"En el siglo XX el arte pasó a ser conceptual"
Luz y Vanguardia: de la forma al concepto
La arquitectura de la Belle Époque es considerada la última realmente bella. En el siglo XX el arte pasó a ser conceptual. De la perspectiva y el color se pasó al movimiento, máxima expresión del S. XX. El movimiento es lo que produce la máquina. La máquina nos permitirá dominar el mundo.
Las Vanguardias debían ser un grupo, ya que se creía que sólo el colectivo es quien podía cambiar el mundo. Murió, pues, la figura del arquitecto solitario contra el mundo. Otro requisito para constar como Vanguardia es la obligación de tener un nombre, un medio de comunicación y un manifiesto.
La iluminación artificial tuvo en todas ellas un papel protagonista y cargado de simbolismo. Algunas, incluso, como es el caso del Futurismo, situaron la electricidad y la iluminación artificial al mismo nivel que la pintura y la escultura, dentro de una nueva escala de valores que conllevó el Arte Moderno.
Expresionismo, Alemania
El Expresionismo alemán recurre al gótico para construir la modernidad. Se trata de un período de transición entre el Art Noveau y el Art Déco. El Art Noveau entra en decadencia y las formas geométricas empiezan a imponerse frente las orgánicas.
El sol se convierte en la figura ideal, buscando dominar el mundo. Un mundo que estará construido con una nueva jerarquía, un nuevo orden.
La utilización del vidrio conjuntamente con la iluminación eléctrica supuso una importante experimentación con los colores y los acabados de las superficies de vidrio y otros materiales translúcidos como el mármol, el nácar y los plásticos.
Como ejemplo de este movimiento encontramos el Pabellón de Cristal, diseñado en 1914 por Bruno Taut para la Exposición Werkbund en Colonia, influenciado por el poeta Scheerbart.
Según Taut, esta estructura cristalina había sido diseñada según el espíritu de una catedral gótica. Esta forma piramidal, postulada por Taut como paradigma universal de todo edificio religioso, era un elemento urbano esencial para la restructuración de la sociedad.

Bruno Taut - Pabellón del vidrio, 1914, Colonia, Alemania. Recuperar el espíritu del Gótico para construir la modernidad. Sol: figura ideal del Expresionismo, buscando dominar el mundo con una nueva jerarquía, un nuevo orden.
Dentro del Expresionismo surgió la escuela de arquitectura Bauhaus, fundada en 1919 por Walter Gropius. Según sus ideales, se concibe al artista no como artista sino como trabajador. La Bauhaus intenta unir todas las artes en una misma escuela y así crear una nueva arquitectura. Este hecho incluye el diseño y producción de luminarias por los mismos alumnos en el taller de metal, especiales para esta nueva arquitectura.

La Bauhaus (1919-1923) – Fabricación de luminarias para una arquitectura moderna.
En los edificios comerciales diseñados por Erich Mendelsohn se utilizó la luz artificial como elemento plástico expresivo. Se dio especial importancia al aspecto que tendrían las fachadas de noche, creando un juego de positivo-negativo. Las partes que de día se veían oscuras se convertirían en las claras de noche.


Erich Mendelsohn – Almacenes Schocken, 1925-1926, Nuremberg, Alemania
La arquitectura de vidrio y la apoteosis de la energía eléctrica otorgó a los edificios una imagen más atractiva de noche que de día. El concepto de fachada y el de la relación entre interior y exterior cambiaron radicalmente.
Futurismo
El manifiesto de la arquitectura futurista, publicado en julio de 1914, apostaba por la supremacía de un nuevo tipo de arquitectura. Lejos de la construcción de palacios burgueses anteriores, apuesta por edificios industriales como símbolo de las nuevas ciudades y motor de cambio de la sociedad.
La importancia de los futuristas radica en el reconocimiento de las nuevas tecnologías como principales elementos de un nuevo lenguaje estético. Situaron la electricidad y la iluminación artificial al mismo nivel que la pintura y la escultura, en una nueva escala de valores del arte moderno.
Art Déco
En tercer lugar, encontramos la arquitectura del Art Déco. En esta, la iluminación de los espacios tenía una componente volumétrica, sólida y global.
La utilización de superficies difusoras redujo los efectos direccionales y suavizó los contrastes. Se trataba de una luz íntimamente ligada a los materiales y ponía en valor sus cualidades cromáticas y superficiales.
Los espacios y edificios tienen una apariencia cálida debido al uso de lámparas de incandescencia y de superficies translúcidas de colores como el ámbar y el amarillo.

Donald Deskey - Radio City Music Hall, 1931, Nueva York.


William Van Alen - Edifici Crysler, 1930, Manhattan, Nueva York.
En la siguiente edición trataremos arquitectos clave del siglo XX, considerados los grandes maestros contemporáneos, y cómo estos, cada uno a su manera, bajo la influencia sus propias raíces y culturas y de los movimientos y vanguardias, han tratado la iluminación.