (con fecha de 23 de noviembre de 2021).
Erupción del volcán de La Palma, conocido popularmente como Cumbre Vieja.
En cuanto a las infraestructuras básicas, se han producido daños graves en las carreteras de acceso y en el suministro del regadío. En relación a la red viaria, actualmente, según el Cabildo, 67,125 kilómetros de carreteras han sido afectados por la erupción, algunos de ellos clave para la logística y la conexión de zonas de relevancia en la isla. Entre los municipios afectados, destaca Los Llanos del Aridane, con 66,17% de la superficie total dañada, El Paso (con un 17,70% de las carreteras) y Tazacorte, con el 16,13%.
Pero para conocer el daño real producido en estas infraestructuras, hay que conocer la red de carreteras de La Palma previa a la erupción, la cual estaba experimentando obras de mejora en el momento del inicio de la actividad volcánica. Así, la estructura básica de la red se organizaba en torno a seis grandes ejes, creando una estructura de 510 kilómetros:
- LP-1. Circunvalación norte.
- LP-2. Circunvalación sur.
- LP-20. Vía Exterior de Santa Cruz de La Palma.
- LP-21. Vía Exterior Los Llanos de Aridane.
- LP-3. Carretera de La Cumbre.
- LP-5. Aeropuerto.
Actualmente, la LP-213 ha sido una de las más afectadas, con 2,574 kilómetros, seguida de la LP-232 con 2,514 kilómetros. Ante esta situación, en la que además se ha dificultado considerablemente la comunicación de la isla, los expertos en Obras Públicas ya se han puesto manos a la obra.
Carretera de emergencia
Ante esta nueva situación, se han comenzado las obras para una nueva carretera, de 2,3 kilómetros, con un mes de plazo para su construcción, con el fin de unir Puertos Naos y Las Manchas de Abajo (en el suroeste de la isla), anteriormente conectadas por la LP-213. Esta infraestructura es necesaria para la realización de los trabajos de emergencia de los servicios básicos, así como para el acceso de vecinos (para la evacuación de sus bienes) y de los agricultores que cuentan con cultivos en dicha área.
En cuanto al resto de operaciones que se están llevando a cabo en La Palma, continúan los trabajos de Seguridad Vial, de pavimentación y de mantenimiento del resto de las infraestructuras, de tal manera que las Obras Públicas continúan su labor prevista en la parte de la isla que no ha sido afectada por el Cumbre Vieja.
Más servicios
Los Ingenieros Civiles, con el apoyo del resto de profesionales desplazados a la zona (emergencias, militares y, por supuesto, geológos), han llevado a cabo, además, la instalación de dos desaladoras portátiles para abastecer 600 hectáreas de cultivo en Los Llanos de Aridane.
Los trabajos han sido realizados por Tedagua, de Grupo ACS. Esta empresa ha realizado la implantación de las dos desaladoras, capaces de producir 5.600m3/día de agua, mediante el proceso de ósmosis inverso, con la fuente de agua de mar.
¿Y después?
Si actualmente las Obras Públicas se han consolidado como un activo fundamental en la gestión de crisis (tal y como ha ocurrido en otros desastres naturales y sanitarios), en los próximos años su acción será imprescindible para la isla.
Según Mónica Gómez, delegada de La Palma del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, en un reportaje para TVE, los trabajos de reconstrucción en la isla solo podrán llevarse a cabo una vez se enfríe la lava.
Para ello, los expertos estiman que han de pasar entre seis meses y un año, dependiendo de las zonas y de la actividad del volcán, aún sin fecha de extinción. Este tiempo ha de ser el utilizado por las administraciones públicas y por los Ingenieros Civiles para la creación de planes específicos de infraestructuras. Ahora, tal y como comentan los expertos, se han de llevar a cabo aquellas acciones necesarias para la población y para el desarrollo económico de la isla, pero pensando en un correcto crecimiento sostenible. Dicho de otra manera, es una oportunidad única para crear proyectos que respeten el espacio volcánico protegido y se acojan a la Agenda 2030.
Los nuevos planes de urbanismo, con la construcción de infraestructuras inteligentes (que aplican la tecnología para la eficiencia de las estructuras), serán el futuro de La Palma, una vez el volcán cese su actividad.