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Rotación / 25 Hablaba Scott Fitzgerald en el Gran Gatsby sobre ese futuro feliz que, año tras año, retrocede ante nosotros. Brillante metáfora para explicar que, sin ser muy conscientes de ello, avanzamos hacia la repetición de un modelo económico muy similar al que impuso la lógica económica tras la crisis del petróleo de los años setenta del siglo pasado. Una crisis que se asentó sobre los mismos síntomas que aquejan hoy en día a la economía internacional: crisis de oferta, inflación y recesión. Aquella crisis supuso la tormenta perfecta a la que los economistas fueron incapaces de dar explicación ni salida. Fue la lógica del sistema capitalista la que, por la vía de ajuste natural del sistema, lo hizo posible. La crisis del petróleo inició el comienzo de un modelo económico internacional en el que la energía nunca volvería a ser barata. Prueba de ello fue la evolución del precio del petróleo a partir de entonces, tal y como se puede comprobar a través del siguiente cuadro: El origen de este incremento del precio del crudo no fue otro que la reacción de la OPEP frente a un mundo capitalista desarrollado donde, además, una serie de disolventes ideas en forma de mantras ya habían empezado a calar en la conciencia ciudadana a partir del mayo francés. Una sociedad adormecida por lemas como nuclear, no gracias, salvemos las ballenas, camisetas con la efigie del Che Guevara o la idea de que la respuesta flotaba en el viento sentó las bases del modelo medioambiental que hoy se autoimponen los países occidentales desarrollados y que desprecian olímpicamente países como China, India o Rusia. Y de aquellos polvos estos lodos. Una inesperada guerra en Ucrania ha venido a soliviantar el ánimo ciudadano de la UE con una elevación de los precios del consumo y la amenaza de restricciones energéticas hasta hace poco impensables. Por primera vez Europa toma consciencia de su alarmante dependencia energética. La apuesta por las energías verdes ha resultado tan fallida como lucrativo ha resultado el negocio de su implantación a través de subvenciones millonarias. Por vez primera se acepta que las energías verdes son caras. Y a partir de aquí, porque a la fuerza ahorcan, los países europeos más industrializados retoman el modelo energético de los combustibles fósiles y comienzan a plantearse la instalación de nuevas centrales nucleares declarando para ello a la energía nuclear como una energía verde. Es evidente que la invasión rusa en Ucrania ha jugado un papel dinamizador del fenómeno inflacionista que vivimos, pero también resulta evidente que en la exagerada expansión monetaria registrada en Europa y Estados Unidos radica el origen de una inflación que, desde el año 1982, no alcanzaba los dos dígitos. Y a grandes males, grandes remedios. Como medida compensadora del dislate monetario habido, incremen- “El alza en el nivel de los fletes que preside el mercado se mantendrá seguramente a lo largo de la mayor parte del año 2023” Periodo Precio medio Incremento 1960-1973 1,50 1974-1985 22,81 21,31 1986-1999 17,12 -5,69 2000-2004 27,85 10,73 2005-2010 68,83 40,98 2011-2014 104,77 35,94 2015-2021 54,11 -50,66 (08/08/2022) 94,49 40,08

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