Entrevista a Iñaki Garmendia Ajuria, presidente de Ega Master

Ega Master, fabricante de herramientas de mano de alta calidad para uso profesional e industrial, es una empresa en constante innovación. Los premios y reconocimientos logrados durante estos años dan fe de ello. Pero además, ha sabido capear el temporal apostando fuerte por la internacionalización y la innovación. Iñaki Garmendia Ajuria, presidente de la empresa, nos explica las claves de su éxito.

Ega Master nació en los 90 en un período de doble crisis: una mundial, coyuntural como todas las globales; y otra estructural, del sector, puesta en evidencia por la competencia que entró inexorablemente al finalizar el supuestamente idílico período de la autarquía con la entrada en la UE.

Las crisis coyunturales tienen todas una caducidad, todas se superan, pero obviamente, a veces no ocurre lo mismo con las estructurales. El denominador común del sector en aquel entonces era la aplicación como método de fabricación de ‘la integración vertical’, un concepto ya superado en otros sectores punteros —como el de la fabricación de automóviles o la aeronáutica entre otros—, y que tan buen resultado estaba dando en ellos, por el de ‘la integración horizontal’.

Éste es el concepto de fabricación aplicado desde su fundación por Ega Master, como pionero del mismo en el sector y basado en cuatro pilares estratégicos:

1. Orientación total al cliente
2. Organización basada en las personas
3. Innovación en el más amplio sentido de su acepción
4. Internacionalización

La comunión de esos conceptos y pilares estratégicos desarrollados desde la misma génesis de la organización, le han transportado a estar presente en más de 150 países, a considerarse la más galardonada por sus innovaciones y la de mayor crecimiento.

Ega Master nació como especialista de herramienta para tubo para el mercado profesional, industrial. Paulatinamente y como consecuencia de la información que propicia la internacionalización, hemos ido adaptando nuestra oferta a las necesidades y tendencias del mercado, buscando los nichos diferenciadores y de mayor valor añadido, diversificando, por lo tanto, la fabricación.

De esta manera, Ega Master se ha convertido actualmente, por ejemplo, en el referente mundial en el sector de herramientas e instrumentos de seguridad, siendo el único en el mundo en ofrecer todas estas especialidades: las herramientas para tubo, para mecánica y automóvil, las antichispa, las antimagnéticas de titanio, las aisladas a 1.000 V, las antidispativas ESD y los equipos e instrumentos ATEX antiexplosión.

No exactamente. Nacer con vocación internacional no significa renunciar al mercado doméstico, en absoluto, sino más bien partir de no limitarse a ninguno, de eliminar cualquier planteamiento restrictivo. Los mercados, todos, ofrecen muchas y variadas oportunidades y alternativas, y son una gran fuente de riqueza.

En Ega Master pensamos ‘aldea global, mercado global’. La internacionalización además de ser absolutamente indispensable para llegar a ser mundialmente competitivos es una fuente inmejorable e inagotable de adquisición de conocimiento, vivencias y experiencias, que además de tender puentes y romper fronteras favorecen las relaciones interpersonales.

Compitiendo con los mejores es cuando uno se hace fuerte. La adversidad te obliga a superarte, te fortalece. Es como mejor se activan los mecanismos de adaptación y evolución. Además, te permite colocar antenas y radares en todos los puntos de influencia y decisión, captando en tiempo real las necesidades y evoluciones tanto del mercado, como de los competidores. Asimismo, ayuda a algo no menos importante: a diversificar el riesgo, lo que conlleva a su minimización, que si siempre es estratégicamente importante, en tiempos y ciclos de viento en contra, resulta especialmente agradecida.

España es pues un mercado más, aunque obviamente el más importante. También es cierto que no hemos querido depender en exceso de ningún mercado, ni siquiera del nacional y mantener así un equilibrio entre todos ellos de tal forma que consigamos una sana diversificación. Precisamente este camino iniciado hace casi dos décadas es, entre otros, el que nos permite hacer frente a la actual crisis desde una posición menos delicada que la que ahora estaríamos sufriendo si hubiéramos apostado principalmente por el mercado nacional. Además, el haber demostrado ser competitivo a nivel internacional abre muchas puertas también en casa como lo demuestra el hecho de que asimismo en España estemos ganando cuota de mercado a buen ritmo, sobre todo entre los clientes más industriales.

En Ega Master, a través de los resultados obtenidos, hemos constatado que los cuatro pilares estratégicos mencionados y aplicados con una continua adaptación —con flexibilidad, agilidad, con la máxima cercanía y calor humano— son los que sustentan la base de la superación, de la mejora continua, los que conducen a esmerarse en hacer mejor lo que los demás ya hacen bien, a añadir valor a la cadena, partiendo del profundo convencimiento de que un presente por espléndido que sea lleva impresa la huella de su caducidad en la medida en que se desligue de su futuro.

No hace aún mucho en que la bondad del producto fabricado se medía por la fama y tradición del artesano. En los años ochenta empezamos a hablar de diseño y calidad, en los noventa de inversión y competitividad, y en la primera década del nuevo milenio han primado la innovación y la internacionalización.

Pero todo eso es ya pasado y no se nos escapa que el hablar de futuro resulta siempre aventurado pero, como dice el filósofo Daniel Innerarity: “Los humanos seríamos otra cosa sin esa capacidad de ‘futurizar’, de proyectarse hacia el futuro y anticiparlo en términos de imaginario, expectativa, proyecto y determinación” (El futuro y sus enemigos. 2009).

Ciertamente esa proyección no puede ser arbitraria ni superficial. Como dice el mismo filósofo, “la relación con el futuro se ha de cultivar, como lo hacemos con las demás aptitudes humanas […]. Hay sociedades que se relacionan patológicamente con su propio futuro, mientras que otras lo tratan de una manera razonable y provechosa”. Y donde el sociólogo dice ‘sociedad’ el empresario debe poner ‘empresa’. Si en algo tenemos que acertar los empresarios —aún más en tiempos de crisis— es en trazar debidamente nuestra proyección al futuro y comprometiendo ilusionadamente en esa proyección al equipo humano.

En nuestro sector hay dos ferias referentes a nivel mundial como generalistas de los artículos de ferretería, que son la de Colonia y la de Ferroforma en Bilbao, con unas instalaciones y servicios como para que estemos todos verdaderamente orgullosos.

Creemos que, con su celebración en años alternativos, ambas colman muy satisfactoriamente las expectativas tanto de los clientes visitantes, como de los expositores.

Después están las ferias especialistas, que en el caso de Ega Master son muchas y variadas y en muchos países: las de gas y petróleo, las de seguridad etc. Más de dos decenas de exposiciones al año repartidas por los cinco continentes.

Ega Master ha obtenido el premio Human que valora la apuesta por el factor humano... ¿Qué significa para ustedes?

Un importante espaldarazo. Ya hemos dicho que el factor humano es uno de los cuatro pilares estratégicos de Ega Master desde su fundación. Solamente un equipo humano totalmente orientado al cliente, bien formado, implicado en el proyecto de la empresa, satisfecho e ilusionado, será capaz de afrontar el futuro con garantías de continuidad, como ya hemos dicho, mejorando lo que otros hacen bien.

Respecto al ámbito estrictamente empresarial, cada vez que hablamos de innovación e internacionalización se hace más evidente que el proceso de globalización de la economía ha puesto de manifiesto la importancia del capital humano como recurso fundamental para lograr el éxito de las estrategias de expansión y, especialmente, de implantación en otros mercados. Es de las mentes creativas de las que depende todo el proceso industrial y el cumplimiento de las estrategias.

No hay duda de que son ellas las que diseñan el producto, gestionan los aprovisionamientos, planifican la producción, controlan el proceso y la calidad, comercializan los productos, seducen a vendedores, clientes, usuarios y prescriptores, y establecen los objetivos y estrategias de la organización. En este diseño de futuro, las organizaciones que creemos firmemente en el desarrollo de ventajas competitivas basadas en la fortaleza del equipo humano y en la potenciación de competencias diferenciadoras que posibiliten un desempeño superior, nos encontramos frente a tres grandes desafíos a los que nadie puede hacer frente por nosotros:

1. Captación del talento joven desde la universidad, colaborando con ella para que la formación académica y competencia profesional responda a la demanda de los mercados actuales;
2. Establecimiento de un modelo de liderazgo que contemple las expectativas del equipo humano, identifique sus propuestas e incremente la productividad, la creatividad y la innovación en el trabajo, para lograr tanto el éxito organizacional como la satisfacción de las necesidades de todas las personas;
3. Implantación de un sistema continuo de desarrollo personal y profesional que responda tanto a los avances científicos como a sus aplicaciones tecnológicas, todo ello con una visión internacional que contemple la multiplicidad de contextos culturales. Esto supone en la práctica que existen argumentos objetivos para apostar por la estrategia de incorporar a jóvenes talentos, primando el desarrollo y perfeccionamiento de sus conocimientos en los valores y cultura de la organización desde el primer momento.

Efectivamente, la extraordinaria relevancia de todos estos premios y su eco mediático han puesto nuestro listón muy alto, pero precisamente su lectura nos dice que, para ser acreedores a ellos, hemos tenido que desarrollar fuertemente nuestros valores, y además con acierto, y que no hay objetivo razonable que para un buen equipo con profesionalidad e ilusión, sea inalcanzable y, que cuanto más camino llevamos recorrido, con más claridad nos damos cuenta del que aún podemos y debemos recorrer, ya que la capacidad de mejora bien gestionada, no tiene fecha de caducidad.

De hecho, ya nos dado la gran alegría de informarnos que también, en obtener la Q de Oro, Ega Master ha sido la única empresa del sector y que nos será entregada el 17 de diciembre en un acto solemne en el recinto ferial del BEC donde también se celebra nuestra feria por antonomasia, Ferroforma.

Sin duda un gran colofón, especialmente emotivo para un año tan complicado para el sector.

La innovación es, como hemos dicho, uno de los cuatro pilares estratégicos de Ega Master; está en el espíritu de todos sus componentes y hasta en su logo, ‘Ega Master Art in Innovation’.

En Ega Master la innovación la entendemos como un concepto globalmente aplicable a toda la actividad diaria, mejorar lo que antes hemos hecho bien, poner el propio conocimiento y habilidades en obtener un mejor resultado. Por lo tanto, se puede innovar no sólo en el producto o en el marketing, que también, sino en todas las áreas y disciplinas de la empresa, como consecuencia de aplicarlo al conocimiento y a las habilidades personales.

La innovación cuando es operativa, pocas veces es espontánea. Por lo tanto, su planificación es importantísima y su incorporación a la estrategia general de la empresa, decisiva. Si la creatividad es más consecuencia del desarrollo del conocimiento que de la inspiración, y si como dice el gran diseñador industrial Giorgio Giugaro, también la inspiración viene de la observación de lo que ya existe para proponer algo nuevo, tendremos centrada la innovación con mayor claridad como un concepto de aplicación global, no restrictiva.

En congruencia con nuestro compromiso ético con la sociedad, colaboramos con muchas ONG dedicadas tanto a la formación como a la rehabilitación o reinserción, etc. incluso a la construcción de hogares para niños huérfanos, en general, dirigidas a jóvenes con escasos recursos de los países más desfavorecidos como los que usted ha mencionado, colaboraciones especialmente gratificantes todas ellas para todos nosotros.

¿Nos puede avanzar cómo ve el sector el próximo año?

En este país parece que nos va a tocar seguir sufriendo aún el año próximo. En el caso de Ega Master, que es el que obviamente mejor conocemos, las ventas en España suponen no más de un 20%, por lo tanto, la situación del mercado nacional tiene una relativamente pequeña influencia en nuestros resultados. En el resto, es decir en los mercados exteriores, como quiera que tenemos nuestras ventas muy diversificadas en más de 150 países, los aún ligeros crecimientos que se auguran en Europa y Norteamérica, se verán superados, en línea con lo que ya ocurre este mismo año, por los resultados de muchos de los países llamados emergentes, como Vietnam, China, Yemen, Nigeria, Brasil y tantos otros en los que la economía sigue creciendo rápidamente.

Ésta, la internacionalización, es una de las ventajas competitivas y un buen soporte incluso en situaciones delicadas en general, que junto al resultado de la innovación, otro de los cuatro pilares estratégicos de Ega Master, ambos, hacen que el presente sea moderadamente satisfactorio en términos generales y muy satisfactorio en términos relativos, y el futuro inmediato, bien satisfactorio en ambos parámetros, con un crecimiento gradual y estable.

Tenemos en fase avanzada de desarrollo más de 200 nuevas referencias, no sólo, pero principalmente, del mundo de la seguridad, para ser oficialmente presentadas en la próxima feria de Colonia como primicia mundial. En épocas de adversidad es cuando el mercado está más ávido de novedades y por supuesto, bajo ningún concepto se le puede defraudar sino más bien sorprender y estimular.