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36 tecnogarden ENTREVISTA la pandemia de la COVID-19 debido al cierre de los centros de jardinería durante el periodo de confinamiento. No obstante, la apertura de los puntos de venta a partir del mes de mayo provocó un importante aumento del consumo privado y de las ventas a las empresas de jardinería, a la que se unió un incremento muy significativo de las ventas de plantas ornamentales a las cadenas de bricolaje y de alimentación. La grave crisis sufrida por el sector puso de manifiesto muy especialmente la importancia del canal de la gran distribución y del retail organizado en el mercado internacional, donde afortunadamente se reconoce mayoritariamente a la flor y planta española como producto de alta calidad, así como la confirmación de este canal comercial en el mercado nacional. ¿Qué principales desafíos comunes tiene que afrontar el sector para mantener el crecimiento en un mercado crecientemente competitivo y global, con nuevas formas de proteccionismo en los mercados de terceros países? Desgraciadamente y de una forma muy intensa la crisis derivada de la pandemia también puso de relieve algunas de las principales debilidades a las que el sector tiene que hacer frente con la mayor urgencia, siendo prioritario mejorar el posicionamiento de las empresas españolas en las cadenas de distribución internacionales, con una oferta más amplia de productos que permita identificar origen y la calidad de los productos españoles en el mercado internacional. Además, el sector debe hacer frente a factores de riesgo en el ámbito de la producción y la comercialización derivados principalmente de la falta de organización, de las necesidades de inversión, así como la promoción del consumo teniendo en cuenta los cambios que se están produciendo en los hábitos del consumidor y la sustitución de los canales de distribución tradicionales. Entre los factores de riesgo ligados a la producción, habría que destacar: 1) la escasa dimensión de las explotaciones españolas ante la cada vez mayor concentración de las centrales de compras de los centros de jardinería y del resto de la distribución, 2) la mejora del nivel tecnológico de las explotaciones de otros países competidores comunitarios, apoyada por una política específica de financiación de inversiones que están teniendo como consecuencia un fuerte incremento de sus rendimientos, 3) la diversificación de la producción de otros países competidores comunitarios, caracterizada por el fuerte desarrollo de nuevos productos y variedades, y por una política de investigación eficaz en algunos países, 4) la marginación del sector en las ayudas de la PAC y las distorsiones de la competencia que está provocando con productores de otros países comunitarios, 5) el incremento de los costes de producción, especialmente de la mano de obra de la energía y del transporte, mientras que los precios medios se encuentran estabilizados en los últimos años, 6) la insuficiente disponibilidad de productos fitosanitarios y la inadecuación de los plazos de seguridad, lo que facilita la aparición de nuevas plagas y enfermedades, 7) la incertidumbre sobre el suministro de agua que garantice la racionalidad de las inversiones de mejora de las explotaciones y su viabilidad. En cuanto a factores de riesgo ligados a la comercialización, se encuentra 1) el proceso de concentración de las centrales de compras nacionales y de la distribución europea, lo que contribuye a fortalecer su posición contractual y 2) la falta de posicionamiento de las empresas españolas en las cadenas de distribución internacionales y necesidad de incorporar un mayor número de empresas a la actividad exportadora es una de las principales prioridades que tiene este sector y es un instrumento clave para su mantenimiento y desarrollo futuro. Por último, entre los factores de riesgo ligados al consumo, cabe señalar: 1) el bajo nivel de consumo especialmente en importantes canales de comercialización, que ya se encuentran desde hace años en pleno funcionamiento y con éxito en la mayoría de los países europeos, como la venta de flores y plantas en las cadenas de supermercados y 2) la ausencia de campañas de promoción del consumo de flores, plantas y productos para el jardín a nivel nacional. ¿Cómo se vienen adaptando el sector a métodos de producción sostenibles y de mitigación del cambio climático? Todos los sectores agrarios, incluido por supuesto el de flores y plantas, deben transitar hacia un modelo de explotación que cumpla los objetivos medioambientales y de acción por el clima de la PAC, pero al mismo tiempo es necesariomantener la competitividad de las explotaciones. Los esquemas para el clima y el medio ambiente, denominados “ecoesquemas” están regulados en el artículo 28 de la propuesta de Reglamento y se establecen como una ayuda a los agricultores que realicen prácticas beneficiosas para el clima y el medio ambiente. Los requisitos de los eco-esquemas exigen superar los requisitos legales y mínimos que vayan más allá de los requisitos exigidos en el uso de los productos fertilizantes y fitosanitarios, y que sean diferentes de los compromisos agroambientales y climáticos que generan pagos por estos conceptos. Las ayudas de los eco-esquemas están vinculadas a los pagos directos y solo “Si hablamos de planta ornamental, nuestro país tiene un mercado potencial de desarrollo muy grande”

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