‘Horrenders’: la gran traición
Los ‘horrenders’ son esas infografías que muestran espacios sin ventanas, con iluminación artificial claramente mal resuelta (cuando existe), pero que, misteriosamente, aparecen perfectamente iluminados como si de un plató cinematográfico se tratase. Una luz difusa, sin dirección, sin sombras, con un CRI de 100 y sin ninguna fuente visible. Es decir: nada más lejos de lo que será el espacio real.
Esto no solo es poco realista: es una traición al diseño, al cliente y, sobre todo, a la luz.
Una mala representación de la iluminación natural puede dar lugar a decepciones en la realidad.
En otros casos, el error no está tanto en el resultado final como en el método. Muchos renders utilizan las fuentes de luz predeterminadas de los programas de modelado o renderizado: la típica luz cónica, plana, lineal o esférica. Herramientas útiles como punto de partida, pero totalmente alejadas del comportamiento real de una luminaria. El problema es que en estos renders todo se ilumina, pero nada tiene sentido. Las sombras son falsas, las intensidades no se corresponden y no existe ninguna relación entre la luminaria representada y su efecto lumínico.
Sin embargo, hay una solución sencilla, que muy pocos aplican, a pesar de ser gratuita y accesible: los archivos.IES. Estos archivos contienen los diagramas fotométricos reales de una luminaria, es decir, cómo proyecta la luz en el espacio: ángulos, intensidades, dispersión, degradado… La mayoría de marcas de iluminación técnica los ofrecen en la sección de descargas de su página web y casi todos los motores de renderizado permiten importarlos y asociarlos a un punto de luz. Con ello se consigue que un foco proyecte realmente como un foco, un difusor como un difusor, y una luminaria decorativa como la pieza expresiva que es.
En muchos renders no existe ninguna relación entre la luminaria representada y su efecto lumínico.
En proyectos donde la luz artificial será determinante —hoteles, viviendas, espacios escénicos, zonas sin iluminación natural— no usar.IES en el renderizado es, prácticamente, una omisión de responsabilidad. ¿Acaso aceptaríamos representar un mobiliario sin respetar su proporción real? ¿O una textura de mármol sin tener en cuenta su veta? Entonces, ¿por qué seguimos representando la luz con plantillas planas que no tienen relación alguna con el comportamiento físico de la luz?
El resultado de estas malas prácticas es más grave de lo que parece. No sólo se engaña al cliente. También se corre el riesgo de generar falsas expectativas que más tarde no podrán cumplirse. ¿Qué pasa cuando el cliente visita la obra final y dice “esto no tiene nada que ver con el render”? Pues que ha sido víctima de un ‘horrender’. Y lo peor es que, a veces, ni siquiera es consciente de qué ha fallado exactamente. Pero su decepción está ahí. Y, casi siempre, la clave está en la luz.
Los archivos .IES contienen los diagramas fotométricos reales de una luminaria que permiten su representación de la luz artificial
Ejemplo de cómo un buen render permite visualizar la composición de diseño interior de la forma más verosímil posible, con la iluminación apropiada a la escena representada.
Como profesionales, tenemos la responsabilidad de representar la iluminación con el mismo rigor con que representamos los materiales, los volúmenes o la vegetación. La luz no es un complemento: es la condición para que todo lo demás sea visible.
Usar.IES no es una cuestión de elitismo técnico, sino de honestidad. Porque si un render es la promesa de una arquitectura futura, debería ser, como mínimo, una promesa luminosa posible.










