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“De poder indicar las propiedades saludables del aceite de oliva en las etiquetas, tendríamos mucho terreno ganado en mercados exteriores”

Entrevista a Rafael Pico Lapuente, director general de Asoliva

Anna León26/04/2011

26 de abril de 2011

Nuestro país encabeza el ranking en producción, comercialización y exportación de aceite de oliva. Así lo ven desde la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva), aunque advierten que no se debe bajar la guardia. En opinión de Rafael Pico Lapuente, director general de la entidad, todavía quedan aspectos a mejorar. Así, el portavoz de Asoliva insiste en que se debe apostar por los sabores más suaves, en sintonía con los gustos de los consumidores, sobre todo extranjeros. Desde esta entidad privada, sin ánimo de lucro, se exige que se deje de utilizar el aceite de oliva como ‘producto reclamo’ en el lineal, y que se agilicen los trámites europeos para hacer constar las propiedades saludables de este alimento en las propias etiquetas.
En primer término, tercero empezando por la izquierda, Rafael Pico Lapuente, director general de Asoliva
En primer término, tercero empezando por la izquierda, Rafael Pico Lapuente, director general de Asoliva.

En lo que llevamos de año, han llegado al mercado 149,24 millones de litros de aceite de oliva frente a los 154,16 millones del mismo periodo de la campaña anterior, según datos de ANIERAC. En su opinión, ¿a qué se debe este descenso que ha afectado especialmente a los aceites más intensos y al virgen extra?

Yo creo que se debe a varios motivos. En primer lugar, el mercado interior de aceite en España es muy maduro, simplemente se mantienen los datos similares de consumo y ya está, a pesar de las campañas de promoción que llevamos a cabo con fondos comunitarios y a través de la interprofesional. Sin embargo, la exportación de aceite de oliva ha registrado, y sigue haciéndolo, un crecimiento enorme. No debemos olvidar, que en los últimos 25 años, hemos multiplicado la cifra de exportación de aceite de oliva por ocho. En concreto, hemos pasado de vender 100.000 toneladas a 846.000 a otros países. La última campaña ha sido récord en la exportación española, y de hecho, es la que empuja el consumo de este producto. Esta tendencia seguirá al alza en el futuro, lo que evitará una caída de los precios superior a la actual. Pero, volviendo al mercado español, éste como ya comentaba es plano, sin picos: una buena noticia teniendo en cuenta el contexto de crisis económica actual. De hecho, otros sectores agroalimentarios han experimentado descensos de incluso un 25%. En segundo lugar, como portavoces de la industria, desde Asoliva nos hemos cansado de advertir que los consumidores prefieren los sabores suaves, en sintonía con lo que sucede en los mercados exteriores, sobre todo en países anglosajones. Esto explicaría la caída del consumo en los aceites intensos comparados con los más suaves, que siguen al alza.

En cuanto al virgen extra, éste necesita unos cuidados y una conservación específicos para mantener sus propiedades organolépticas propias, distintas a las de otros aceites. Algo que no siempre se tiene en cuenta...

Así es. Desde el punto de vista organoléptico, el virgen extra se distingue de otros aceites y grasas por su sabor, más o menos afrutado, y sus virtudes saludables. Al tratarse de un zumo, si no se conserva de forma adecuada, (a una temperatura inferior a 20 grados centígrados) sufre un deterioro: pierde sabor y buena parte de estas cualidades, de forma acelerada. Por ejemplo, si no se resguarda de la luz solar, tal y como aconsejamos en las etiquetas. Últimamente, ha habido algunos problemas al respecto y se ha responsabilizado al envasador y al industrial, cuando éstos no son responsables del trato que el aceite recibe por parte de distribuidores y transportistas. En consecuencia, esto también puede motivar un descenso en el consumo de esta calidad.

“En los últimos 25 años, España ha multiplicado la cifra de exportación de aceite de oliva por ocho. Se ha pasado de vender 100.000 toneladas a 846.000”
Desde Asoliva, se prevé una buena campaña de virgen extra...
Desde Asoliva, se prevé una buena campaña de virgen extra, del que se aprecian sus propiedades beneficiosas para el organismo y sus cualidades organolépticas.

Hasta la fecha, se han producido cerca de 1,38 millones de toneladas de aceite, unas cifras similares a la de la campaña anterior cuando se llegó a 1,40 millones. Como director general de Asoliva, ¿de qué forma valora estas cifras?

Desde Asoliva, la consideramos una producción muy buena, si tenemos en cuenta que el récord histórico está en 1,44 millones de toneladas. Ni nosotros, que somos muy optimistas a la hora de cuantificar las cifras de exportación, podíamos imaginar unos resultados como estos. Si en la campaña anterior se produjeron 1,40 millones de toneladas, se llegaron a comercializar 1,35 millones. Es cierto que los precios han sido bajos, pero ello ha hecho posible una mayor fluidez y comercialización de aceite en los mercados exteriores. En cuanto a esta campaña, prevemos unas cifras similares ( entre 1,38-1,40 millones de toneladas). Como ya he comentado antes, la exportación se sigue comportando muy bien, e incluso se prevé un crecimiento del 22%. Por su parte, el mercado interior ostenta, más o menos, las mismas cifras, aunque se prevé una ligera disminución de un 2,5%.

De las cuatro categorías comerciales que se elaboran en nuestro país (aceite de oliva virgen extra, virgen, aceite de oliva y aceite de orujo de oliva), ¿cuáles son las que más se producen y tienen mayor acogida, dentro y fuera de nuestras fronteras?

Las campañas de producción dependen, sobre todo, de la climatología. Si abundan las lluvias o las rachas se viento, y se cae la aceituna, hay una mayor tendencia a la producción de virgen lampante que de virgen extra. Cuando se da una menor producción de virgen extra se encarece esta calidad y si hay un exceso de virgen lampante, éste se refina, se mezcla con un virgen o un virgen extra y se vende como aceite de oliva. Esto es lo que se suele hacer. En definitiva, la calidad depende de la climatología, del año y de las zonas de producción. Este año hay una cosecha muy buena, por lo que habrá más cantidad de virgen extra y de mejor calidad que en la campaña anterior. Aun así, la climatología ha sido más benévola con la cantidad producida que con la calidad.

Respecto a la evolución de las ventas de aceite de oliva, cabe comentar que difieren bastante las calidades preferidas en nuestro país de las que más se venden en otros países. En los últimos años, la evolución y el incremento del virgen extra ha sido incesante. El consumidor extranjero, debido a las campañas de difusión que se han llevado a cabo con el virgen extra, probablemente no sabe distinguir este último de un oliva pero tiene clara una cosa: que el virgen extra es muy bueno y saludable. Cada vez está más informado al respecto. Así pues, se podría establecer, fuera de nuestras fronteras, un consumo de virgen extra del 60% y un 40% de aceite de oliva. Un ejemplo claro de estas preferencias es Estados Unidos, donde las ventas de virgen extra son significativas. Esto es así porque el consumidor americano está muy sensibilizado con los alimentos saludables y su sabor. Por el contrario, en España aunque ha habido un incremento de las ventas de virgen extra, podríamos decir que es al revés. En nuestro país se consume un 40% de virgen extra y entre un 50-60% de aceite de oliva, ya sea intenso o suave. En este caso, yo no me canso de repetir lo mismo de siempre: hay que cuidar los sabores. En algunas zonas de producción gustan más los vírgenes extra muy fuertes, pero en general, el consumidor no quiere sabores intensos, prefiere los suaves, al igual que ya sucede en otros países, donde se decantan por los vírgenes extra más suaves y dulces.

España sigue siendo líder mundial en producción y exportación de aceite de oliva. ¿A qué se debe?

Hay algo que me gustaría resaltar. El motivo que España sea líder en exportación y sus ventas se hayan multiplicado por más de 8,5 veces, se debe a que en los últimos 15 años la calidad del aceite de oliva en sus diversas calidades ha sido increíblemente buena. Cuando tienes un producto de calidad en tus manos, la comercialización es más sencilla. En España, todos los agentes vinculados al sector, han hecho posible esta mejora. Especialmente los agricultores que producen más cantidad, mejor calidad y antes. España es el primer productor mundial de aceite de oliva, con 1,40 millones de toneladas. Por debajo se sitúan países como Italia, con 350.000 toneladas reales (aunque se den cifras de 400.000 por parte del gobierno italiano), Grecia, también con 350.000, Portugal, con 50.000 toneladas... En cuanto a comercio exterior, hemos exportado, en el último año, 846.000 toneladas, mientras que Italia ha colocado solo 200.000 toneladas en otros países. Estamos arrasando tanto en producción como en exportación, y eso no le gusta a todo el mundo...

“España es líder en exportación, porque en los últimos 15 años la calidad del aceite de oliva ha sido increíblemente buena ”
Las mejoras en la producción y elaboración de aceite de oliva, especialmente en el campo y en las almazaras...
Las mejoras en la producción y elaboración de aceite de oliva, especialmente en el campo y en las almazaras, han contribuido a que España se sitúe como primer productor mundial. Foto: Sciencepics.

En su opinión, ¿cuáles son los factores que han influido en esta evolución de la que me hablaba antes?

Creo que hay una fecha clave en la trayectoria del sector del aceite de oliva: el día en el que España formó parte, de pleno derecho, de la Unión Europea. A partir de entonces, nuestro país empezó a recibir ayudas comunitarias al igual que otros países comunitarios, como Italia y Grecia. Desde ese momento, los agricultores contaron con una serie de ayudas que les permitieron invertir en la mejora del cultivo del aceite de oliva. Esto se extendió a las almazaras, donde se extrae el aceite de la aceituna. Antes las producciones no eran tan buenas porque no había maquinaria suficiente para molturar el aceite y lo tenían que depositar durante meses en los patios. La aceituna sufría un deterioro importante, y ello también afectaba a la calidad del aceite. El resto de la cadena de valor (refinerías, envasadores, exportadores...) también ha mejorado. Se han destinado recursos a la distribución y comercialización del producto en el extranjero, y ahora estamos presentes en 190 países.

En materia de ayudas, el aceite de oliva supone el 1,8% de la producción final agraria de la UE y el 6% del presupuesto comunitario. En su opinión, ¿la PAC apoya lo suficiente al olivar español, y por ende, al aceite de oliva? ¿Cómo nos ven desde Bruselas?

Como portavoz del sector industrial, soy de la opinión que el mantenimiento de la PAC es importante, pero debería estar sujeto a un condicionante más. Si el agricultor recibe una ayuda comunitaria debe invertir más en mejoras, especialmente en cuestiones medioambientales. El hecho de recibir un dinero, se ha de reflejar de alguna manera.

En referencia a la segunda pregunta, desde Bruselas nos ven como el líder mundial en materia de producción, exportación y comercialización de aceite de oliva. Cada día, se tiene más en cuenta nuestra opinión de cara al sector, cuando antes era Italia la que ‘manejaba los hilos’. Afortunadamente, esto está cambiando. Todavía no tenemos la imagen de país que tiene Italia, pero hemos mejorado al respecto. Ésta es nuestra asignatura pendiente a subsanar en el futuro. De todas maneras, el sector del aceite de oliva español se percibe como un sector dinámico, en proceso de cambio...

“Fuera de nuestras fronteras, el consumo de virgen extra es del 60% y el de aceite de oliva del 40%”

Desde Asoliva se insiste en que se agilicen los trámites por parte de la EFSA para hacer constar las propiedades supuestamente funcionales del aceite...
Desde Asoliva se insiste en que se agilicen los trámites por parte de la EFSA para hacer constar las propiedades supuestamente funcionales del aceite de oliva en las etiquetas.

Desde el MARM, las organizaciones agrarias, las cooperativas, el sector transformador y la distribución se estudian mecanismos que valoricen el aceite de oliva en el punto de venta. Como presidente de Asoliva, ¿qué tipo de estrategias se podrían poner en marcha para diferenciar y revalorizar este producto, en cuanto a calidad y precio, en el lineal?

A mi modo de ver, el aceite de oliva cuenta con dos virtudes principales que lo diferencian de otros aceites y grasas: sus propiedades saludables y su sabor. Deberíamos incidir en estos dos atributos, aunque contamos con un hándicap, comparado con otros productos ya reconocidos como saludables. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) no nos dejan añadir estas propiedades funcionales a las etiquetas. No nos permiten decir que el aceite de oliva virgen extra es un producto bueno, cardiosaludable, que previene –tal y como demuestran muchos estudios científicos– el cáncer de mama. Esto se debe a que el aceite de oliva ha de pasar un primer filtro en Bruselas, colapsada por 45.000 alegaciones de productos ‘supuestamente saludables’, y que ha de estudiar uno por uno. Mientras no se reciba un certificado de la EFSA, la AESAN no puede hacer nada para agilizar este proceso. Si pudiéramos indicar estas propiedades saludades, físicamente, en las botellas de aceite de oliva tendríamos mucho terreno ganado en mercados exteriores. El usuario extranjero compra en función de motivaciones de salud y después, se fija en el sabor.

El aceite de oliva entraría pues en la vorágine de alimentos funcionales, tan de moda hoy en día...

Estoy de acuerdo. Sin duda, esta es la línea en la que se deben redoblar los esfuerzos. Hay una cuestión que afecta a todos los mercados, pero especialmente al español. Y es que la marca blanca posee una cuota de mercado enorme en nuestro país, y eso incide en que de alguna manera las empresas vean que les queda muy poco margen de beneficio y tengan dificultades para invertir en investigación y en muchísimas más cosas. Este es un tema muy delicado. Además, al igual que en otros países, tanto los productos lácteos como el aceite de oliva se venden como ‘productos reclamo’ en las grandes superficies. Así, en muchas ocasiones, los precios a los que se venden estos alimentos están por debajo de los costes, lo que distorsiona el mercado. Desde la Asociación de Mercado Interior se está trabajando, tanto aquí como en Bruselas, para que esto no sea así. Por nuestra parte, desde Asoliva, somos de la opinión que a esto se le debería dar, en un corto espacio de tiempo, alguna solución.

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