Tiendanimal ayuda a preparar el invierno para los peludos con una guía práctica de cuidados, alimentación y abrigo
Con la bajada de las temperaturas, Tiendanimal presenta su nueva guía de cuidados invernales para animales de compañía. El objetivo es ofrecer a los tutores recomendaciones prácticas para ayudar a sus peludos a sobrellevar el invierno con salud y bienestar, tanto dentro como fuera de casa.
En casa: Calor, descanso y bienestar
Durante el invierno, el confort térmico se convierte en un elemento esencial. Los animales también pueden sufrir las consecuencias del frío o de los cambios bruscos de temperatura, sobre todo los de edad avanzada, los de pelo corto o aquellos con problemas articulares.
Tiendanimal recomienda mantener una temperatura interior estable —entre 20 y 22 grados ajustando según la raza, el tamaño y el estado de salud del animal—, proporcionar un rincón de descanso alejado de corrientes de aire y utilizar camas mullidas o mantas aislantes.
En el caso de los gatos, que suelen buscar el calor en lugares elevados o soleados, se aconseja permitirles acceso a zonas donde puedan refugiarse y mantener su rutina de descanso. Además, si el hogar cuenta con calefacción, es importante ofrecerles siempre puntos de hidratación extra, ya que el ambiente seco puede afectar a su piel y vías respiratorias. El uso de humidificadores o fuentes de agua puede ayudar a mantener una adecuada hidratación ambiental y cutánea.
La veterinaria de Clinicanimal, Eva Sánchez-Paniagua, recuerda que “el frío no solo influye en la comodidad, sino también en la salud articular y respiratoria. Observar si duermen más de lo habitual, se mueven con rigidez o evitan salir puede ayudarnos a detectar que necesitan un entorno más cálido o apoyo veterinario”.
En su plato: Energía y defensas para el invierno
Con el descenso de las temperaturas, las necesidades energéticas pueden cambiar. Tiendanimal aconseja ajustar la dieta de acuerdo con la actividad de cada animal: Los que pasan más tiempo al aire libre pueden requerir un ligero aumento calórico, mientras que los más caseros se benefician de menús equilibrados que eviten el sobrepeso.
Incluir proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales y antioxidantes ayuda a reforzar el sistema inmunitario y mantener el brillo del pelaje. Nutrientes como los ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA), las vitaminas E y C o el zinc contribuyen a mantener la salud de la piel y las defensas naturales. En el caso de los gatos, la hidratación sigue siendo clave, ya que suelen beber menos agua en invierno. Ofrecer alimento húmedo o caldos naturales puede ser una buena estrategia para compensarlo.
Sánchez-Paniagua subraya que “una nutrición adecuada y constante es la mejor aliada para que afronten el invierno con vitalidad. Los cambios de dieta deben hacerse siempre de manera progresiva y bajo supervisión profesional”.
Paseos, abrigo y bienestar emocional
Aunque el invierno invite a quedarse en casa, mantener la actividad física y la estimulación mental es fundamental. En el caso de los perros, Tiendanimal recomienda ajustar los horarios de paseo para evitar las horas más frías y utilizar prendas de abrigo solo en aquellos animales que realmente lo necesiten, como los de pelo corto, edad avanzada, animales con enfermedades crónicas..., etc.
Para los gatos con acceso al exterior, se sugiere limitar el tiempo fuera en días muy fríos o lluviosos y asegurarse de que disponen de refugios secos y protegidos. Además, aumentar el juego dentro del hogar ayuda a compensar la menor actividad y refuerza el vínculo con sus tutores.
“Cuidarles en invierno es una forma de demostrarles cariño durante todo el año. No se trata de grandes cambios, sino de pequeños gestos que suman bienestar y salud”, concluye Eva Sánchez-Paniagua.
¿Sabías que… los gatos regulan su temperatura corporal mejor que los perros, pero son más sensibles a los cambios de ambiente?
Aunque los gatos soportan mejor el frío que muchas razas de perro, son especialmente vulnerables a los cambios bruscos de temperatura en interiores. Su organismo mantiene una temperatura corporal media de entre 38 y 39 °C, y cuando el entorno baja de los 10 °C su metabolismo comienza a acelerar para conservar el calor. Según explica el portal científico de National Geographic, los felinos tienden a buscar superficies cálidas —como radiadores o zonas soleadas— para evitar la pérdida de energía y mantener su temperatura estable. Esto explica por qué, en los meses más fríos, muchos gatos duermen sobre mantas o se acurrucan junto a sus tutores: no es solo afecto, sino también instinto térmico.











