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España, cuarto país fabricante de Europa, cuenta con 1.200 empresas, un 90%, pymes

Invertir en tecnologías médicas es invertir en futuro

Irene Relda29/01/2013
A pesar de los recortes, a pesar de la presión que sufren los profesionales y todo el sistema sanitario para mejorar su eficacia y eficiencia, el sector sanitario y el de tecnologías médicas es uno de los mejor posicionados en este momento. Así lo afirma Maria Dolors Núñez, gestora de proyectos de ACC1Ó, quien pronunció una conferencia en la pasada edición de CEP Médica, celebrada el pasado 12 de diciembre en Barcelona.
Maria Dolors Núñez, gestora de proyectos de ACC1Ó, durante su ponencia en la pasada edición de CEP Médica
Maria Dolors Núñez, gestora de proyectos de ACC1Ó, durante su ponencia en la pasada edición de CEP Médica.

Maria Dolors Núñez destacó durante su intervención el cambio en el perfil de los usuarios, es decir, los pacientes. “En estos momentos un 43% de los usuarios que acude a atención primaria ya ha consultado antes en Internet cuáles son sus causas y sus síntomas”. Y esto, según la especialista, la transformación experimentada en el paciente también ha supuesto un cambio en el comportamiento de los profesionales.

En el sector salud, que vela por el bienestar individual y colectivo, los indicadores miden el grado de avance o de progreso de las diferentes regiones, países o comunidades. Uno de esos índices es, por ejemplo, el gasto total sanitario de los países. Estados Unidos, uno de los de mayor gasto sanitario del mundo, dedica un 18% de su PIB a la salud. España se mantiene en un nivel mucho más modesto con algo más del 9%, mientras que en otros países europeos como Alemania, Francia o Italia, esta tasa se sitúa cerca del 12%. En este sentido, Núñez remarcó “el importante grado de desarrollo y potencial” de India y China.

La evolución de los materiales e instrumentos

Los materiales e instrumentos han ido evolucionando desde el que hombre es hombre, gracias a la incorporación de otras tecnologías, ciencias y conocimientos “que van más allá de la pura medicina”. En esta línea de trabajo, Núñez destacó en su conferencia la importancia de la investigación con nuevos materiales como metales, polímeros o materiales orgánicos, así como en el desarrollo de la química o de la farmacia y, más recientemente, la aparición de las tecnologías de la comunicación y las TIC.

Según explicó la gestora de proyectos de ACC1Ó, el sector médico-sanitario tiene aún un gran potencial de desarrollo. Para lanzar esta afirmación, se basa en los factores de crecimiento que marcan las megatendencias.

Los factores de crecimiento

Uno de esos factores es la globalización, tanto de talentos como de mercados. “Cada vez más el acto médico no es local sino que puede darse fuera de nuestras fronteras, tanto de pacientes que vengan como la posibilidad de atención remota a pacientes que estén lejos”, explica. Otro factor es el envejecimiento. Este pasado 2012 ha sido declarado ‘Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional’. Según Núñez, esto nos recuerda a todos, la comunidad científica, la técnica y la ciudadanía que cada vez somos más mayores, que cada vez hay más personas de avanzada edad, y que éstas deben seguir manteniendo una calidad de vida aceptable.

Esta situación supone nuevos retos: la atención de estas personas (ayuda domiciliaria, dificultades en la movilidad), pero también en cuanto a medicinas y enfermedades que aparecen al final de la vida.

Otro elemento de crecimiento es la medicina personalizada. “Cada vez más, las genómicas y todas las ciencias ómicas pueden ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades, dolencias, patologías de cada uno de nosotros, para de esta manera procurar una recuperación más rápida, cómoda y eficiente”.

Foto: Johany López
Foto: Johany López.

La cronicidad, según Núñez, es otro de esos factores. Los avances en medicina han hecho que muchas enfermedades que hace unos años eran mortales de necesidad se hayan convertido en crónicas. “Esto ha significado un gran avance, por supuesto, pero también un problema para los sistemas sanitarios, ya que el control de todas estas personas supone un gran gasto”. En este sentido, los últimos desarrollos tecnológicos tienen mucho que decir. ¿Qué se puede hacer para que estos pacientes no vivan la enfermedad de una manera tan gravosa? Una posible respuesta es la incorporación de soluciones móviles, tanto smartphones como tablets y ordenadores, para evitar que estos enfermos deban ir cada semana al médico a hacer la revisión. “Se trata de que el paciente tenga una vida lo más normal posible. Este es uno de los grandes retos de este campo”.

Otra cuestión a tener en cuenta es el desarrollo e incremento de enfermedades neurológicas, neurodegenerativas, tanto en adolescentes como en personas mayores y adultas. Ha habido un aumento de brotes, como estados de ansiedad, depresiones, y otras enfermedades degenerativas, como el parkinson o el alzheimer. Cómo se pueden combatir estas enfermedades para ayudar a las personas y al entorno de estas personas a desarrollar una vida lo más normal o cómoda posible es otro de los retos.

Núñez también destacó la importancia de la incorporación de las tecnologías de la comunicación dentro del sistema de salud. “No se trata sólo de la interacción entre paciente y médico. Estas tecnologías puede mejorar la comunicación entre comunidades científicas y todo aquello relacionado con los diagnósticos a distancia como, por ejemplo, el proyecto de Teleictus, u otros relacionados con dermatología, de manera que no sea necesario disponer de un gran especialista en cada uno de los hospitales. También podrían ayudar en la disminución de aquellos costes ocasionados por las visitas al médico, posibles anulaciones de citas… “Estas tecnologías tanto en el aspecto puramente asistencial como en el aspecto de organización tienen un gran futuro”, afirma Maria Dolors Nuñez.

La presión sobre los profesionales y los sistemas sanitarios para mejorar su eficiencia y eficacia es, para la especialista de ACC1Ó, otro de los factores. “Esto supone un profundo estudio de los procesos en los que estamos trabajando, de cómo funcionan los flujos de trabajo para optimizarlos y mejorar su eficacia”.

Por último, la situación de los recursos económicos que tienen los estados sanitarios, tanto privados como públicos. “Tenemos que ajustarnos, debemos conseguir la estabilidad económica de nuestros sistemas sanitarios”, afirmó Núñez.

Las tecnologías médicas en el mundo

Desde un punto de vista económico, las tecnologías médicas tienen un impacto muy importante en la economía de las naciones. En el mercado mundial ocupan a cerca de un millón de personas. Unas 450.000, en Estados Unidos, y cerca de 500.000, en Europa. Además, este sector presenta una facturación de 213 billones de euros, y lo que es más importante, ha mantenido un crecimiento anual de cerca del 5% en los últimos 5 años. Respecto a cómo está repartido el mercado de las tecnologías médicas, Núñez explica que la mayor parte se lo lleva Estados Unidos, seguido de Europa y de la zona de Asia Pacífico. “Esta región está creciendo, sobre todo China, Corea e India, donde se están desarrollando cada vez más tecnologías y aparatología para la salud”.

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El sector, en Estados Unidos

En Estados Unidos, las tecnologías médicas emplean a unas 450.000 personas y tienen unas ventas de 98 billones de euros. El 11% de la facturación se reinvierte en I+D, lo que les hace mantener una posición muy puntera. Núñez también destaca el hecho de que en el país hay una alta concentración de empresas. Diez de estas compañías, las grandes, como General Electric, aglutinan el 90% de la facturación.

El sector, en Europa

Por lo que respecta a Europa, el sector, que da trabajo a 500.000 personas, cuenta con unas 22.000 empresas —pymes en un 80%— y las ventas son algo menores a las de Estados Unidos. La reinversión en I+D en el Viejo Continente cae a un 8%. Otro dato destacado es que en el caso de las tecnologías médicas en Europa, del total de gasto sanitario, el 4,2% corresponde a tecnologías médicas (el total que el sistema sanitario gasta en tecnología médica).

El sector, en España

En España, la tecnología médica genera 29.000 empleos directos, la reinversión en I+D es de un 3%. Además, de las 1.200 empresas dedicadas al sector, un 90% son pymes. “El gasto corresponde a un 8% entre otras cosas porque en España tenemos muy controlado las grandes bolsas de gasto sanitario: personal sanitario, farmacia, tecnologías médicas y la zona de suministros. Como en España tenemos muy controlados el gasto de personal sanitario y el gasto farmacéutico, el porcentaje de tecnologías médicas sube”, explica Núñez.

Según los datos aportados por la gestora de proyectos de ACC1Ó, España representa el 8,6% del mercado europeo y es el cuarto país en fabricación de tecnología médica. El 40% de las empresas se encuentra en Cataluña, seguida de Madrid. Además, cerca del 1% de todas las exportaciones de nuestro país corresponde al sector de tecnologías médicas, lo cual, según Núñez, es “un dato realmente importante”.

En cuanto a subsectores, en España se trabajan principalmente materiales de un solo uso, inmobiliario, electromedicina, prótesis, material de laboratorio y diagnóstico y productos dentales.

El sector, en Cataluña

Las empresas del sector de tecnología médica, en su mayoría pymes, emplean en Cataluña a unas 15.000 personas, y cerca del 2% del PIB catalán corresponde a compañías de esta industria. Por otro lado, según los datos aportados por Maria Dolors Núñez, la inversión en I+D supera el 4%.