SHYNE: El impulso industrial para el hidrógeno renovable en España
España tiene, por primera vez en décadas, la posibilidad real de liderar un proceso industrial a escala europea. No se trata solo de generar energía limpia, sino de construir una economía basada en el hidrógeno renovable: desde su producción y transporte hasta su integración en los procesos industriales y logísticos más complejos. Dentro de esta estrategia nacional, el proyecto SHYNE (Spanish Hydrogen Network) se erige como la iniciativa colaborativa más relevante del país para impulsar la cadena de valor del hidrógeno renovable. Su meta es clara: convertir a España en un referente europeo en producción, transporte y uso del hidrógeno renovable.
TPH2, primer prototipo con pilas de hidrógeno y baterías de Talgo.
La transición energética no es solo una cuestión de producir electricidad limpia, si no que trata de transformar la economía desde sus cimientos. En un contexto global marcado por la reducción de emisiones, la presión geopolítica y la necesidad de independencia energética, el reto no es solo avanzar en renovables, sino estructurar un modelo industrial descarbonizado, resiliente y competitivo.
En este nuevo escenario, el hidrógeno renovable emerge como un pilar estratégico. No es una tecnología del futuro, sino una herramienta del presente para reconfigurar sectores intensivos en uso energético, impulsar cadenas de valor locales y crear una nueva base industrial para Europa. Y España, con sus recursos naturales, su infraestructura energética, su talento y su tejido empresarial, tiene una oportunidad única para liderar esta transformación.
Ese es precisamente el terreno donde SHYNE ha decidido actuar. Una iniciativa empresarial nacida para traducir el potencial del hidrógeno en proyectos concretos, colaborativos y estratégicos. Con el respaldo grandes compañías y una red de socios multisectorial, SHYNE pretende acelerar la realidad: generar, distribuir y consumir hidrógeno renovable en condiciones industriales, económicas y sociales sostenibles.
Una visión industrial del hidrógeno renovable
SHYNE —acrónimo de Spanish Hydrogen Network— se constituye como una asociación sin ánimo de lucro promovida por siete grandes compañías promotoras: Alsa, Bosch, Enagás, Enagás Renovable, Navantia Seanergies, Repsol y Talgo. A ellas se suman más de veinte organizaciones afiliadas —universidades, centros tecnológicos, asociaciones y empresas de sectores clave— que conforman un ecosistema empresarial que cubre toda la cadena de valor del hidrógeno, desde la generación hasta el consumo final.
La ambición de SHYNE es firme: crear un sólido tejido industrial en torno al hidrógeno renovable. Para ello, promueve infraestructuras estratégicas, modelos de colaboración público-privada eficaces y una apuesta clara por la I+D y el desarrollo de equipos, tecnologías y talento. Porque si queremos que el hidrógeno sea una palanca de transformación real, no puede quedarse en un relato. Necesita demanda solvente, regulación clara, financiación compartida y voluntad de ejecución.
Proyectos que ya están cambiando el panorama
Los socios de SHYNE no solo comparten visión, sino que ya están construyendo futuro. Buena prueba de ello son los proyectos en marcha, que abarcan múltiples sectores y están siendo desarrollados de forma cooperativa entre varias empresas.
- En Zaragoza, por ejemplo, Alsa opera desde principios de 2024 la primera línea de autobuses urbanos de la ciudad impulsados al 100% por hidrógeno renovable, con suministro garantizado desde una hidrolinera de Repsol puesta en operación por Zoilo Ríos. Una apuesta que sitúa a España a la vanguardia de la movilidad cero emisiones.
- En San Fernando de Henares, desde 2023, Exolum y Alsa impulsan una operación pionera con producción on-site de hidrógeno renovable para su uso en el transporte público de Torrejón De Ardoz, demostrando la viabilidad de soluciones locales y autónomas.
- En el ámbito industrial, Repsol y Enagás Renovable trabajan ya en electrolizadores de gran escala en Cartagena y Tarragona, con potencias de más de 100 MW, para producir hidrógeno renovable a gran escala para abastecer tanto a la industria como al transporte y plataformas logísticas.
Todos ellos son proyectos que están ya en marcha y que están contribuyendo a consolidar una infraestructura energética alternativa, basada en el hidrógeno, pero también en la colaboración y la ejecución técnica.
Destaca también la colaboración entre Navantia Seanergies, con su futura línea de producción de electrolizadores en sus instalaciones de la Fábrica de Turbinas de Ferrol, y Repsol, que impulsará la instalación de estos equipos para la producción de hidrógeno renovable.
Hacer país desde la colaboración
Uno de los pilares sobre los que se construye SHYNE es la colaboración público-privada como condición indispensable para que esta transformación ocurra. La descarbonización de sectores intensivos en energía, como la industria o el transporte, no será viable sin un marco institucional que acompañe, facilite y cofinancie.
El desarrollo del hidrógeno renovable en España requiere inversiones intensivas, infraestructuras nuevas y un entorno regulatorio estable. El propio Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) fija como meta alcanzar 12 GW de capacidad de electrólisis en 2030. Una cifra muy ambiciosa que exige la coordinación entre el sector privado y las administraciones.
Desde SHYNE se enfatiza la necesidad de crear un entorno y normativa favorecedora, acelerar las transposiciones de las normativas europeas que afectan al mercado del gas e hidrógeno y habilitar mecanismos de financiación públicos que hagan viable la inversión privada. El escalado de los proyectos, además de unas reglas claras necesita un decidido estímulo a la demanda.
Tracción empresarial, impacto social
Más allá de la innovación tecnológica, SHYNE pone el foco en el impacto económico y social. Los proyectos impulsados por sus socios tienen capacidad para generar empleo de calidad, revitalizar territorios, atraer otras industrias y consolidar clústeres regionales en torno al hidrógeno. Son iniciativas con vocación transformadora, diseñadas no solo para producir hidrógeno, sino para reconfigurar ecosistemas productivos.
Ejemplos claros son la red troncal española del hidrógeno, junto con los almacenamientos asociados y el proyecto H2Med, liderados por Enagás. H2Med, es una iniciativa transeuropea que permitirá conectar la red troncal de hidrógeno de la Península Ibérica con el noroeste de Europa, con una conexión entre Portugal y España y una conexión marítima entre Barcelona y Marsella. Esta iniciativa facilitará la transición energética, dinamizando el mercado del hidrógeno, generando empleo y desarrollo regional, y promueve un sistema energético más sostenible y autónomo.
Electrolizador de 2,5 MW, en operación en Petronor, del grupo Repsol.
Retos pendientes: regulación, escalado y competitividad
Aunque el impulso es evidente, el camino aún no está despejado. La producción y transporte del hidrógeno renovable siguen teniendo costes más elevados que las soluciones tradicionales. Es preciso apoyar esta diferencia en precio para estimular una demanda decidida por parte de la industria y el transporte, que permita el desarrollo del mercado.
Además, muchos proyectos aún no cuentan con la financiación suficiente o con las garantías necesarias para escalar. De ahí la importancia de que iniciativas como SHYNE sigan ganando peso como interlocutores sectoriales, capaces de trasladar necesidades reales a los decisores para canalizar eficazmente los apoyos hacia proyectos viables y con alto impacto.
Una propuesta de valor única para materializar el cambio
SHYNE no es solo una asociación: es una propuesta de país. Aglutina el conocimiento técnico, la experiencia operativa y el músculo industrial de empresas que ya han demostrado su capacidad de ejecución. Su visión integradora, que apuesta por unir esfuerzos en vez de fragmentar iniciativas, la convierte en un actor clave en el desarrollo del hidrógeno renovable en España.
El hidrógeno renovable será uno de los pilares de la transición energética en Europa. España reúne las condiciones y SHYNE tiene la ambición y los actores para liderarlo. Tiene la determinación para convertir la posibilidad en una realidad: la del empleo verde, la de la industria descarbonizada, la de una economía energética más justa, más resiliente y nuestra.
No se trata únicamente de innovar, sino de transformar. Y transformar significa crear valor económico, reducir emisiones, generar empleo y aumentar la soberanía y autonomía energética del país.
