El detallista especializado en puericultura en la venta de sillas auto

El especialista se convierte en un asesor clave, capaz de guiar a los consumidores hacia la opción más adecuada, teniendo en cuenta tanto las necesidades del niño y los intereses de los padres como las especificaciones del automóvil. La estrategia en el punto de venta debe ser personalizada, ofreciendo un servicio de prueba de las sillas en los vehículos y proporcionando información detallada sobre características y normativas.

Según María del Mar Martínez, gerente de Amorines, “intentamos que las visitas para ver sillas auto sean concertadas para poder dedicarnos y centrar nuestra atención en la asesoría que les vamos a transmitir a los padres. Probamos las sillas auto para ver cuál se adapta mejor a sus necesidades y finalmente instalamos y les formamos en el uso y la instalación de la silla elegida”. Por su parte, Ángel Redondo, gerente de Centrobebé, detalla que “lo normal que ofrecemos es la información básica de los diferentes tipos de sillas que hay en función de la edad del niño, además de la prueba e instalación gratuita en el vehículo”. Para Joan y David Font, administradores de Font Espasa, “es fundamental un formación continuada sobre todo de sillas, marcas y adaptabilidad a los vehículos y muchas pruebas físicas para realizar el asesoramiento más correcto a cada cliente”. Y Luis Fernando del Pliego, gerente de Mima Bebés, considera que “lo mínimo que podemos hacer es formarnos, asesorarnos y conocer el producto para así poder dar el mejor servicio de asesoramiento a nuestros clientes y esto incluye escuchar, explicar, probar, instalar y revisar”.

Respecto a las principales dudas o preocupaciones de los padres al acudir a la tienda a comprar una silla auto, María del Mar Martínez, gerente de Amorines, detalla que “buscan que sea cómoda para colocar y sacar al pequeño de la silla y también les preocupa mucho la posición que vayan a adoptar cuando van en ella. En las sillas a contramarcha, sobre todo les preocupan la posición de los pies”. Mientras que Ángel Redondo, gerente de Centrobebé, considera que “principalmente, buscan información sobre la homologación y el precio, y se suelen dejar aconsejar en función de las necesidades y el presupuesto con el que cuentan”. A lo que Beatriz González, CEO y founder de Silbetika, añade que “las familias primerizas suelen tener preguntas comunes: ¿Cuál es la normativa vigente? ¿La silla cabe bien en mi coche? ¿Es fácil de instalar y cambiar de un coche a otro? ¿Cuánto tiempo podré usarla? ¿Qué marca es mejor y más confiable?”. Por su parte, Joan y David Font, administradores de Font Espasa, destacan que “se pregunta por la seguridad, comodidad, adaptabilidad en el tiempo al bebé y durabilidad”. Y Luis Fernando del Pliego, gerente de Mima Bebés, concluye que “los padres, normalmente, son un mar de dudas: si vale para su coche, si es segura, si es cara, …”.

La elección de las marcas y productos de sillas auto para los establecimientos de puericultura es una decisión clave que va más allá de simples criterios comerciales. Los detallistas especializados se enfrentan a una creciente demanda de productos que garanticen la máxima seguridad y comodidad para los niños, pero también deben considerar aspectos como la calidad, la innovación, la fiabilidad de los fabricantes y el precio competitivo. En este sector, la seguridad es, sin duda, un factor primordial, pero también lo son la facilidad de uso, la adaptabilidad al bebé y las características tecnológicas de los productos. Además, la relación con las marcas es esencial, ya que los distribuidores valoran la estabilidad y el respeto por el canal de venta, lo que les permite ofrecer productos que se alineen con las expectativas de los consumidores.

Para Irene Roig, administradora de Ali-Bey Nens, “es muy importante como tratan al sector retail, que se respeten los precios, que ellos mismos no hagan la competencia, que el margen sea correcto, que la marca se preocupe por la seguridad ante todo y que destinen recursos a darse a conocer a los consumidores”. Por su parte, María del Mar Martínez, gerente de Amorines, considera que “intentamos que prime la seguridad, apostamos por las sillas auto a contramarcha, pero también escogemos sillas más asequibles y que abarquen un mayor rango de uso, intentando no sacrificar la seguridad de los pequeños”. Según Ángel Redondo, gerente de Centrobebé, “principalmente, nos centramos en las marcas más afianzadas en nuestro establecimiento y entre estas las que mejor relación calidad precio nos sugiera”. Y, Joan y David Font, administradores de Font Espasa, explican que “buscamos marcas que sean fabricantes fiables, solventes y que no tengan como valor principal el precio, sino una conjunción entre seguridad, facilidad de uso y adaptabilidad al bebé”.

Tal y como detalla Pilar González, gerente de Míster Baby, “apostamos por marcas que estén en continuo I+D, con productos de buena calidad en los materiales, con buena posición de reclinado, de espalda, … Marcas dedicadas a la seguridad, que inviertan en mejorar sus artículos y que no se basen en el precio”. Mientras que Jordi Costa, gerente de Nounat, valora que “buscamos productos con la mayor seguridad, marcas muy fiables y reconocidas en el tema de seguridad y que nos dejen un margen aceptable para poder seguir trabajando”. Y Luis Fernando del Pliego, gerente de Mima Bebés, especifica que “en principio priorizamos que sea un producto que se adapte a nuestra forma de ver las cosas, que case con nuestros pensamientos y nos guste”.