Formas ligeras y colores emocionales: las novedades en iluminación expuestas en Euroluce
Las nuevas luminarias de Nedgis buscan desmaterializarse, integrarse con el entorno y desaparecer para dejar hablar a la luz.
Nedgis, espacio online de iluminación de diseños de autor, ha realizado una cuidada selección de luminarias que encarnan estas tendencias, reuniendo piezas que exploran la ligereza de los materiales, la expresividad del color y el equilibrio entre lo tecnológico y lo artesanal.
Una de las grandes transformaciones es el paso del objeto visible a la presencia intangible. Las nuevas luminarias ya no buscan imponerse visualmente, sino desmaterializarse, integrarse con el entorno, desaparecer para dejar hablar a la luz. Siluetas suaves, volúmenes ingrávidos y acabados mate configuran una estética donde lo esencial cobra protagonismo. Es una oda al diseño silencioso, donde menos es más. Por ejemplo, con el caso de Eirene, de la firma francesa Sphaer, una suspensión que descompone el color y lo eleva a una expresión poética.
La emoción del color
Frente a años de dominio absoluto del blanco, el negro y los metales fríos, surge una nueva paleta cromática en la iluminación: colores emocionales, casi pictóricos, que transforman la atmósfera más allá de la luz. Azul petróleo, rojos profundos, verdes lacados o naranjas mediterráneos aparecieron con fuerza en las propuestas más vanguardistas. Son colores que no gritan, pero sí susurran carácter. Y en clave más íntima, Swan, de Lumen Center Italia, reintroduce el color en la iluminación decorativa con sutileza emocional. Su cuerpo curvo, en rojo intenso, alude a la danza y al gesto, rompiendo con la rigidez habitual de las luminarias de sobremesa. Aquí, la luz no sólo se ve: se siente.
El retorno de lo artesanal
A la par de los avances tecnológicos, Euroluce 2025 celebra el regreso del oficio manual: vidrio soplado, latón cepillado, cerámica torneada o estructuras de metal soldado artesanalmente. Las luminarias se reivindican como piezas únicas, que abrazan la imperfección y celebran el saber hacer. Este giro responde a una búsqueda de autenticidad: no se trata sólo de iluminar, sino de contar una historia a través de los materiales.
Transparencias y liviandad
El vidrio se consolida como el material estrella de la temporada, pero no en su versión tradicional. Se emplea en composiciones verticales, etéreas, como si las lámparas fuesen alquimias suspendidas. Pyrex, borosilicato y cristal reciclado conviven en propuestas que rinden homenaje tanto al laboratorio como a la escultura. Alibaglass, de Karman, reinterpreta el imaginario científico de los laboratorios con una estética etérea y teatral.
Inteligencia y calidez
La tecnología ya no es protagonista visible, sino una capa invisible al servicio de la atmósfera. LEDS regulables, temperaturas de color variables, sensores de presencia o carga solar se integran de forma intuitiva, casi imperceptible. Lo relevante no es el cómo, sino el qué se genera con esa luz: ambientes más íntimos, flexibles, personales. La iluminación se adapta al estado de ánimo, al momento, al lugar.
Milán ha hablado, y el mensaje es claro: la luz ya no solo se enciende, se diseña, se siente y se piensa. La iluminación contemporánea es un territorio en el que convergen sensibilidad artística, conciencia material y tecnología invisible. Y como en toda revolución silenciosa, su impacto no se nota de inmediato… se percibe con el tiempo, cuando una estancia nos abraza sin que sepamos exactamente por qué.











