Kiwoko enumera una serie de recomendaciones para proteger del calor a las mascotas

En esta época del año, en plena cúspide del verano, las temperaturas pueden superar fácilmente los 40 grados, una situación de calor sofocante que activa las alertas en todo el territorio nacional y que tiene implicaciones directas en el bienestar de las mascotas. Kiwoko, el mayor grupo de tiendas especializadas en el cuidado animal de España y Portugal, explica las principales recomendaciones para protegerlos.

En palabras de Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de Kivet, “el incremento de las temperaturas puede provocar afecciones de salud en los animales; desde letargo, cansancio, sed extrema o salivación abundante hasta vómitos u otros síntomas más graves. Sin embargo, estas situaciones se pueden evitar aplicando una serie de recomendaciones que pueden mitigar el riesgo de que nuestra mascota sufra por culpa del incesante calor”.

En el caso de los perros y los gatos, hay que tener en cuenta una serie de cuidados puntuales, al ser animales de compañía que frecuentan espacios abiertos y cotidianos para los humanos. Por un lado, en los desplazamientos en coche, bajo ningún concepto hay que dejarles dentro, ya que eso supone una de las principales causas de accidentes fatales por golpes de calor. El coche debe contar con refrigeración y, en viajes largos, es aconsejable hacer paradas para que los animales puedan estirar sus extremidades, hacer sus necesidades e hidratarse.

Adicionalmente, es importante evitar salir con estos animales a pasear en las horas punta de calor, es decir, entre las 17 h y las 19 h. Además, hay que protegerles las patas al salir, sobre todo si van a tener que pasear sobre asfalto.

La hidratación también es clave durante todo el día, por ello es importante llevar siempre agua fresca a mano. Hay que humedecerles las almohadillas de vez en cuando.

Dentro de casa es importante vigilarles todo el tiempo y no dejarles estar al lado o justo debajo del aire acondicionado, pues se podrían destemplar con un repentino cambio de temperatura, así como tampoco dejarles encerrados en las terrazas, en caso de contar con ellas.

Este tipo de animales no soportan bien el calor; su actividad suele disminuir bastante y su actitud se vuelve más aletargada. Para regular su temperatura es aconsejable humedecer sus orejas, que es por donde expulsan el calor.

También es importante mantener sus jaulas en ambientes con temperatura regulada y que no estén en exposición directa al sol. Como truco, las jaulas se pueden mantener frescas poniéndoles encima una toalla húmeda para que traspase aire fresco.

Ante las temperaturas altas, la dieta recomendable para estos animales se basa en fruta, verduras y agua, aunque ya de por sí es lo que estos animales suelen preferir en esta época del año, antes que el pienso. Se debe consultar siempre a un profesional veterinario sobre cuáles son las frutas y verduras que se pueden proporcionar a un roedor.

Estos animales son especialmente sensibles a las altas temperaturas. No obstante, tampoco se sienten cómodos con las corrientes fuertes de aire, como las expulsadas por los aires acondicionados y los ventiladores, por lo que hay que mantenerlos alejados de estas zonas. Así, se recomienda mantenerlos en zonas con temperaturas controladas y nunca en exposición directa al sol, mejor siempre bajo sombra.

A parte, durante esta época del año se les puede acondicionar algún recipiente con agua, a modo de bañera, donde puedan refrescarse por su propia cuenta.

Es importante mantener limpias las jaulas de las aves, pues con el incremento de las temperaturas también aumenta la aparición de bacterias y parásitos. Se recomienda hacerlo a diario y cambiar el agua por la mañana y a media tarde.