Maspa instala inyectoras Kraus-Maffei en Rubí
La empresa transforma casi 1.000 T/año de poliestireno de alto impacto
La empresa Maspa, fabricante tradicional de material termoendurecido, consiguió hace un año un pedido para fabricar las carcasas de las impresoras de chorro de tinta que Hewlett Packard construye en Sant Cugat, cerca de Barcelona. En menos de tres meses, Maspa instaló tres inyectoras Kraus-Maffei y ahora transforma, a pleno rendimiento, cerca de 1.000 t/año de poliestireno de alto impacto.
La empresa Maspa, filial de la compañía alemana Heinrich Baumgarten KG, se instaló hace 24 años en España para fabricar accesorios de baterías de cocina y otras piezas de material termoendurecido. Durante muchos años, este tipo de piezas representó la mayor parte de su producción, al igual que su compañía matriz.
El ritmo de producción aumentó espectacularmente durante la década de los setenta y los ochenta, en paralelo con el mercado de baterías de cocina español y el auge de los fabricantes existentes en nuestro país de este tipo de productos. El constante incremento de su producción hizo que Maspa trasladase dos veces su fábrica, primero en Granollers y después en Rubí, en el cinturón industrial de Barcelona.
Maspa tiene una cuota de mercado aproximada del 25% del material termoendurecido que se transforma en España. El máximo responsable ejecutivo de la empresa, Hartmann H. K. Pahl, reconoce que es muy difícil aumentar la producción actual, sobre todo en el contexto de profunda crisis que atraviesa la producción de baterías de cocina en España desde hace ya bastantes años.
El salto de los contadores
La solución para Maspa al problema del retroceso de su mercado tradicional pasó a principios de los noventa a penetrar en otros mercados. Y encontró uno que representa ahora casi un tercio de su producción: la fabricación de las carcasas de los contadores eléctricos.
Figura 1 El director de Maspa, H.K. Pahl, muestra la carcasa de la impresora que se fabrica con la inyectora Krauss-Maffei.
Las carcasas de los contadores eléctricos son una caja cuadrada negra de bakelita, con un extremo abierto y por el otro lado con un ventana transparente de termoplástico que permite la lectura del contador de la electricidad consumida. Inicialmente, las tapas de los contadores eran metálicas, con ventana de vidrio remachada. Después se construyeron de baketila y la ventana, de plástico, se adhería en vez de remacharse.
El problema de la ventana de plástico adherida consiste en que es muy fácil despegarla y manipular la lectura del contador. Maspa resolvió este problema inyectando la ventana dentro de la tapa de bakelita, de manera que la única manera de separar la ventana transparente es rompiendo completamente la tapa.
El sistema de Maspa, al eliminar la posibilidad de fraude en la lectura del contador, ha sido muy bien recibido por los fabricantes de contadores y la empresa fabrica las tapas para diversos fabricantes, incluso para la producción de Siemens en Alemania.
Figura 2 Carcasa de la impresora que Maspa fabrica con su planta de Rubí, cerca de Barcelona.
La fabricación de tapas de contador hizo ineludible el traslado de Maspa a una nueva nave. Desde hace tres años, Maspa dispone de una nueva nave de 1.600 metros cuadrados en Rubí, a unos 30 km de Barcelona.
La oportunidad de HP
La gran oportunidad de Maspa vino, sin embargo, en abril del año pasado, cuando Hewlett Packard le propuso fabricar las carcasas de sus impresoras de chorro de tinta. Hewlett Packard fabrica impresoras para toda Europa en su planta de Sant Cugat, que está a menos de 10 km de la de Maspa.
Las exigencias de Hewlett Packard son muy elevadas, tanto en precio como en calidad como en plazos de entrega del material. El responsable de Maspa, Hartmann Pahl, aceptó el reto que suponía fabricar para HP, aunque disponía de menos de medio año para diseñar toda la instalación y fabricar a pleno ritmo, con el verano de por medio.
Maspa puso su confianza en la compañía alemana Krauss-Maffei para el suministro de la maquinaria clave de todo el proceso: la inyectora. En la elección, confiesa Pahl, influyó decisivamente el prestigio que tienen en el mercado las inyectoras de Krauss-Maffei y el adecuado soporte que desde hace treinta años realiza en exclusiva en España de estas máquinas la firma Coscollola Comercial.
Maspa dispone en su nave de producción de una treintena de inyectoras, que le sirven para fabricar las piezas termoplásticas y termoendurecidas mencionadas. Para los estrictos requerimientos de Hewlett Packard, la empresa requería inyectoras de mayor fuerza de cierre y, sobre todo, que garantizasen una calidad total del producto acabado.
El molde es suministrado por Hewlett Packard, por lo que la elección fundamental eran las inyectoras. La instalación se diseñó en base a una isla de producción totalmente automatizada, en la que existen tres inyectoras de termoplástico KM 500-2300 B1 de la compañía Krauss-Maffei de 500 T de fuerza de cierre.
La materia prima es poliestireno de alto impacto (HIPS) y está centralizado en un punto. La materia prima se transporta por medios neumáticos a los secadores individuales de cada una de las tres máquinas. Existe además un grupo individual de enfriado para cada molde.
Por exigencias de Hewlett Packard, que quiere una absoluta uniformidad del color de la carcasa, la materia prima ya viene coloreada y de cada partida se envía una muestra la laboratorio central de Hewlett Packard para que dé su aprobación.
Pahl reconoce que el sistema de producción puesto a punto es simple pero efectivo. Los operatios sólo intervienen al final de la cadena, cuando la cinta de transporte entrega el prodcuto acabado y se inspecciona antes de embalarlo. El material sobrante se muele automáticamente y se reintroduce en el sistema de alimentación.
Hartmann Pahl resume en cuatro los motivos de haber elegido una inyectora Krauss-Maffei: es un fabricante europeo, tiene el necesario respaldo técnico a través de la firma española Coscollola para la que trabaja en exclusiva, cumple los requisitos especificados y el precio es ajustado.
En los últimos años ha habido una importante concentración de fabricantes de inyectoras. Para Pahl, es importante elegir como suministrador a una compañía que asegure la continuidad futura del servicio y, en su opinión, Krauss-Maffei la da. El hecho de que Krauss-Maffei sea un fabricante del tipo pequeño/mediano también garantiza un trato personalizado.
De hecho, en los treinta años que Coscollola representa en exclusiva a Krauss-Maffei, la empresa española ha instalado y da soporte técnico a cerca de 1.000 máquinas en nuestro país. En todo este tiempo, el número de problemas con la maquinaria ha sido mínimo, lo cual demuestra, según el representante, la elevada calidad y solidez de las inyectoras.
La inversión de Maspa en la instalación ha sido de unos 160 MPtas y la capacidad de transformación de material es de unas 1.000 T al año. Maspa, en estos momentos cuenta con una plantilla de 65 personas y factura cerca de 1.200 MPtas al año. En menos de un año, la producción para HP ha pasado a representar casi un tercio del total de la compañía y ya se están planteando ampliar la nave que hace sólo tres años inauguraron.
Lluís Alonso
La inversión de Maspa ha sido de unos 160 MPtas y su capacidad total de transformación es de unas 1.000 T/año de material termoestable y de otras 1.000 T/año de termoplástico | En menos de un año, la producción de las carcasas de impresoras ha pasado a representar casi un tercio del total de la compañía y Maspa ya se plantea ampliar su nave |
La gran oportunidad de Maspa vino en abril del año pasado, cuando un importante cliente le propuso fabricar las carcasas de sus impresoras de chorro de tinta | En la elección de las inyectoras Krauss-Maffei influyó su prestigio y el adecuado soporte y servicio técnico que desde hace treinta años realiza Coscollola Comercial |