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tecnogarden 41 pectorales y abdominales al aire. Un cuerpo transformado como se había transformado el espíritu. También en El jovencito Frankenstein (1974), dirigida por Mel Brooks, el Doctor Baron Frederick von Frankenstein se somete a una operación para transferir parte de su inteligencia al monstruo y así aplacar a la muchedumbre que se dirige a su mansión para ajusticiarle. Como resultado de la intervención, una suerte de resurrección espiritual a dos bandas, el monstruo adquiere inteligencia, y el doctor se transforma corporalmente obteniendo unos atributos sexuales de mayor tamaño. Y cómo no, Jesús apareció con un cuerpo nuevo, transformado, pero que seguía reflejando su historia. A los discípulos les costó reconocerlo, y al hacerlo pensaron en un fantasma, un espíritu resucitado. Jesús les contestó: “¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo” (Lc 24, 38-39). En 1743, Henry Baker anunció el descubrimiento de que algunos animales son capaces de desecarse totalmente, y volver a la vida con la rehidratación. Puso el ejemplo de las larvas del nemátodo Anguillulina tritici. Esto provocó un revuelo en la comunidad científica debido a que la mayoría de los organismos vivos mueren instantáneamente con la desecación y a que esta respuesta se explicó como una resurrección de animales muertos, lo que se relacionó con las teorías de generación espontánea de la vida, según las cuales la vida surgía de recetas “alquímicas” a partir de materia orgánica o inorgánica. Desde entonces, se ha identificado un conjunto de seres vivos capaces de suspender su metabolismo ante condiciones extremas sin llegar a morir. Este estado de latencia metabólica, conocido como criptobiosis, es reversible y se dispara ante la desecación, la falta de oxígeno, compuestos tóxicos o bajas temperaturas. El ejemplo más famoso de criptobiosis es la de los tardígrados, que sin ser organismos extrémofilos (aquellos organismos que habitan en lugares con características extremas) son capaces de sobrevivir a casi cualquier condición: aguantan temperaturas de hasta -272 ºC y varios minutos a 150 ºC, sobreviven al vacío del espacio o a las presiones del fondo oceánico, Hedwig se refugia en el único sitio en el que se siente protegida: su horno. Crédito: Killer Films. Igor se equivoca y cambia el cerebro de un famoso científico por el de un discapacitado mental, lo que provoca que el Doctor Baron Frederick von Frankenstein tenga que transferirle parte de su inteligencia. Crédito: 20th Century Studios.

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