La Sareb cuenta con 3.500 millones de tesorería que podrían reducir su deuda
Madrid, 14 mar (EFE).- El Estado tomará en los próximos días el control de la Sareb, la sociedad creada para dar salida a los activos tóxicos de la banca rescatada, y tendrá la posibilidad de decidir si destina los cerca de 3.500 millones de tesorería que posee, según sus últimas cuentas, a reducir su deuda.
Desde su creación en 2012, la Sareb ha contado con este volumen de tesorería y ha sido capaz de mantenerla incluso durante los peores meses de la pandemia, cuando la venta de activos era casi imposible y la sociedad tenía que seguir haciendo frente a sus gastos, según han explicado a Efe fuentes próximas a su consejo.
Sin embargo, argumentan, la Sareb no necesita esa liquidez para hacer frente a su plan de negocio y puede seguir operando con total normalidad, por lo que ese importante volumen de tesorería podría dedicarse, si así lo decide el Estado, a reducir en la misma proporción la deuda pública.
La compañía, no obstante, ha rechazado que esta posibilidad se encuentre sobre la mesa en estos momentos.
El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, defendió esta misma semana la creación de la Sareb y su papel para sanear los balances bancarios, pero insistió en que la compañía tiene que seguir reduciendo su deuda, que ahora cuenta como pública.
De Guindos estaba al frente del Ministerio de Economía en 2012 y promovió un real decreto para que la Sareb naciera con la mayoría del capital en manos privadas, principalmente los bancos sanos y las aseguradoras, lo que permitía que su deuda no contara como púbica, aunque el Estado fuera el principal accionista de la sociedad.
A finales de marzo de 2021, sin embargo, la oficina estadística europea, Eurostat, decidió incorporar la Sareb dentro del perímetro de las cuentas del Estado, lo que obligó a sumar 35.000 millones de deuda pública en 2020 y algo menos de 10.000 millones de déficit.
A partir de ahí, el Gobierno de Pedro Sánchez empezó a barajar la idea de que, si el riesgo de la compañía lo asumía íntegramente el Estado, tenía más sentido que la Sareb pasara a estar controlada por el Estado, a través del FROB, lo que le llevó a aprobar un nuevo real decreto que lo permitiera.
Ahora está previsto que en las próximas semanas, el FROB se haga con el control de la sociedad al tener garantizada una participación por encima del 50 % en la Sareb, gracias a que los accionistas más pequeños de la sociedad están dispuestos a venderle sus acciones por un precio simbólico.
LA CLAVE, REDUCIR LA DEUDA
El propio equipo gestor de la Sareb, encabezado por su presidente, Javier García del Río, es partidario de acelerar la venta de activos tóxicos, aunque esto implique aumentar las pérdidas de la compañía, con el objetivo de generar caja y seguir reduciendo el impacto de la deuda de la compañía en el volumen de deuda pública.
A pesar de la recuperación del mercado inmobiliario, de acuerdo a los estados contables publicados por la Sareb, el valor de los activos es lejano al precio establecido en 2012, en más de 9.000 millones de euros; así, si la compañía aumenta sus ventas, al mismo tiempo incrementa sus pérdidas.
Sin embargo, gracias a que en 2020 un cambio normativo permitió a la Sareb operar con fondos propios negativos, la compañía puede enfocar su actividad a amortizar deuda a través de una venta ordenada de sus activos.
De cara a maximizar los precios de venta de los activos, la compañía está potenciando las ventas a particulares y empresas y reduciéndolas a inversores institucionales, los conocidos como fondos buitres, que exigen fuertes descuentos.
Eso explica, por ejemplo, que en la primera mitad de 2021 la compañía incrementara notablemente sus ingresos, lo que elevó sus pérdidas a 692 millones de euros, pero le permitió cancelar anticipadamente 348 millones de deuda avalada por el Estado, lo que rebajó el saldo vivo hasta los 34.570 millones.
Dando por hecho que la Sareb habrá mantenido el dinamismo en sus ventas en la segunda mitad del 2021, las pérdidas previsiblemente superarán los 1.500 millones de euros, un 50 % más que un año antes, con la buena noticia de que podrá reducir más de 1.000 millones de deuda.
De este modo, el saldo vivo quedaría en algo menos de 34.000 millones, que además podrían reducirse a 30.000 millones si el FROB opta, tras la toma del control de la sociedad, por destinar a ese mismo fin los 4.000 millones de tesorería de la Sareb.






























































