El almendro sigue contando con potencial para poder crecer

El IRTA organizó el 30 y 31 de mayo la décima edición de su Jornada del Almendro, la primera celebrada en dos días consecutivos para ofrecer las ponencias tanto en catalán como en castellano. Aunque la primera jornada estuvo pasada por agua, fueron más de 600 los agricultores y productores que pasaron por las instalaciones para conocer las últimas novedades en modelos de producción, enfermedades y comercialización. Todos ellos pudieron comprobar también in situ el trabajo que se realiza en las diferentes parcelas experimentales que el IRTA tiene en la Finca 'La Pujada'.

La producción en modelos de alta densidad, ajustando los marcos de plantación y cambiando el sistema convencional de formación, se está imponiendo en los últimos años en el almendro. Su implantación en zonas de regadío, su intensificación y el concepto de almendro como nuevo frutal permite trabajar para alcanzar cotas impensables hasta hace pocos años. En este sentido, el IRTA ha comenzado a trabajar en un proyecto demostrativo para la implantación de modelos de alta densidad en plantaciones comerciales. Marta Maldonado, investigadora en del IRTA-Fruitcentre en Lleida, fue la encargada de presentarlo para abrir la X Jornada del Almendro. "La incorporación de nuevas variedades de floración tardía, muchas de ellas autofértiles, la aparición de numerosos portainjertos híbridos 'almendro x melocotonero' o interespecíficos del género Prunus, y la comercialización por parte de algunas empresas viveristas de nuevos híbridos con diferentes escalas de vigor, hace que podamos conseguir una combinación de vigor moderado o reducido y producción alta y precoz", explicó Maldonado.

En trabajos presentados por el IRTA anteriormente ya se habían descrito los diferentes factores a tener en cuenta para realizar una plantación de alta densidad. El nuevo proyecto demostrativo que se pretende ahora poner en marcha consiste en crear una red de ensayos y plantaciones comerciales demostrativas que sirvan como itinerario técnico para los agricultores que quieran implantar un sistema de alta densidad. “En ella serían los técnicos de cada finca los que explicarían la implantación del cultivo y el manejo que llevan a cabo”, comentó.

Para la mayoría de los presentes podía considerarse una quimera, pero si ya se consiguió en EE UU en el pasado, ¿por qué no se puede conseguir en nuestras explotaciones? Las nuevas variedades, los nuevos modelos intensivos y super-intensivos y, sobre todo, la mejora del manejo agronómico de las plantaciones, son la clave para poder aproximarse a ese reto, que representaría casi duplicar las producciones actuales de 2.000 kg/ha. Xavier Miarnau, investigador del Programa de Fruticultura en el IRTA, centró el margen de mejora en las prácticas agronómicas de tres componentes del rendimiento: número de flores, cuajado y peso del grano.

"Aunque en el número de flores es donde podemos incidir menos, mediante el manejo podemos promover una mejora de los órganos productivos y un mayor volumen eficiente para la instalación de las flores y posteriormente de los frutos", explicaba Miarnau. En este sentido señaló la importancia de crear anualmente estructuras vegetativas nuevas para poder insertar cada vez más ramilletes, a la vez que se alarga la vida de los ya existente. De esta forma, mediante un manejo agronómico óptimo, se mantienen y renuevan los órganos productivos y se evitan los episodios de vecería. Igualmente importante, comentó Miarnau, es contar con un volumen de copa eficiente del árbol, que pueda maximizar el número de flores, y a su vez permita llegar al potencial productivo del almendro.

La siguiente clave la encontramos en el cuajado, gran problema histórico de los almendros españoles por la autoincompatibilidad de muchas de sus variedades. "Las nuevas plantaciones ya son en su mayoría variedades autofértiles y con un diseño varietal que permite un mejor manejo agronómico, pero eso no quiere decir que presenten los mismos niveles de cuajado ni de modelos productivos. De hecho algunas presentan valores inferiores al 20% y se han de mejorar mediante agentes polinizadores o mejorando el manejo de los árboles en momentos determinados". Además, en las plantaciones autofértiles es conveniente la instalación de colmenas de abejas o abejorros para favorecer el movimiento de polen y, según Miarnau, para mejorar el cuajado y reducir las caídas fisiológicas se hace imprescindible conocer en profundidad la fisiología reproductiva. El IRTA lleva estudiando y caracterizando desde 2015 en Les Borges Blanques las caídas fisiológicas en almendro, para así ofrecer al agricultor los consejos óptimos para evitarlas.

El último punto analizado fue el peso del fruto, fundamental cuando hablamos de productividad y kg/ha, ya que una elevada competencia entre producción y vegetación puede conducir a una pérdida de calibre o peso del fruto. Para Miarnau, para evitar la vecería y favorecer el crecimiento son fundamentales las reservas del año anterior y el régimen hídrico y nutritivo del año actual. También influye la disponibilidad de agua, especialmente crítica en los meses de abril y mayo, periodo clave en el crecimiento de la caja del almendro que determinará el tamaño final del fruto.

Laura Torguet, investigadora del IRTA, fue la encargada de presentar los últimos resultados sobre las resistencias de las diferentes variedades de almendro a las heladas primaverales, época en la que la planta cuenta con el nivel de tolerancia fenológico más sensible. Analizando el daño por congelación en estado de floración y de fruto cuajado en 20 variedades expuestos a diferentes temperaturas de helada (-1 ºC, -3 ºC, -4 ºC, -5 ºC, -7 ºC y -9 ºC) se han mostrado, tal y como comentó Torguet, difencias claras en la susceptibilidad. 'Vairo', 'Guara', 'Soleta' y 'Tarraco' fueron las que presentaron mayor tolerancia en floración comparadas con el resto de variedades analizadas, mientras que 'Marcona', 'Penta' y 'Constantí' fueron las más susceptibles. El 90% de la mortalidad se produce a partir de los -5 ºC. En frutos cuajado las tolerancias entre variedades fueron menores, siendo 'Tarraco', 'Constantí' y 'Masbovera' las que presentaron una tolerancia mayor.

El investigador francés Florent Trouillas, profesor del Departamento de Fitopatología de la Universidad de Davis, diseccionó las diferentes enfermedades que pueden afectar a la madera del almendro. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, la botriosfera, a la que son especialmente propensa las variedades jóvenes más vigorosas o de un crecimiento más rápido. Cada vez más común en España, últimamente ha crecido el número de árboles muerte ya que se pueden desarrollar múltiples bandas que hacen que el chancro crezca año tras año. Trouillas puso especial énfasis en la importancia que tiene un manejo adecuado del árbol para prevenir la enfermedad. "Resulta fundamental controlar los diferentes daños en la corteza, provocados muchas veces por los vibradores mecánicos, y evitar también la poda de los árboles durante o previamente a días de lluvia".

En una jornada sobre el almendro, y teniendo en cuenta que el primer foco en la Península fue en este cultivo, no se podía dejar de hablar de Xylella. Por ello, el IRTA quiso exponer esta problemática, su situación y sintomatología, a través de Andreu Juan, responsable del Servicio de Agricultura del Gobierno Balear. A la jornada se lo sumó también un análisis pormenorizado del mercado de la almendra a nivel mundial. Íñigo Vargas, responsable de Proyecto de Crisol, expuso también los retos que tiene por delante la almendra española, que puede ver cuadriplicada su producción en pocos años.