Sin altibajos, los cítricos saben mejor

Se cumplen así los aforos iniciales que indicaban un descenso de producción con respecto a la campaña pasada, sobre todo en el grupo de mandarinas, debido fundamentalmente a un incremento de temperaturas durante la anterior floración. “De lo que llevamos de campaña, tenemos que destacar la gran calidad de los cítricos comercializados, tanto por su calidad gustativa como por sus calibres, adecuados desde el punto de vista comercial. El desarrollo de la primera parte de campaña se ha visto beneficiado además por unas condiciones meteorológicas favorables para el consumo”, afirma Cirilo Arnandis, presidente de la Federación Cooperativas Agroalimentarias de la Comunidad Valenciana y a su vez presidente de la Sectorial de Frutas y Hortalizas de Cooperativas a nivel nacional, que avisa, no obstante, que tendrá importancia la meteorología de los últimos días del mes de marzo, con episodios de viento y lluvia que han dificultado el acceso al campo en zonas de Andalucía.

Julio Volante, delegado en Huelva del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental (COITAND) confirma que las intensas lluvias han provocado un paréntesis desde finales de febrero hasta finales de marzo. Los productores partían ya de un retraso provocado por temperaturas bajas durante los meses de enero y febrero, lo cual, por otro lado, ha favorecido la conservación del fruto en el árbol y ha ayudado a reducir la incidencia de los hongos patógenos. Eso sí, se han producido daños provocados por algún ciclón y algunos partes por viento y agua en variedades que estaban próximas a la recolección como Nadorcott o Lane Late: “Hemos salido demasiado airosos para lo que podía haber sido. Por otro lado, el hecho de que se haya retrasado la recolección no significa que la fruta haya perdido calidad, porque con los fríos de este invierno ha aguantado bastante bien las condiciones organolépticas”, destaca Volante.

Lo que parece claro es que los precios medios se han incrementado en torno al 20% respecto de la campaña anterior (ver Tabla 1) dependiendo, eso sí, de cada variedad. Ello responde al principio básico de la Ley de la oferta y la demanda a la que, ante una demanda estable y una oferta menor, el precio tiende a subir. Hay voces que indican que este alza en los precios también se debe a las calidades obtenidas en campo: “Cuando nosotros cargamos un camión en campo, las cajas de arroba y media habitualmente vienen a pesar en torno a los 18 kilos cuando el producto es de calidad media. Este año las cajas vienen a pesar en torno a 20 kilos. A más peso, más calidad”, recalca Rafael Cervera, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) del País Valenciano. A ello se añaden otros factores como el que apunta José Francisco Sales, responsable de los servicios técnicos de la organización agraria AVA-Asaja: “Este año ha funcionado muy bien el tema de la industria, entendiendo como industria aquella fruta de segunda calidad que no va en fresco. Los fabricantes de zumos han cumplido bastante bien su papel de regular el mercado, lo que permite que los precios en fresco se mantengan al alza y el equilibrio para que el agricultor pueda cubrir sus costes de producción”. Hay que tener en cuenta que la demanda del zumo se ha incrementado en España tras los problemas registrados en Brasil por la plaga de HLB, que hace que muchos compradores hayan acudido nuestro mercado. “La campaña es regular-buena. Evidente, si me pagan más pero tengo menos kilos que ofrecer, al final el montante económico se queda igual que estaba”, completa Sales.

Tabla 1. Variación de precios entre este campaña y la anterior. Fuente: Lonja de Cítricos de Valencia.Precios medios en €/@.. Una @ tiene 12,78 kg. Datos facilitados por AVA-Asaja.

¿Y cómo se han comportado las exportaciones? Para conocerlo, acudimos al Comité de Gestión de Cítricos (CGC), asociación profesional de carácter privado que aglutina a 150 operadores del sector. Fuentes internas confirman que, en general, las exportaciones globales de cítricos hasta el 31 de enero de 2018 (último dato procesado disponible) son casi idénticas a las de la temporada anterior (1.995.413 T por 2.032.157 T de la pasada, 1,81% inferiores) “lo que resulta ser especialmente meritorio considerando la caída de cosecha global que definieron los aforos oficiales de la principales zonas productoras españolas, que estimaron un descenso global de la producción citrícola española del -12,3% (del -20,3% en el caso valenciano; el -2.8% en el andaluz y el -2% en el murciano)”. Con los datos a 1 de abril de las exportaciones a países terceros y las impresiones recogidas entre los exportadores, las mismas fuentes afirman que es más que previsible que al cierre del mes de marzo de 2018, las cifras totales de exportación serán ligeramente inferiores a las de la campaña pasada, que se situaron a esa fecha en 2.896.269 T: 1.301.700 T del grupo mandarinas –donde se incluyen las clementinas–) 1.150.258 del grupo naranjas y 444.311 T de limones y pomelos.

Por grupos

Diseccionando ya las exportaciones, según las últimas estadísticas disponibles y de la mano del CGC, “a 31 de enero de 2018 hemos exportado 1.048.434 T del grupo mandarinas (que incluye las clementinas, las satsumas y las primeras mandarinas Fortuna) frente a 1.063.678 T del año anterior. Los precios en destino han sido mejores que el año pasado gracias a que, pese a los reiterativos mensajes sobre una supuesta cortedad de la cosecha española, se ha preservado o incluso mejorado la calidad y se ha mantenido la demanda (se han podido servir todos los programas semanales de los supermercados y no ha faltado tampoco fruta en los mercados mayoristas de Europa)”, destacan. En cuanto a Clemenules, los precios en origen han aumentado considerablemente pero aún es pronto para saber si este incremento permitirá compensar el importante descenso en la cosecha, cuya producción en la Comunidad Valenciana para esta variedad se cifró en el aforo en un -29,3% para el conjunto de las clementinas. El fuerte incremento de los precios en origen no se ha correspondido con una subida proporcional en los mercados de destino.

Del grupo de naranjas, destacar que hasta el 31 de enero sus exportaciones (Navelinas, fundamentalmente), han sido 658.226 T, frente a 689.429 T de la misma fecha de la campaña precedente. “Con los datos a 1 de abril de las exportaciones a países terceros y las impresiones recogidas entre los exportadores, es más que previsible que al cierre del mes de marzo de 2018, las cifras totales de exportación de naranjas serán ligeramente inferiores 7% a las de la campaña pasada, que se situaron en 1.150.258 del grupo naranjas”, informan desde el CGC.

Otro de los caballos de batalla del sector se libra lejos de los mercados. Concretamente en las fronteras de entrada de productos extracomunitarios. A este respecto, AVA-Asaja ha denunciado que la detección en las fronteras europeas de cítricos sudafricanos contaminados por la enfermedad de la mancha negra (Citrus Black Spot, CBS) alcanzó durante la última campaña 2017 proporciones “verdaderamente escandalosas” al multiplicarse por seis respecto al ejercicio anterior y situarse en un total de 24 (Ver Gráfica 1). A la vista de estos últimos datos oficiales de la Unión Europea, la organización acusa a Bruselas de mantener una posición de clara complicidad con Sudáfrica y de atentar gravemente contra los intereses del conjunto de la citricultura europea: “La actitud de los exportadores sudafricanos y de la Comisión Europea es simplemente inaceptable y constituye una burla y una tomadura de pelo en toda regla", relata el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, que recuerda que la propia UE ha incumplido sistemáticamente la medida por la cual se comprometió a paralizar las importaciones de Sudáfrica si superaba las cinco detecciones.

Desde el Ministerio de Agricultura, el director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa matiza, al respecto del CBS, que desde el pico del año 2015 se han tomado medidas más duras desde la Unión Europea y desde ese momento hemos tenido controles más estrictos de la importación de cítricos de Sudáfrica. “Desde entonces el número de detecciones positivas había ido cayendo. También es verdad que la última campaña se ha producido un repunte anormal. Hemos trasladado esa cuestión a la Comisión, la debatiremos con ellos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en este debate España está bastante sola, apenas contamos con el apoyo de Portugal y Grecia”, recalca. “Hagamos una lectura positiva: si se han detectado esos casos es porque hay controles. No es verdad que entren sin control”. Las vías de entrada de contenedores sudafricanos suele ser por países como Holanda, Francia o Portugal. Los productores piden uniformidad en los puertos: “Lo que no puede ser es que cuando un cargamento entra por España se hagan los controles conforme toca y si ese mismo cargamento entra por Rotterdam, los controles sean más laxos, porque de ahí puede llegar por carretera a las zonas citrícolas del sur de Europa y nos genera un problema”, concluye José Francisco Sales, responsable de los servicios técnicos de AVA-Asaja.

Otra de las enfermedades que preocupa a los citricultores españoles es el HLB o Citrus greening, “el enemigo público número uno de la citricultura mundial”. A ese respecto hay que recalcar que, hoy por hoy, lo que está presente en Portugal, en Galicia y en Canarias es el vector (el insecto) que porta la enfermedad, no la bacteria del HLB que, eso sí, a día de hoy aún no tiene solución ni cura: “Ganar tiempo y retrasar su llegada es tan vital como prepararse para lo peor. La prevención y la detección precoz nos deberían ya ocupar, y la investigación de posibles soluciones, o cuanto menos paliativos, debería ser una prioridad”, destaca Vicente Bordils, presidente del CGC. A este respecto, fuentes próximas al Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) afirman que próximamente se podría anunciar que el parasitoide traído de Sudáfrica con el que se está experimentando ya en Galicia y Canarias para frenar la expansión y reducir la población de la Trioza erytreae se podría también soltar en Portugal. Se está a la espera de conseguir los permisos y completar los trámites burocráticos para poder hacerlo.

También hay visos de que se vuelva a poner en marcha una herramienta que funcionó hasta hace diez años y dejó de hacerlo por desavenencias enquistadas entre sus miembros y por falta de objetivos comunes y concisos: nos referimos a la organización Interprofesional Intercitrus, cuya presidencia ostenta en estos momentos y por rotación UPA-PV, en la persona de Rafael Cervera: “Todo el mundo echa en falta una mesa común en el sector. A corto plazo, queremos avanzar poco a poco en algún aspecto. La idea sería incluir a la distribución en la Interprofesional como parte de la cadena en la que funcionamos, habría que ver con qué porcentaje de participación. Por otro lado, más tarde o más temprano, deberíamos plantearnos hacer promoción para dar a conocer nuestro producto fuera del mercado comunitario a través de una extensión de norma”, enumera el actual presidente de Intercitrus.

Está claro que la idea de reunirse en una misma mesa no deja de ser positiva, pero “recuperar Intercitrus por el mero hecho de recuperarla no tiene sentido alguno, por lo que en primer lugar debemos preguntarnos por los fines que debe perseguir y por los medios de los que debe disponer para alcanzar sus objetivos. Partiendo de esa idea, y como dijo en su día el president Puig, si lo que pretendemos es, por ejemplo, captar fondos europeos para promocionar el negocio citrícola en el exterior, puede ser un instrumento útil. El apoyo institucional también es importante de cara a su recuperación, así como el hecho de que su sede continúe en la Comunidad Valenciana ante cualquier posible interés presente o futuro de algunos operadores de trasladarla a otro lugar. Para que sea una interprofesional efectiva tendremos que plantearnos por último cuestiones como la actual necesidad de unanimidad para la adopción de acuerdos, que solo conducen a una parálisis como la que sufrió hace 10 años”, destaca Cirilo Arnandis. Fuentes del CGC matizan escuetamente que Intercitrus “debe trabajar en beneficio y defensa de todo el sector citrícola”.

En un futuro más cercano, aún queda cerrar la campaña con la recolección de las variedades tardías. En mandarinas de segunda campaña, el CGC estima que pese a que los calibres fueron algo inferiores a campañas anteriores para variedades como Nadorcott, Orri, Tango, Murcott y pese a la agresividad de la oferta de Marruecos, a estas alturas ya se puede decir que la campaña para estos cítricos ha evolucionado moderadamente bien, “con destacados precios para el agricultor en origen que no se han correspondido proporcionalmente con los resultados en los mercados de destino. Con todo, la campaña de mandarinas tardías se podrá prolongar más allá de abril. La única variedad que no está funcionando bien este año ha sido la Ortanique, de la que aún quedan parcelas por recolectar”. Respecto a las naranjas Navel tardías y Valencia-lates se trabajará hasta julio “siendo tremendamente difícil defender los precios que pide el agricultor en origen frente a la competencia mucho más barata de Egipto y de toda la Cuenca mediterránea (con unos costes de producción muy inferiores). La evolución de la venta y el consumo para la naranja española va más despacio que otros años”, concluyen desde el CGC, que informa además de que ya se ha empezado a recolectar valencias para zumo debido a que ya se han terminado las naranjas salustianas.

Muchas tareas pendientes que, al menos, podrán abordarse en un clima de tranquilidad momentánea.