El Ifapa estudia el impacto de la eutrofización y ecotoxicidad en el cultivo de la fresa
Estudios recientes del efecto del cultivo de la fresa indican que su producción impacta de forma significativa en el medio ambiente, especialmente en la eutrofización y ecotoxicidad. Un trabajo llevado a cabo por investigadores de los centros IFAPA de Camino de Purchil (Granada) y de Las Torres (Sevilla), se ha centrado en las prácticas agrícolas empleadas en diferentes sistemas de producción de fresa para seleccionar e identificar las prácticas que contribuyen a estos efectos para así poder optimizarlos. Los principales son identificar, cuantificar y evaluar los impactos ambientales del cultivo de la fresa, considerando todo el ciclo de vida de los diferentes sistemas de producción; y diseñar y recomendar estrategias de optimización de las prácticas agrarias implementadas por los agricultores para mejorar la sostenibiliddad de sus explotaciones agrarias y aumentar la competitividad del sector productor fresero.
El sector fresero de la provincia de Huelva, que representa un 97% de la producción española, debe hacer frente a la creciente presión por las exigencias medioambientales, por lo que es necesario una información científica y objetiva que cuantifique e identifique el impacto ambiental asociado a las actividades agrarias durante su ciclo de vida. Este impacto medioambiental del cultivo de fresa puede variar dependiendo de las diferentes prácticas y técnicas empleadas, y es por ello que es importante evaluarlo con un profundo análisis de las diferentes prácticas agrícolas empleadas. De esta manera, se puede cuantificar y demostrar los materiales e insumos que contribuyen a un alto impacto ambiental, tales como los materiales empleados en la infraestructura, aplicación de fertilizantes y pesticidas, maquinaria agrícola o residuos generados.
Las conclusiones a las que se han llegado con este trabajo es que las principales causas de estos impactos fueron las altas dosis de plaguicidas aplicados, una alta cantidad de materiales empleados en los sistemas de riego y un alto consumo de energía. Por ello, se recomienda llevar a cabo una reducción y ajuste del manejo de pesticidas, un uso de materiales reciclados y/o con una mayor vida útil y el empleo de energías renovables, con el fin de mejorar la huella ambiental del cultivo de la fresa producida por altos valores de eutrofización y ecotoxicidad.