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Rotación / 25 trolar, lo que a menudo provoca que la tripulación abandone el barco, pudiendo aumentar significativamente el costo final de un incidente. Los incendios también se han convertido en un importante factor de pérdidas para los transportistas de automóviles. Entre otras causas, pueden iniciarse en las bodegas de carga, provocadas por averías o cortocircuitos eléctricos en los vehículos, mientras que las cubiertas abiertas pueden permitir que se propaguen rápidamente. El creciente número de vehículos eléctricos (EV) transportados por mar trae más desafíos, dado que los sistemas de contramedidas existentes pueden no responder de manera efectiva en caso de un incendio de EV. Las pérdidas pueden ser costosas, dado el valor de la carga del automóvil y el costo de la eliminación de los restos del naufragio y la mitigación de la contaminación. Cuando las embarcaciones grandes tienen problemas, la respuesta de emergencia y encontrar un puerto de refugio puede ser un desafío. Se requieren equipos de salvamento especializados, remolcadores, grúas, barcazas e infraestructura portuaria, lo que añade tiempo y coste a la respuesta. El “X-Press Pearl”, que se hundió después de que dos puertos le negaran refugio después de un incendio es uno de varios incidentes en los que los portacontenedores han tenido dificultades para encontrar un refugio seguro. Mientras tanto, la operación de salvamento del “Golden Ray”, que naufragó en EE. UU. en 2019, llevó casi dos años y costó más de 800 millones de dólares. “Con demasiada frecuencia, lo que debería ser un incidente manejable en un buque grande puede terminar en una pérdida total. El salvamento es una preocupación creciente. Las preocupaciones ambientales están contribuyendo al aumento de los costes de recuperación y remoción de restos de naufragios, ya que se espera que los propietarios de barcos y las aseguradoras hagan un esfuerzo adicional para proteger el medio ambiente y las economías locales”, explica Khanna. “Anteriormente, un naufragio podría haberse dejado in situ si no representaba un peligro para la navegación. Ahora, las autoridades quieren que se eliminen los restos de naufragios y se restablezca el entorno marino, independientemente del costo”. Los costes de salvamento más altos, junto con la carga de pérdidas más grandes en general, son un coste que asumen cada vez más los propietarios de la carga y sus aseguradoras. “La avería gruesa, el proceso legal por el cual los dueños de la carga comparten proporcionalmente las pérdidas y el coste de salvar una empresa marítima, se ha convertido en un hecho frecuente y de gravedad, con el aumento en el número de grandes barcos involucrados en incendios, encallamientos y pérdidas de contenedores en el mar, en comparación con hace cinco años”, explica Régis Broudin, director general de reclamos marítimos de AGCS. Fue declarado así en los incidentes de “Ever Forward” y “Ever Given”. El gran portacontenedores “Ever Forward” encalló en los EE. UU. en marzo de 2022 y estuvo atascado durante más de un mes antes de ser liberado, casi un año después de que su buque hermano, “Ever Given”, bloqueara el Canal de Suez. Nuevos desafíos Si bien la pandemia de la Covid-19 generó pocas reclamaciones directas para el sector de seguros marítimos, el impacto posterior en el bienestar de la tripulación y el auge de la congestión del transporte marítimo y portuario plantea posibles problemas de seguridad. La demanda de tripulación es alta, pero muchos marinos cualificados y experimentados están abandonando la industria. Así, se pronostica una grave escasez de oficiales dentro de cinco años. Para aquellos que se quedan, la moral es baja ya que las presiones comerciales, los deberes de cumplimiento y las cargas de trabajo son altas. Esta situación, según el análisis de AGCS, ha llevado a que el 75 % de los incidentes de transporte involucren errores humanos.

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