Mermelada Estudio: “Disfrutamos mucho cuando las empresas nos dejan involucrarnos en todo el proceso”
iCandela continúa esta semana con la publicación de las entrevistas realizadas por alumnos del Posgrado de Diseño de Producto de la Escola Sert COAC. El arquitecto Alberto Esteban Silva ha entrevistado a Alex Estévez y Juan Miguel Juárez.
Mermelada Estudio es un estudio de diseño industrial afincado en Barcelona de proyección internacional. Fue fundado en 2008 por Juan Miguel Juárez, Laura Blasco y Alex Estévez. Sus productos se definen como una mezcla entre personalidad y sencillez.
¿Qué es para vosotros diseño de producto?
Mermelada (Alex): Para nosotros es nuestro trabajo. Es como la arquitectura para el hombre, es necesario para el día a día. Al final, igual que necesitas sitios para vivir, necesitas también una serie de objetos para tu vida diaria. Estos tienen que cumplir bien su función, dar soluciones tanto a las necesidades ya conocidas como a las que van surgiendo a medida que avanza la sociedad y además aportar. Todo se puede comparar, tiene mucha relación con la arquitectura.
¿Cómo es un buen diseño? ¿Qué debe cumplir?
Mermelada (Alex): Para nosotros tiene que cumplir una función determinada y la tiene que cumplir correctamente, pero aparte tiene que emocionar. Al final los objetos son cosas con las que convives cada día y con las que de alguna forma te sientes un poco identificado. Nos gusta que cuando se hace algo, al usuario le provoque algo más, un cierto bienestar, que le emocione.
¿Qué importancia tiene para vosotros el “desing thinking” a la hora de generar nuevos conceptos e ideas?
Mermelada (Alex): Es verdad que han salido muchas fórmulas interesantes para generar ideas. En la práctica, cada uno se inventa una forma, una metodología de trabajo, pero no creo que sea algo matemático.
Nosotros reflexionamos mucho antes de empezar a dibujar un producto. Es importante que haya una metodología, mucha información antes de empezar a trabajar y es bueno que te la hayas generado tú mismo.
Una de las cosas que más hacemos es hablar mucho y discutir los proyectos. Trabajamos lo más general entre todos.
Sin una buena metodología no hay un buen producto. Trabajamos mucho con filtros, de manera individual y colectiva. A todos los niveles (conceptuales, técnicos,…). Lo que hacemos es como un embudo. Primero filtra cada uno para los demás lo que le parece más interesante de cada aspecto y luego, entre todos, volvemos a hacer otro filtro sintetizando lo que consideramos más importante.
El proceso de diseño de producto puede segmentarse en varias fases o etapas (Investigación / Encargo / Diseño de concepto / Desarrollo del diseño / Diseño detallado / Producción), ¿Siendo todas importantes, en cuál de ellas ponéis mayor fuerza? ¿En cuál disfrutáis más?
Mermelada (Alex): Todo es importante. No dejamos de darle importancia a ninguna de las fases.
Si que hay quizás una, que se trabaja cada vez menos y que nosotros le damos mucha importancia. Trabajamos mucho más hablando con papel, dibujando, bocetando y realizando maquetas, que de forma digital. Ayudan a imaginarse todo de verdad.
No nos gusta trabajar con el 3D, es muy mentiroso, enseña volúmenes que no son reales, los tubos parecen que sean diez veces más gordos de lo que son. Al final los acabamos haciendo porque en muchos casos es el último paso para enviar a producción. Nos gusta cuando vamos a modelar algo tener muy claro cómo va a ser y para ello es fundamental visualizarlo la mayoría de las veces a escala 1/1.
Hay diseñadores que para ellos, por el tipo de producto que realizan, es fundamental el uso de esos programas. Trabajan con un tipo de superficies que sería imposible hacerlas de otra forma (ejemplo Ron Arad).
Disfrutamos mucho cuando las empresas nos dejan involucrarnos en todo el proceso. Cuando las empresas son muy grandes las estructuras están muy diferenciadas. Depende con quien trabajes tienes unos límites o tienes otros.
A los diseñadores, quizás no nos enseñan a buscar la solución ideal en temas económicos-funcionales, pero sí la que sea más cercana al usuario.
¿Un proyecto que le tengáis un cariño especial?
Mermelada (Alex): Welcome para Kvadrat. Es un proyecto muy interesante. Marca un principio de muchas cosas que se han iniciado a raíz de él. Es el primer proyecto que hicimos con una empresa internacional. Lo trabajamos con mucho cariño, permitiéndonos entrar en todo los detalles. Nos ayudó a reafirmarnos que haciendo las cosas bien, poniéndole cariño, pasión, se acaban teniendo buenos resultados.
Para nosotros fue como una introducción a la mini arquitectura, nos hacía gracia.
Decidimos nosotros lo que queríamos hacer. Era un proyecto muy de imagen, que consistía en mostrar las posibilidades que tenían sus telas. Kvadrat encargó un proyecto a 30 estudios de todo el mundo.
Marca un antes y un después.
El principio que cuatro ojos ven más que dos y seis más que cuatro, en vuestro caso se cumple. ¿Creéis que es fundamental trabajar en equipo o es una cuestión casual?
Mermelada (Alex): En nuestro caso, cuestión que se empieza a generalizar en mucha gente joven, es que el trabajo en equipo funciona muy bien. Al final tener una pequeña estructura, ser un equipo, te ayuda a crecer de otra forma. A nivel profesional te enriquece mucho más. No seríamos capaces haciéndolo por separado.
Con la gente que hablo de otros países, más o menos de las mismas edades, la mayoría trabaja de esta forma. Es romper con el mito del gran arquitecto/diseñador que cuando eres estudiante te venden e idealizas como la persona que está sola en su estudio generando grandes proyectos. Luego te das cuenta que el mundo no funciona así, que funciona con grandes equipos formados por gente supercompetente que se desvive por sacar todo adelante.
Aunque sean pequeños equipos, siempre hay equipos.
En el mundo del arte, quizás es diferente, existen los pintores que hacen su trabajo de forma individual. Pero en cambio, en escultura hay muchos escultores que tienen cantidad de gente trabajando para poder materializar sus ideas.
¿Qué valor le dais a la comunicación en los proyectos? ¿Todos deberían contar una historia?
Le damos mucha importancia. El propio proyecto tiene que emocionarte, contarte, encontrar algo que te sientas identificado. A veces el factor es el dinero, pero cuando no lo es y tienes diez cosas que te valen lo mismo, es muy interesante que el producto que elijas te emocione y te cautive.
A nosotros nos encanta contar historias. Un proyecto si te hace soñar, mucho mejor.
Hay diferentes discursos respecto a este tema. Hay gente que es más aséptica y piensa que las cosas tienen que ser sobrias, que funcionen, bonitas, pero que tampoco hace falta que transmitan mucho más. También es muy válido. Hay público para todo tipo de productos.
¿Tenéis alguna experiencia en el mundo de la autoedición?
Mermelada (Alex): Lo que más se acercaría sin serlo, es algún producto de nuestro catálogo que son de edición especial (hechas a mano, a medida, muy artesanales, en ocasiones numeradas). Es una venta por encargo.
Muchos de ellos se convierten en proyectos especiales, a partir de unas necesidades concretas de un cliente concreto. No son piezas pensadas para una comercialización generalizada.
¿Consideráis que algunas editoras, en ocasiones, elevan tanto el precio final que hace que ese producto no sea competitivo?
Mermelada (Alex): Pienso que no. Toda la gente con la que trabajamos carga unos márgenes muy sensatos. Es más un tema de donde está fabricado el producto, los materiales utilizados, los procesos que se requieren, etc.
Aunque parezca contradictorio, es mucho más grave en Ikea. Entendiendo un poco de producción y por la cantidad que hacen, puedes ver piezas que le han metido un 1000% a su precio de fabricación.
Muchas veces las piezas caras no tienen tanto margen, sobre todo si no haces una gran producción.
Nos hemos acostumbrado a calidades muy malas a precios muy bajos. No nos fijamos que una buena pieza te durará veinte años y si no toda la vida.
En este país la gente no lo acaba de entender. Nosotros de los proyectos especiales que vamos haciendo, ninguno ha sido en España. No se valora el hecho de pagar por algo más especial, hecho para ti, personalizado, con un precio y unas propiedades que también son las que son, unos tiempos de producción más lentos. Lo caro y barato, depende también de donde vivas.
Para los iniciados, ¿Algún consejo a la hora de presentar una idea/producto a una empresa? ¿Hay que arriesgar?
Mermelada (Alex): Nosotros trabajamos con briefings. La imagen del diseñador que tiene esas grandes ideas, que lleva sus dibujos a las empresas, no digo que no exista, pero para nosotros es lo menos común. Cada vez se profesionaliza mucho más. Las empresas saben mejor lo que necesitan y trabajan con tu creatividad, con tu forma de entender esas piezas.
Los encargos nos han empezado a venir solos. Pero si tienes buenas ideas y todavía no tienes trabajo hay que arriesgar.
Al final la vida es de los que arriesgan. Si no haces cosas diferentes a los demás, difícilmente te puedes abrir paso.
Cuando tienes un cliente que te viene con un briefing siempre se tiene que aportar, hacerle subir un escalón si se puede. A veces te lo hacen subir ellos a ti pidiéndote algo más innovador.
¿Cómo veis el futuro del diseño en España? ¿El camino es la internacionalización?
Mermelada (Alex): Nosotros a partir del proyecto para Kvadrat se han iniciado muchas colaboraciones fuera de España. En la actualidad, gran parte del trabajo que hacemos es para fuera y la tendencia es que vaya a más.
Los proyectos que estamos haciendo en España son para empresas muy enfocadas a nivel internacional.
Ahora estamos colaborando para empresas en Dinamarca, Francia, Hong Kong, Estados Unidos,…un poco diversificado. A nivel de proyectos privados, estamos en Canadá, acabamos hace poco uno en Suiza, empezaremos en breve otro en Estados Unidos. Estamos muy contentos.
España tiene un problema. Se tiene que quitar la etiqueta de local, de aislados y apostar por la internacionalización. Cuando no había crisis funcionaba super bién.
Seguramente en arquitectura no pasa tanto porqué tiene grandes arquitectos reconocidos internacionalmente, pero en diseño hay contadas excepciones (Jaime Hayon, Patricia Urquiola, Martí Guixé).
Juan Miguel Juárez, “Juanmi” se incorpora a la entrevista.
Mermelada (Juanmi): Una cosa tan tonta, que muchas veces hablamos, es la cantidad de parejas de distinta nacionalidad que conoces cuando sales fuera. Por ejemplo, un sueco con una francesa, un holandés con la novia australiana, etc. En cambio, aquí la mayoría de gente que yo conozco su pareja si no es de su propia ciudad, como mucho es de alguna otra ciudad de España. Nos cuesta salir. Cultura mediterránea.
Hay que apostar por la internacionalización. Nosotros conocemos todo lo que pasa fuera, la gente tiene que conocer todo lo que pasa aquí. El tema de la globalización a España no le funcionaba muy bien, porque en España había mucha entrada y poca salida.
En España hay mucho talento.
Noticia de hoy del País: “España roza el equilibrio entre exportación e importación por primera vez en su historia”. Es un dato significativo.
Mermelada (Alex): Hasta ahora la gente ni se planteaba el hecho de salir de España.
Mermelada (Juanmi): Los diseñadores que nosotros conocemos de varias generaciones más que nosotros, son los que más están sufriendo. Tenían un mercado súper local que funcionaba genial, pero que de la noche a la mañana se ha acabado.
La mayoría de gente de 30 años los muebles se los compra en el señor “Ikea”. Ha cambiado la mentalidad. Antes nuestros padres se compraban los muebles a plazos y con unas calidades superiores.
Hay un gran desconocimiento de materiales, se prima la producción a la calidad.
Tiene que haber una revolución en cuanto a formar al consumidor. Que tenga conciencia de lo que compra.
Una amiga que trabaja en una tienda de mobiliario nos comentó una anécdota de un cliente que se asustó al saber el precio de una mesa e inmediatamente la comparó con el precio de una mesa de Ikea. Ella a continuación le preguntó al cliente por el modelo de coche que tenía y le dijo que un Audi A4. Justo después le preguntó si le parecía que era igual el Audi A4 a un Dacia y para colmo el cliente se indignó. En si es lo mismo. Es curioso que con los coches la gente lo entienda, pero con otras cosas no le dan ningún valor.
En Dinamarca, la gente se gasta más dinero en un mueble, porque pasan más tiempo en casa, que en un coche. Son formas de ver la vida.
¿Tenéis que viajar con frecuencia?
Mermelada (Alex): Pues no mucho. Para eso si que utilizamos las tecnologías. Mucho “Skype”, mucho “wetransfer” a diario.
¿Un diseñador de referencia?
Mermelada (Juanmi): Tapio Wirkkala. Fue un diseñador y escultor finlandés, uno de los pioneros del arte industrial en su país. Tanto por su trabajo como su persona. Ya más actuales, los hermanos Bouroullec, Jasper Morrison,…
¿Un arquitecto-diseñador que os haya interesado especialmente (Jacobsen, Rietvield, Breuer, Eames, Le Corbusier,…?
Mermelada (Alex / Juanmi): Los Eames, Arne Jacobsen.
Para acabar, ¿una recomendación literaria?
Mermelada (Alex / Juanmi): Cualquiera que no sea de diseño, tampoco es bueno obsesionarse con las cosas.
Nosotros siempre hemos tenido claro que esto es una profesión. Tienes que disfrutarla, tienes que vivirla, pero no deja de ser una profesión. A veces, cuando tu vida se convierte en tu profesión es un problema. Hay que saber separarla. Coincide muy a menudo que cuando la separas es cuando eres más creativo. El tiempo libre es muy bueno, es una manera de refrescarse.
Mucha gente nos ha preguntado qué libro de diseño le recomendaríamos para leer y tener en la mesita de noche. Nosotros le contestamos que ninguno, es suficiente durante la jornada de trabajo como para que antes de dormir me lea un libro de diseño.
Una recomendación podría ser “Un mundo feliz” de Aldous Huxley.
Alberto Esteban Silva, arquitecto.
Más información:
www.mermeladaestudio.es










